Manaos acoge de 22 a 25 de junio el Encuentro Continental de Amerindia, que tiene como tema: “Topos de la Utopía en tiempos de turbulencia de NuestrÁmerica”. Entre los ponentes ha estado la teóloga Emilce Cuda, que en una intervención virtual ha reflexionado sobre el actual pontificado, el primero de un Papa latinoamericano.
Un orgullo para la Iglesia de América Latina
(adn.celam.org).-La secretaria de la Pontificia Comisión de América Latina, al analizar los 10 años de pontificado del Papa Francisco, partió de la afirmación de que “es un orgullo para la Iglesia de América Latina que uno de nosotros está en el corazón de la Iglesia católica, llevando nuestra teología, cultura y sueños”.
Al analizar el actual Magisterio Pontificio, la teóloga argentina recordó que comienza con Evangelii Gaudium, “donde nos propone una Iglesia en salida”, viendo Fratelli tutti como el texto que nos propone el modo cómo hacerlo. Ante ello, insistió en fijarse en el modo antes que en la busca por las esencias, pues eso no ayuda, más bien cierra procesos. Emilce Cuda recodó que el Papa Francisco nos pide iniciar procesos, una bienaventuranza que nos lleva a lo mejor, que tiene la moción del Espíritu Santo y del espíritu de los pueblos, una buenaventura que no se puede construir con esencias y se define en modos, resaltó.
Evangelii Gaudium como punto de partida
Recordando los cuatro principios de Evangelii Gaudium, donde dice que la realidad es superior a la idea, algo que explica en Querida Amazonía con los cuatro sueños, donde no habla de necesidades; el todo es superior a la parte, lo que se concreta en una Iglesia organizada en redes comunitarias; la unidad es superior al conflicto, algo que sabemos cuando iniciamos procesos en que todos buscamos la unidad para salvar el continente, o nos unimos o nos hundimos.
Cuda destacó el encuentro del Papa Francisco con universitarios de África el 1 de noviembre de 2022, en el que fue preguntado por qué hacer con un continente violado, a lo que dijo que la organización vence el tiempo, una afirmación que lleva a la secretaria de la CAL a afirmar que la reforma de la Iglesia no se hace en un tiempo limitado, la Iglesia sobrevive porque supera el tiempo. En aquella ocasión el Papa les llamó a los universitarios a organizarse para resistir, a ser creativos y crear su propia doctrina, no tomar doctrinas que fueron construidas en otros contextos.
América Latina un continente organizado
América Latina es un continente organizado, insistió, poniendo el Celam, que define como “una novedad que da cuenta del modo de organización que fue más allá de las fronteras”, como ejemplo. Entre los frutos del Celam citó Aparecida, que ve como el aporte de la Iglesia de América Latina a la Iglesia universal. Ante un gran cambio de época, afirmó que las formas políticas, económicas, bélicas ya no sirven, lo que demanda un nuevo modo de organización, con organizaciones eclesiales, no sólo episcopales, como complemento de estas, algo que surge de América Latina.
La teóloga argentina recordó que las conferencias episcopales trabajan en una nación, las comunidades eclesiales trabajan más allá de las fronteras, atendiendo problemas comunes a varios países: migración, trata, narcotráfico, robo de divisas, cuya solución requiere de una unidad internacional. En esa tesitura afirmó que la Iglesia se pone más allá, y propone una mejor política que atraviesa fronteras y atiende sectores. Una necesidad en un momento en el que, ante la actual coyuntura, la Iglesia pelea por la dignidad humana de otro modo.
Organizarse desde el subsuelo del planeta
Esa organización eclesial nacida en Latinoamérica se ha expandido a otros continentes, redes eclesiales que además de ser comunitarias y estar organizadas desde el subsuelo del planeta, como afirma Francisco en Fratelli tutti, están en América Latina desde hace rato, en palabras de Cuda. De ahí su insistencia en que la salvación viene del subsuelo del planeta, siendo el actual Magisterio Pontifico una forma de poner en palabras lo que se gestó en la realidad, en sus documentos leemos la explicación de algo que ya pasó.
Algo que el Papa llevó a Praedicate Evangelium, donde repara en la organización para llevar a cabo la reforma de la Curia. “En sus principios generales no están los contenidos sino el modo cómo tenemos que predicar, con palabras y con gestos, tocando la carne sufriente y lavando los pies”, resaltó la secretaria de la CAL, que allí está definida con el objetivo del cuidado de la vida y el desarrollo de las iglesias particulares y el modo en colaboración con los dicasterios, desde las redes y conferencias eclesiales, en lo que hay una gran riqueza.
Se trata de cuidar
Laudato Si en el subtítulo habla del cuidado, lo que Cuda ve como otro ejemplo de modo, “se trata de cuidar”. En Fratelli tutti se dice, según la teóloga, que ese cuidado está en manos de las redes eclesiales, insistiendo en la necesidad de confluir y actuar de forma coordinada para cuidar la vida y el desarrollo y así que nuestros pueblos tengan vida. Desde ahí llamó a Amerindia a confluir y coordinarse con otras redes
“Nos toca ser creativos en el modo”, según Emilce Cuda, para quien América Latina lo es. Recordando las palabras del Papa Francisco en una conferencia con motivo de la V Jornada Mundial del Pobre, donde llama a organizar la esperanza, la teóloga señaló que “las redes tienen la finalidad de organizar la esperanza, algo que se pasa a la ligera, pero como cristianos tenemos que detenernos en el concepto de esperanza, que es más que algo ideológico, una virtud teológica que nos convierte en un ejército sin armas cuya fuerza viene de este don sobrenatural que son las virtudes teologales”.
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Para Cuda, los sueños de Querida Amazonía son otro modo de definir la esperanza, que insistió en que las redes eclesiales de América Latina son esperanza organizada. Finalmente recordó las palabras del Papa en un mensaje a un grupo de empresarios, donde les hizo ver la necesidad de tener en cuenta tres elementos: la brújula, que es el Evangelio, que nos marca donde ir, las herramientas, que son las redes eclesiales, y el ancla, que es la esperanza. De ahí la importancia de organizar la esperanza de modo dinámico, de poner en práctica la reforma de la Iglesia, y esta organización eclesial comunitaria ayuda a concretar una reforma iniciada hace 10 años que no es otra cosa que conversión, concluyó la teóloga.