Realizado por el equipo de Comunicación y Prensa, el curso está dividido en ocho módulos y participan referentes riojanos y de otras diócesis de la Argentina, Chile, Colombia, Perú y México.
(aica.org).-La diócesis de la Rioja, a través del equipo de Comunicación y Prensa, está desarrollando un curso para comunicadores de la Iglesia ‘Samaritanos del Mundo Digital’.
El curso está dividido en ocho módulos, uno por mes, que son ofrecidos de modo virtual y complementados con trabajos prácticos, lecturas obligatorias y tutorías con entrega de certificación.
En la primera sesión realizada el lunes 27 de mayo a través de la plataforma Meet, el obispo de La Rioja, monseñor Dante Braida dio la bienvenida a los 100 asistentes de La Rioja, otras diócesis de la Argentina y también de Chile, Colombia, Perú y México.
El prelado aseguró que este curso “es fruto de un camino recorrido como diócesis buscando crecer en el área de comunicación para que la Buena Nueva del Evangelio sea comunicada y conocida a través de la difusión de las buenas noticias que suceden en la diócesis y es, a la vez, una necesidad sentida de todo comunicador que percibe que está ante un mundo que presenta muchos desafíos que impactan en su propia persona”.
“El curso se enmarca en esta propuesta de ofrecer formación y acompañamiento a quienes ya actúan como misioneros digitales o quisieran serlo”, continuó.
Además, monseñor Braida señaló que “una perspectiva concreta está referida a la Parábola del Buen Samaritano considerando que en el ambiente digital también hay muchas personas necesitadas, tiradas al costado del camino de la vida y en la espera de que alguien acuda a ellos con una ayuda oportuna”.
“Para ello-dijo- tenemos que cultivar la compasión del Buen Samaritano, que es una característica propia del amor cristiano, del amor misericordioso de Dios”.
“En las redes hay muchos modos de pasar de largo, o de ‘desconectarse’ de las necesidades del otro. Hay también muchos modos de ayudar. Por eso necesitamos formarnos para crecer espiritualmente y responder eficazmente a esas realidades”, agregó.
Por otra parte, el obispo riojano aseguró que “cultivar la dimensión espiritual es esencial para ser buenos misioneros digitales, porque el protagonista de toda misión de la Iglesia es el Espíritu Santo. El misionero digital es una persona orante y al mismo tiempo abierto al hermano, esté en la situación que se encuentre”.
En tanto, explicó que “cuando en la diócesis iniciamos un camino de fortalecimiento en la dimensión comunicacional, nos propusimos dos cosas básicas: que lo que hagamos implique un crecimiento espiritual en los que se incorporen a este camino y trabajar siempre con otros, en equipo».
“Eso quedó plasmado en la línea editorial del área de comunicación, cuya misión se define en orar y anunciar la Buena Noticia a través de los medios digitales”, afirmó.
El obispo riojano explicó que “en la visión de la comunicación de la diócesis se privilegia la formación de la comunicación como una vocación; y la formación en la parte técnica pero atendiendo de igual modo el crecimiento espiritual en la fe en Jesús. Formar redes, comunidades para humanizar las redes samaritaneándolas”.
“Profundizar en la vida espiritual es fundamental para luego capacitarnos en los modos propios de la cultura digital para llegar a la vida y el corazón de tantas personas que habitan estos espacios y que, de diferentes modos buscan y esperan el anuncio del Evangelio que llene de plenitud sus vidas”, subrayó.
Finalmente, monseñor Braida encomendó este tiempo formativo a la “primera evangelizadora, nuestra madre, la Virgen; a los beatos mártires de la Rioja, Enrique Angelelli, Carlos de Dios Murias, Gabriel Longueville y Wenceslao Pedernera; y al beato, ‘casi’ santo Carlo Acutis, que nos primereó en este camino”.+