(aciprensa.com).- El padre Seba nos advierte de los riesgo que implica ofrecer en las redes sociales una imagen distorsionada de nosotros mismos y estar siempre preocupados por lo que los demás pensarán sobre nuestra vida.
Qué significa ser un hipócrita digital y cuáles son sus peligros, es la reflexión que comparte el director del Centro de Estudios Católicos (CEC), P. Sebastián Correa, a través de un video-blog (vblog).
Mostrar una imagen perfecta en las redes sociales, siempre feliz, con “una posición muy fuerte”, se ha vuelto normal en las redes sociales como Facebook o Instagram.
El P. Correa explica que en las redes sociales no hay espacio para personas vulnerables o que tienen defectos. “Hay que mostrar la imagen que a mí me gustaría que los demás tengan de mí y por eso nos convertimos en hipócritas digitales”.
Pero, ¿cuál es el peligro de esta práctica?.
1.- Añorar lo que no se es
El primer peligro de ser un “hipócrita digital” tiene que ver con “añorar la vida que muestro en las redes sociales para mi propia vida” con la consecuente “decepción” de “mi vida real, de lo que vivo”, dijo el sacerdote.
Eso expresa un deseo de vivir siempre en ese estado, “pero en el fondo no estoy preocupado de ser auténtico”.
2.- Expresar algo que no soy
En segundo lugar, el P. Correa alertó sobre el peligro de expresar alguien que no se es. Como consecuencia esto hace que los cibernautas terminen “creyendo que yo soy la imagen, por ejemplo, que proyecto en Facebook y no la persona que verdaderamente soy”.
3.- Me creo la “hipocresía digital”
Como consecuencia de todo lo anterior, y ya que muchos viven en esa hipocresía digital, “empiezo a creer que la realidad es como la veo en Facebook o la veo en Instagram”, dijo el sacerdote.
“Empiezo a creer que todos son felices, que todos tienen mejores posibilidades que yo, que todos van todos los días a restoranes espectaculares, comen las mejores comidas, visitan los mejores campos, montañas, playas, tienen los mejores autos”.
“Empiezo a decepcionarme de mi vida porque no parece ser lo bacán, lo bonita, lo entretenida que es la vida que yo veo, o pienso, o creo engañadamente que los demás tienen”, explicó.
Para evitar ser un «hipócrita digital», el sacerdote recomienda la “autenticidad”, es decir, “mostrarte y dejarte ver como Dios te ve, como la persona que de verdad eres”.
En segundo lugar atreverse a “vivir más afuera de las redes sociales. Sal, conversa con las personas, conoce lugares nuevos, en el fondo, vive una realidad sin filtros donde tú puedes ser auténtico, tú puedes ser auténtica y de verdad vivir la libertad de los hijos de Dios”, concluyó el sacerdote.