El ansia de popularidad de muchos niños inspirados en “youtubers” de éxito les hace sobreexponer su identidad en la red y lanzarse a acciones nada recomendables, como autorretratarse con el móvil en situaciones muy peligrosas solo para ganar fama, según el libro “Mi vida por un like”, recién publicado.
(efefuturo.com).-Su autor es el periodista David Ruipérez quien advierte en declaraciones a EFEfuturo del peligro de este desmedido interés de muchos niños por parecerse a esos influenciadores en internet, cuya fama es alimentada por los miles de admiradores que les siguen y que les hacen ganar mucho dinero de las marcas por el enorme público al que atraen.
Los padres deben informarse sobre esos “nuevos ídolos” de sus hijos porque tienden a imitarlos a cualquier precio, advierte el autor de este libro de Arcopress (Grupo Almuzara), quien además es colaborador de varios medios, autor de otros libros divulgativos y coordinador de contenidos en el Departamento de Comunicación del Consejo General de Enfermería de España.
El experto anima además a los progenitores a documentarse y conocer cómo usan sus hijos las redes sociales, porque “no tiene nada que ver cómo lo hacen ellos a cómo lo hacen los adultos”, añade el experto.
“Los chicos ven que hay gente superjoven que graba vídeos y los cuelga en internet, y por ello les pagan un dineral y se hacen famosos. Quieren ser como ellos”, advierte Ruipérez.
Riesgos innecesarios no reparables
En busca de ese éxito social en las redes, muchos chicos se autorretratan en situaciones extremas y peligrosas y otros posan con fotos sensuales que cuelgan en internet normalmente más las chicas, bajo el riesgo innecesario de no poder retirarlas nunca en caso de arrepentirse por ello en el futuro, añade.
Los padres “estamos muy ciegos”, porque esa supuesta tranquilidad ficticia de ver a los hijos en casa en lugar de en cualquier otro lugar de la calle con no se sabe quien no es suficiente para garantizar su seguridad cuando lo que hacen es exponer desde el sofá su identidad en internet, añade el experto.
Ruipérez reconoce que las redes sociales son “una potente herramienta de comunicación”, pero hay que saber mantener su control y enseñar a los niños y a los jóvenes a usarlas “de forma adecuada”.