Una celebración que quiere “manifestar la universalidad católica, nuestra unidad y comunión con el Papa y con toda la Iglesia”
“No se trata de crear grupos selectos, élites arrogantes y autosuficientes, sino de acoger a los discípulos del Resucitado”, y para ello, “mancharnos con el polvo del camino, con el barro de la historia”
“Reflexionar sobre el sentido de nuestra misión y la del pueblo de Dios en su totalidad”
“Sigamos anunciando el reino de Dios a través de las calles digitales, sin perder la esperanza, sin caer en el cansancio”
Dentro de las actividades de la Asamblea Sinodal del Sínodo sobre la Sinodalidad, que se está realizando en el Aula Pablo VI del Vaticano de 2 a 27 de octubre, ha sido clausurado en la tarde de este domingo, 20 de octubre, Domingo Mundial de las Misiones, el Sínodo Digital.
Sobre la tumba de Pedro
En la Capilla Clementina, al lado de la tumba de Pedro, con la participación de misioneros digitales de más de 50 países, se ha llevado a cabo una celebración de la Palabra presidida por el subsecretario de la Secretaría General del Sínodo, Mons. Luis Marín de San Martín. A las 4 de la tarde de Roma, el secretario del Dicasterio para la Comunicación, Mons. Lucio Ruiz, daba la bienvenida, recordando que “hace exactamente dos años nos reuníamos en este mismo lugar, la Capilla Clementina, en las grutas de la Basílica Vaticana, exactamente sobre la Tumba del Apóstol Pedro, la piedra sobre la cual Jesús edifica su Iglesia”.
Como entonces, además del subsecretario del Sínodo, se ha hecho presente el prefecto del Dicasterio para la Comunicación, Paolo Ruffini. Una celebración que quiere “manifestar la universalidad católica, nuestra unidad y comunión con el Papa y con toda la Iglesia”, dijo Lucio Ruiz. Ha sido un largo camino, con encuentros de oración, asambleas sinodales digitales, encuentros presenciales y virtuales, a lo largo y a lo ancho de todo el mundo, con el festival de los influencers católicos en Lisboa, participando en las Asambleas sinodales, con mil iniciativas misioneras.
Un camino que va a continuar con la experiencia de “La Iglesia te escucha”, que “sigue su humilde camino de servicio a la unidad”, como recoge el Informe de Síntesis de la Primera Sesión. Son trabajos que se inscriben en el gran flujo misionero de la Iglesia de siempre y de todos, que tiene su origen en el envío de Jesús, pues “todos los cristianos somos misioneros, cada uno en su lugar, cada uno con su particular vocación, cada uno en la cultura y todos en los ambientes”.
Habitar como cristianos el mundo digital
Reconociendo que “la tecnología digital hace que las distancias se acorten y los espacios se reduzcan”, Luis Marín destacó que “lo que verdaderamente une es la cercanía del corazón de quienes creemos en Cristo Jesús. Que no es una idea, un mandato o un concepto y mucho menos un avatar, una identidad meramente virtual. Es una persona viva. Él es la razón de nuestra vida, quien la llena de sentido”.
En esa perspectiva resaltó que “el mundo digital debe estar habitado por cristianos. No nos encierra en burbujas de seguridad, en reductos de fantasía, sino que nos impulsa para llegar más allá, más lejos, testigos siempre del Evangelio”, agradeciendo el trabajo de aquellos a los que llamó “los pioneros de un mundo nuevo”, por “evitar el localismo y hacer posible una red, una familia, que supera las fronteras”. El subsecretario del Sínodo ve la misión digital como algo con “carta de ciudadanía en la Iglesia de hoy”, lo que se va concretando de diversos modos para construir un continente sin límites geográficos.
El obispo agustino subrayó el vayan e inviten, mostrando que eso supone abandonar y asumir diversas actitudes, compartir y dar testimonio, subrayando que “no se trata de crear grupos selectos, élites arrogantes y autosuficientes, sino de acoger a los discípulos del Resucitado”, y para ello, “mancharnos con el polvo del camino, con el barro de la historia”. Una convocatoria a “colaborar para hacer realidad el sueño de una Iglesia coherente y abierta, inclusiva y misericordiosa, cercana y solidaria, implicada y corresponsable, fraterna y alegre, la Iglesia del Evangelio, la Iglesia de Jesús, que es familia, hogar común”.
La celebración ha contado con diversos testimonios de personas que sus vidas han sido tocadas gracias a la Misión realizada en los ambientes digitales, a lo que siguió un momento de preces, en las que se han escuchado voces de 10 países, y la oportunidad de compartir los dones recibidos a través de la Misión Digital, escribiendo cada uno en su pantalla esos frutos, a partir de la pregunta: “¿Cuándo fuiste a misionar en las redes, qué has encontrado?”.
Reflexionar sobre el sentido de la misión
Paolo Ruffini destacó la importancia de encontrarse “en este lugar que nos llama a una conversión continua, a la humildad y al testimonio”, en la Jornada Mundial de las Misiones, “para reflexionar sobre el sentido de nuestra misión y la del pueblo de Dios en su totalidad”, para hacer balance sobre su ser discípulos misioneros, sobre los talentos, vocaciones y carismas recibidos, sobre la realidad del mundo y de la Iglesia, sobre las actitudes de cada uno.
Para hablar del sentido de la misión, Ruffini se refirió a San Pablo, y asumir sus actitudes “mientras construimos, reparamos y lanzamos nuestras redes digitales”. Eso para “servir, hacerse todo para todos, ser verdaderamente uno solo, construir comunidad”, y así, “hacerse todo para todos”, y así, “no caer nunca en la tentación de una misión unilateral, en el personalismo de quien habla y no escucha”, y buscar el “nosotros” y no el “yo”, “elegir siempre la comunión y no la distinción”. A los participantes les agradeció “por ser un ejemplo de una forma diferente de estar en las redes sociales, de vivir y evangelizar la cultura digital”, pidiendo “que el Señor nos ayude a ser la sal y la levadura de nuestro tiempo, con la misma humildad de la sal y la levadura”.
Seguir anunciando el Evangelio en las calles digitales
Finalmente, después de la Consagración Mariana y la Bendición, los dos miembros de la Asamblea Sinodal como representantes del Sínodo Digital, la Hna. Xiskya Valladares y José Manuel Urquidi, han dado sus testimonios. Una asamblea en la que muchos participantes han descubierto “que querían saber más”, como afirmó la religiosa. Eso ha llevado a que en la Segunda Sesión “casi todas las mesas han tratado el tema muy a fondo. Ahora se habla que, para ser una iglesia sinodal en misión, también hay que estar en la misión digital”, el Papa Francisco y los obispos conocen esta realidad, lo que ve como obra del Espíritu Santo. Para seguir el camino, pidió seguir trabajando, “sigamos anunciando el reino de Dios a través de las calles digitales, sin perder la esperanza, sin caer en el cansancio”, contando con la compañía y bendición del Señor.
Por su parte, Urquidi destacó la existencia de esta nueva frontera misionera, en la que “hay que ir a inculturizar el Evangelio”. Los obispos reconocen “que desde hace tiempo hay esfuerzos importantes para evangelizar en internet de personas en sus demarcaciones territoriales”, y han empezado a hablar de “ser una Iglesia en salida en las periferias existenciales del internet”, pues lo ven “como una respuesta muy concreta a como ser una Iglesia sinodal misionera hoy”.
“Sigamos caminando juntos en esta misión digital, cada uno en su comunidad, en sus movimientos, en sus realidades, con sus carismas, pero todos unidos en la Iglesia”, destacó Mons. Lucio Ruiz en sus últimas palabras, invitando a que “sigamos soñando juntos y haciendo cosas hermosas que muestren la alegría de Dios en un mundo que necesita esperanza”.