Un memorando para el desarrollo de iniciativas culturales fue firmado esta mañana en el Vaticano entre el Dicasterio dirigido por el Cardenal Ravasi y la Universidad Católica del Sagrado Corazón
(vaticannews.va/it/).-“Un futuro por construir”. Las palabras del cardenal Gianfranco Ravasi indican la perspectiva del acuerdo firmado hoy entre el Consejo Pontificio para la Cultura y la Universidad Católica del Sagrado Corazón para el desarrollo de iniciativas culturales, para el fortalecimiento del diálogo y para una misión educativa común. Un plan que nació a raíz de una colaboración ya iniciada, por ejemplo con el “Cortile dei Gentili”, y con varios proyectos en marcha. “Un nuevo horizonte – afirmó Ravasi – que incluye una red más sistemática de relaciones para la realización de eventos en torno a temas generales culturales, antropológicos, éticos y sociales”. «Una gran oportunidad para la Universidad con sus 12 facultades repartidas en cinco campus»: se hizo eco del Rector de la Universidad Católica Franco Anelli, «una forma más de servicio a la Iglesia» y a su herencia milenaria de sabiduría pero también a su visión universal sobre los grandes problemas de la humanidad. Una colaboración, añadió el profesor, que podrá «dar frutos duraderos y entre ellos el primero al que inevitablemente se dirige hoy el pensamiento -subrayó Anelli- es la paz, un bien que incluso en Europa vemos de nuevo tan dramáticamente amenazado».
De la cultura árabe a las relaciones familiares
Tres áreas de trabajo: social, cultural y sobre todo en temas estratégicos, a través de investigaciones conjuntas, publicaciones científicas, congresos nacionales e internacionales, propuestas formativas, incluida la educación continua. Los cambios sociales, los jóvenes, el fenómeno migratorio son algunas de las áreas a mirar con interés, destacando la importancia de la comunicación digital y la tecnología. También es significativo el espacio dedicado al mundo árabe con el Festival de la lengua y la cultura árabes: una oportunidad para conocer el patrimonio cultural y artístico en la riqueza de su variedad expresiva (cultura, filosofía, religión, ficción, poesía, música, teatro, danza, cine, arte caligráfico) con el objetivo de desarrollar herramientas de diálogo. Finalmente, el enfoque en algunas áreas en las que la Universidad y la Iglesia pueden ofrecer un aporte válido como son «las cuestiones éticas relacionadas con las ciencias médicas y biológicas, la antropología, la filosofía de la medicina y la salud»; el entorno familiar según “una perspectiva multidisciplinar: psicológica, sociológica, demográfica, económica, filosófica, jurídica”; la profundización de la doctrina social de la Iglesia que hace dialogar a teólogos, eruditos y filósofos.
Ravasi: diálogo con la cultura contemporánea
También hay espacio para la reflexión y el desarrollo de la planificación como parte de “un proceso encaminado a reducir las desigualdades y luchar contra la discriminación a través del diálogo y la confrontación con las realidades y capacidades locales”. “El diálogo – subrayó el cardenal Ravasi – se convierte en una especie de gran método básico que también es característico de la Universidad Católica. Diálogo que también se profundiza. Luego está el componente antropológico, fenómeno que debe ser estudiado en su evolución, pensemos en el concepto de moralidad y justicia que alguna vez tuvo fundamentos trascendentes o en todo caso metafísicos. Nos gustaría cada vez más intentar redescubrir las grandes matrices que también pueden servir para el diálogo con la cultura contemporánea”.
Jóvenes, a ser formados y educados
“Es necesario -subraya el cardenal Ravasi- que las competencias vuelvan a formar parte de la formación de los jóvenes y que, desde el punto de vista intelectual y cultural, sea seria y severa. Lamentablemente, como sucede a través de las redes sociales, no podemos conformarnos solo con la aproximación y a veces hasta con el cliché, con el estereotipo”. “Por otro lado hay otro verbo: educar porque educación significa sacar al joven de dentro, para poder sacar la potencialidad con la que elabora lo que ha recibido en la educación”. Por lo tanto, la Universidad por un lado y el Departamento de Cultura por el otro podrían ayudar a hacer florecer verdaderas escuelas, «a hacer florecer nuevos horizontes también en perspectiva». Ravasi dice que dentro del Dicasterio hay una consulta de jóvenes, «una sorpresa». “Es increíble escuchar cómo tienen preguntas que requieren respuestas nuestras y que nunca hubiéramos soñado con acuñar”.
