(catholic-link.com).-En muchos de nuestros países la situación de la pandemia es muy delicada. Seguiremos por varios meses sin poder reunirnos. Parroquias cerradas, catequesis presenciales suspendidas, ceremonias de confirmación postergadas. Esto puede ser muy duro y frustrante.
Lo digital nos hace extrañar el poder de la cercanía física con los niños o jóvenes. Ya no podemos abrazarlos, reírnos juntos antes de empezar la catequesis, conversar después de la jornada, compartir un sandwich, jugar a la pelota, o simplemente leer los gestos de sus rostros, muchos andan con la cámara apagada.
Hacer catequesis por videoconferencia o por WhatsApp es todo un reto
Muchos están cansados por el esfuerzo del 2020. Muchos están decepcionados o frustrados porque la respuesta no fue como esperaban. Otros están asustados porque piensan que este año será más duro conectar con los jóvenes a través de una pantalla.
De todo corazón, y con la profunda admiración por el esfuerzo que has hecho en este tiempo de aislamiento, quisiera compartirte algunas reflexiones que estoy seguro podrán ayudarte en tu catequesis online:
1. No te encasilles en el manual de catequesis
Está buenísimo que nos preguntemos qué necesitan los jóvenes en este momento de la vida. Piensa en ellos, siente con ellos, conversa con ellos. Quizá te encuentres con personas que viven una soledad profunda por no relacionarse con sus amigos.
Tal vez haya una incertidumbre grande porque sus padres están perdiendo los ingresos económicos, o quizá haya una tristeza porque se fue algún familiar.
No te estoy diciendo que cambies el mensaje del evangelio, simplemente recuerda que Jesús se fijó en la necesidad de las personas y desde ahí tuvo un acercamiento con ellas.
Al ciego Bartimeo no le dio chocolates, a la multitud hambrienta no le dio un show de fuegos artificiales, ni al paralítico le dio un pasaje a Disney. Les dio lo que necesitaban. ¿Qué necesitan tus niños?, ¿qué necesitan tus jóvenes?
Quizá haya que cambiar la primera pregunta. Ya no es ¿qué tengo que decir en la primera sesión de mi catequesis online? sino ¿qué necesitan las personas que asistirán a la primera sesión?
2. El poder de escuchar
A veces pensamos que evangelizar es hablar, hablar y hablar. Del 100% de una catequesis hablamos el 95% y quizá lo que más necesitan los jóvenes hoy es ser escuchados.
Pero no necesitamos hacerles preguntas teóricas de cosas que no son relevantes para ellos. Sino se trata de preguntarles sobre la vida, sobre sus miedos, sus preocupaciones, alegrías, lo que les causa ira, lo que les produce tristeza.
Sobre su relación con su familia, sobre sus amigos, sobre lo que sueñan. Mientras más nos interesemos por la vida de los jóvenes, vamos a sonar más creíbles cuando les digamos que el Dios que anunciamos, los ama mucho, se interesa por sus vidas y está pendiente de ellos.
Si nosotros no lo hacemos primero, no nos crearán nada después.
3. Cuida la imagen de Dios que transmitas
Tus chicos conocerán la imagen de Dios que tú les proyectes. Si les propones una imagen de un Dios castigador que solo está pendiente de que cumplamos una serie de normas y que no nos equivoquemos, pues probablemente un día se agoten y se rindan.
Si les propones la imagen de un Dios al que solo le interesa el «más allá», es decir, lo que pase cuando dejemos de vivir en esta tierra, pues corres el riesgo de mostrar a un Dios que no le preocupa lo que pasa aquí «abajo».
Si les propones la imagen de un Dios hippie que es bacán pero no les propone nada apasionante, también se quedará como un amigo cool, de esos que uno consigue frecuentemente.
Por eso es muy importante leer cristología, los Evangelios y el magisterio. Les recomiendo la carta encíclica «Fratelli Tutti». ¡Qué hermosa imagen de Dios nos proyecta el Magisterio de la Iglesia con este documento!
Recuerden que Jesús es el rostro de Dios. Mientras más nos acerquemos a Jesús, mejor será nuestro anuncio de Dios.
4. ¡No estás colonizando!
El papa Francisco fue claro. Las catequesis no son espacios proselitistas donde queremos que todos se conviertan a nuestro «club». Qué triste eso, sería como meterlos a una fábrica esperando que todos salgan con el molde que quisiéramos. Eso no es cristianismo.
Piensa en tu intención, revísala: ¿por qué haces catequesis?, ¿buscas que el otro se comporte como tú quieres?, ¿deseas más chicos en tu movimiento juvenil?, ¿buscas cumplir las obligaciones que tienes como parroquia?, ¿o realmente tienes el deseo de transmitirle buenas noticias a estos jóvenes?
La intención influye mucho, porque si solo tienes expectativas egoístas, probablemente te frustres rápido porque lo más probable es que no consigas los resultados que conseguías de forma presencial.
Todo cambió, pero si tu intención es buscar un bien para los chicos, compartirles la esperanza de saber que el Dios creador de la vida está respirando con ellos en cada instante, ¡pues animo, porque aunque te frustres, el amor puede más!
5. Cuida tu experiencia con Jesús
No dejes de orar, sé creativo. ¿Ya no tienes parroquia abierta?, ¿y si pruebas con la naturaleza?, ¿cómo te va orando con la música?, ¿ya buscaste todas las apps que hay para orar?
¿Y si te juntas con los demás catequistas y hacen un noche de oración por sus familias?, ¿has pensando dibujar mientras contemplas un pasaje de la escritura? Encuentra tu estilo, pero no dejes de oxigenarte y recargar fuerzas con la fuente del amor.
Haz que tu catequesis online sea una experiencia inolvidable. ¡Ánimo, que el Dios de la vida, no ha dejado de acompañarte desde el primer instante de tu existencia!