(comlac.signisalc.org).-En un ambiente de gran expectativa, este miércoles 13 inició oficialmente el 6° Congreso Latinoamericano y Caribeño de Comunicación, COMLAC 2022, en la sede de la Universidad Católica Santa María La Antigua, de Panamá. El acto inaugural contó con las intervenciones del arzobispo y Gran Canciller de la USMA, monseñor José Domingo Ulloa; el rector Francisco Blanco y el presidente de SIGNIS ALC, Carlos Ferraro, quienes destacaron la importancia de que este evento internacional reflexione sobre el tema “Comunicación, Interculturalidad y Espiritualidad para la transformación social”.
El evento latinoamericano, que se realiza en modalidad presencial y virtual, cuenta con una participación de alrededor de 300 comunicadores, investigadores, docentes y estudiantes de comunicación, que desde tempranas horas llegaron al gimnasio de la USMA, en donde se lleva a cabo este encuentro.
En su discurso inaugural, el presidente de SIGNIS ALC, Carlos Ferraro, destacó que el congreso de comunicación es un espacio para “escucharnos, intercambiar y aprender en un diálogo fecundo”.
Según explicó, el tema del Congreso es de comunicación porque responde a la identidad profesional y al compromiso de la acción de SIGNIS ALC. Así también, dijo que la “interculturalidad” es importante “porque no se puede entender el mundo de otra forma que no sea que nadie quede afuera” y la espiritualidad. “porque sin ella no somos íntegros como personas, seamos de la cultura que seamos”.
Destacó que el COMLAC convoca el anhelo de “conocer, de pensar, de reflexionar para comunicar mejor”, en un momento en el que “América Latina y el mundo están en plena efervescencia política y social”.
Para el directivo de SIGNIS ALC, la comunicación en la actualidad está caracterizada por la violencia simbólica y material que invaden las luchas por reclamos, mientras “se acallan las palabras que denuncian injusticias, se uniforma el discurso hegemónico de los grandes medios que contribuyen a debilitar las democracias representativas, sin dejar de considerar la crisis socio ambiental provocada entre otras cosas por el extractivismo salvaje”, dijo.
Según añadió, se creyó que tras la pandemia la humanidad podría ser mejor, “seres más sensibles, inteligentes, misericordiosos”, pero que muy pocos aprendieron la lección y, al contrario el “egoísmo del poder no escuchó, no vio, no quiso interpretar esta oportunidad”.
Hay esperanza de las cosas puedan ser mejores
Carlos Ferraro enfatizó en que el congreso tiene mucho que ofrecer para alimentar la “esperanza de que las cosas puedan ser mejores”, por el “espíritu que ilumina nuestra fe” y porque “tenemos un Papa valiente que mira al mundo y a su Iglesia con la lucidez y la sensibilidad del buen pastor” y que tiene “los pies en la tierra, mirando y escuchando con el corazón”.
Resaltó que en América latina hay pensadores “que estudian, investigan y producen posibles respuestas de salida” y una “Iglesia regional comprometida con el Pueblo de Dios”.
Otro de los valores que destacó Carlos Ferraro es que en la región hay “jóvenes propositivos y creativos que quieren y pueden aportar para un cambio no egoísta” y la sabiduría de “los pueblos originarios que nos regalan una experiencia social de prácticas posibles que no sabemos escuchar lo suficiente”.
Así también, destacó la existencia de “organizaciones sociales que trabajan todos los días para la transformación social, como nosotros pretendemos hacer con la comunicación. Compromiso evidenciado en muchos comunicadores y lideres sociales que pierden la vida por defender la verdad”.
“Somos nosotros, ahora y siempre, los únicos responsables de lo malo que nos pasa y al mismo tiempo de encontrar una solución amorosa al problema. Pero claro, el camino no es fácil, la realidad es compleja, difícil, desalentadora y pareciera, por momentos, que todas las herramientas de las que disponemos, aquellos que tenemos el privilegio de poder usarlas, no lo hacemos convenientemente bien por diversos motivos”, resaltó, tras destacar que en congreso estamos para “escucharnos, intercambiar y aprender en un diálogo fecundo”.