(aciprensa.com).-Las confesiones realizadas recientemente por el sacerdote mexicano César Corres a través del teléfono o videoconferencia son inválidas, pues las normas actuales de la Iglesia Católica no permiten el uso de esas tecnologías.
En una publicación ya eliminada de su perfil de Facebook, el P. Corres anunció el viernes 27 de marzo una “jornada de confesiones vía telefónica o de videoconferencia, mañana sábado, a partir de las 4 pm.”.
El sacerdote de la Arquidiócesis Primada de México invitó a que los fieles que deseen confesarse por teléfono o videoconferencia que agenden “su cita a través de mi WhatsApp”.
ACI Prensa buscó al P. César Corres para conocer las razones que lo impulsaron a realizar su jornada de confesiones por teléfono o videoconferencia, pero hasta el cierre de esta edición no ha obtenido respuesta.
En diálogo con ACI Prensa, Javier Rodríguez, director de Comunicación de la Arquidiócesis Primada de México, dijo que ya se ha conversado con el P. Corres para que no repita una jornada similar.
“Desde la Vicaría de Pastoral se le pidió que no lo hiciera más, dado que la regulación actual de la Iglesia no contempla ese medio de confesión. Él ya lo aceptó, y seguirá atendiendo espiritualmente a sus fieles vía digital, pero no ofreciendo el sacramento de la Reconciliación”, dijo Rodríguez.
Actualmente en México se vive un estado de emergencia sanitaria por la pandemia de coronavirus COVID-19. Muchas diócesis del país, entre ellas la Arquidiócesis Primada de México, han suspendido en las últimas semanas la celebración pública de la Santa Misa y han alentado a que los fieles participen a través de la televisión, la radio o Internet.
El Gobierno de México informó el 2 de abril que se han confirmado 1.510 casos y se han registrado 50 muertes por coronavirus COVID-19.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó el 3 de abril que se han confirmado 972.640 casos de coronavirus COVID-19 en el mundo, y 50.325 muertos.
El P. Alberto Medel, especialista en Teología Sacramentaria, explicó a ACI Prensa que una confesión por vía telefónica o de videoconferencia “no es válida”, pues “parte de la confesión, precisamente el nombre lo dice, es el decir los pecados al confesor. Y esto es tan delicado, pero tan delicado, que tiene que ser de una forma que se salvaguarde por encima de todo la secrecía, que está resguardada por una figura canónica que se llama sigilo sacramental”.
“El problema de cualquier medio digital es que no salvaguarda esta secrecía, porque sabemos que cualquier cosa que se sube a una red queda allí, ya para siempre, mientras exista esa red, y es vulnerable a cualquier tipo de violación”, señaló.
“No se puede, de ninguna manera, hacer una confesión de pecados por vías electrónicas, de ningún motivo”, subrayó.
El P. Medel destacó que “la era digital, los medios digitales nos ofrecen muchas posibilidades. Por ejemplo, el que la gente pueda participar de la Santa Misa”.
Sin embargo, precisó, “en esta contingencia y en futuras situaciones, al celebrar la Santa Misa por internet, por ejemplo, no es que con ellos se participe propiamente del sacramento, sino que es una manera en la cual los fieles pueden acercarse a los sacramentos en circunstancias especiales, pero no lo suplen”.
“En la liturgia juegan todos los elementos corporales: el tacto, el gusto, el olfato, la vista y el oído. Los medios digitales solo facilitan la participación a través de la vista y el oído, pero la liturgia es algo más que eso”.
El P. Medel destacó que “ciertamente que se saca un provecho espiritual: de no ir a la Misa a oírla por Internet en las circunstancias en las que estamos y en otras que pudieran ser similares, claro que es una ganancia. De algo a nada, por supuesto que hay un provecho espiritual”.
“Tiene un provecho espiritual, sí, pero ese provecho espiritual no sustituye de ninguna manera la celebración de los sacramentos”, dijo, y remarcó que “aunque inventen medios todavía más sofisticados de los que hoy conocemos nunca suplirán la celebración de los sacramentos”.
Por su parte, el P. Hugo Valdemar, canónigo penitenciario de la Arquidiócesis Primada de México y responsable de la absolución de pecados muy graves, subrayó que “hasta el día de hoy, pese a la pandemia absolutamente no” es válida la confesión por vía telefónica o de videoconferencia.
“Tendría que haber una autorización del Santo Padre a través de la Penitenciaría Apostólica para poder autorizar este modo, que de hacerlo sería totalmente excepcional y por un tiempo corto”, indicó.
El sacerdote mexicano señaló luego que “al parecer, tal posibilidad ha quedado descartada en el último decreto de la Penitenciaría Apostólica que más bien ha invitado a los enfermos que están imposibilitados del Sacramento de la Reconciliación a realizar un acto de contrición perfecto”.
Para el P. Valdemar, a pesar de las nuevas tecnologías, “no todo puede ser adaptable, y la Iglesia tiene un especial cuidado por la práctica de la confesión, pues se pone en riesgo ni más ni menos que el sigilo sacramental, además que jamás la presencia virtual puede suplir a la real”.
“Como algo realmente excepcional valdría la pena estudiarlo, pero como dije, por hoy, en esta pandemia, ha sido descartado y no creo que esto se cambie en un futuro próximo”, dijo.