(CELAM.org).-
Joao B. Libanio Sj. Es teólogo de la facultad de filosofía y teología de Brasil en la edición número 25 de la revista intercambio, reflexiona sobre los cambios de la iglesia a través del tiempo y la ruta reformadora que el Santo Padre, el Papa francisco ha emprendido.
Como sabemos, en relación a la reforma de la Curia Romana el Papa nombro un grupo de cardenales para que le ayudaran en tal proceso. Hasta el momento varias declaraciones oficiales y publicaciones nos han hecho saber de los avances. Varios organismos han desaparecido, otros han resurgido y otros más se han integrado.
El Papa ha dejado entrever que su anhelo es que la iglesia esté verdaderamente al servicio del Evangelio y el Reino en el mundo, que no se instale o instale en sus poderes sino que sea “Sal de la tierra y luz del mundo, porque si la Sal se vuelve sosa con qué se le devolverá el Sabor?”… (Mt. 5,13)
Analizando las reformas de la Iglesia el Padre Joao ha dicho que “La Iglesia, como una institución grande, se mueve con mayor lentitud. Entonces, el carisma sólo persevera en la acción renovadora con mucha lucidez y discernimiento. Corre el doble peligro de estallar y perderse en el aire o de ser devorado por el lado organizacional.”
Así mismo el padre Joao indica que los cambios en la Iglesia deben configurarse con el misterio pascual de Cristo por el cual surge el hombre nuevo, indicando que “Ella cuenta también con el misterio de la Encarnación, en que el Dios Infinito se hizo un hombre concreto, llamado Jesús. A pesar que Él conoció el poder del Espíritu solamente después de atravesar el túnel oscuro de la muerte y surgir Resucitado ante los discípulos. En toda renovación eclesial hay una presencia del Misterio Pascual. En él se funda toda renovación eclesial. El carisma sólo no basta para las transformaciones eclesiales.”
Todas las intervenciones del Papa, los documentos entre ellos “la Evangeli Gadium”, asi como en las visitas pastorales, gestos y decisiones, el Papa nos insiste en que los cambios de la Iglesia no se dan sino solo a través de la conversión al Evangelio al Reino de Dios y su justicia, lo cual implica cambio del corazón.
En este caso los medios vistos desde el Evangelio no deben ser solo herramientas propagandísticas, ni sistemas que se sirvan así mismos ni mucho menos que sirvan a intereses particulares. Deben estar al servicio de la comunidad humana y en la transformación para que crezca el Reino de Dios en la tierra. En este sentido el Papa Francisco ha dado varias pautas de lo que los medios deben ser en el mundo.
Dentro de la Reforma en camino, está la reforma de los medios de comunicación social con la creación de la Secretaría de Comunicación Social, de la que recientemente se han presentado los nuevos estatutos. La reforma es por tanto una ruta a transitar que haga surgir verdaderamente algo Nuevo. La prensa, la Televisión, la Radio, las nuevas tecnologías deben contribuir a algo distinto y actuar de manera diferente, deben favorecer la vida y la instauración de la Justicia del Reino de Dios en la linea, en la que el Papa está pidiendo a toda la Iglesia.
En dirección de apertura a esos cambios en los que soplen aires nuevos, la RIIAL, Red Informática de la Iglesia en América Latina, ha dado inicio a una serie de conversatorios. En el Primer conversatorio se hizo un recuento del camino recorrido y se plantearon aspectos del nuevo camino de una red que también debe entrar en ese discernimiento en el que está todo el ámbito de las comunicaciones católicas.
Hay un camino por recorrer buscando un nuevo espíritu en el servicio, se va buscando por medio del discernimiento abriéndole el camino al soplo del Espíritu de Dios. Se trata de configurar un verdadero proyecto pastoral y eclesial teniendo como referencia el Evangelio, y desde esta perspectiva debe juzgarse el proceso.
Desde la Coordinación de la RIIAL – se dijo- convocamos – al ciclo de “Conversatorios RIIAL”, como un espacio de encuentro virtual – cada mes – para fortalecer nuestra red.
El conversatorio consiste en la presentación de un tema a cargo de un invitado especial seguido de un coloquio (preguntas y respuestas), sobre temáticas eclesiales y tecnológicas.
POR: Departamento de Comunicación y Prensa CELAM