A veces me comporto mal en Internet.
Es verdad que hoy soy mejor que en el pasado. Como digo siempre a mis hijos, ¡enhorabuena por el esfuerzo!
Algunas actitudes me han ayudado a no comportarme de forma vergonzosa cuando discuto sobre cuestiones importantes (sobre todo religiosas) en las redes sociales. Quisiera compartir con vosotros estas actitudes:
1) Recuerda que al otro lado hay una persona
Cuando el debate se vuelve “intenso”, en general cuento algo personal para intentar volver a llevar la conversación a un nivel humano. En lugar de decir “¡Ya he perdido demasiado tiempo contigo, cabezota!”, digo “Sería bonito que pudiéramos discutir sobre ello delante de un café”. Quien sabe si la persona recordará los buenos momentos o le agarrará un ataque de nervios …
2) Sé amable, porque también el otro tiene su lucha
Has aclarado tu punto de vista de manera inteligente, pero parece que los demás hayan dejado el sentido común en casa. Bien, las personas usan la inteligencia para hablar, pero usan también su propia experiencia personal, y esta puede ser muy distinta de la tuya. Todos estamos un poco desordenados por dentro, y no conseguimos ver al otro con la claridad que quisiéramos. Recuerda que no existen opiniones basadas en la nada: todos tienen un bagaje vital, y cuando alguien no está de acuerdo contigo, esto puede deberse más con su experiencia en la vida que con la idea que defiendes o contigo personalmente.
3) Reza antes de comentar
Pero no así: “Dios, ilumina a este cabezota a través de mis palabras”. Di simplemente: “Dios, bendice al/la señor/a X”. Puedes también reflexionar cosas como esta: “¿Estaré haciendo algo agradable a Dios con lo que voy a escribir?” Verás que algo en tu tono cambiará.
4) Finge hasta que ya no sea necesario
Aunque estés furioso, habla como si no lo estuvieras. Puede ser una gran liberación. A menudo la persona que está discutiendo contigo no se espera que seas amable. Puedes sorprenderla con tu compostura. Habla como quisieras que una persona respetuosa hablara contigo. Aunque no funcione, habrás contribuido a difundir un poco de buena educación en el mundo.
5) Pide perdón cuando te equivoques
Si has ofendido a alguien, intencionadamente o no, pide perdón. Si no es posible hacerlo en el momento de la discusión, puede ser después. Supondrá una gran diferencia la próxima vez que os encontréis, tanto personalmente como on-line. Si el otro no acepta tus excusas, es un problema suyo, ya no tuyo.
6) Sé humilde
Recuerda que el destino de la Iglesia, del país y de la civilización futura en general no está en tus manos. Independientemente de lo importante que sea la discusión, es sólo una conversación, y tu primer deber es con los que están más cerca de ti, como tus hijos, tus familiares …
7) Aprende cuándo es el momento de dar un paso atrás
Si has explicado tu punto de vista de manera clara y las personas siguen sin estar de acuerdo, hay sólo tres razones: 1) te estás equivocando; 2) tienes razón pero no has logrado explicarte bien; 3) tienes razón y te has explicado bien, pero los demás sencillamente no quieren escucharte. En cualquier caso, es hora de dar un paso atrás.
Post de Simcha Fischer, traducido y adaptado al español por Aleteia