“La Asamblea Eclesial, los desafíos de la Iglesia, la misión en tiempos de pandemia y su postura ante los cambios culturales del continente”, fueron algunos de los temas abordados por el Presidente del CELAM, Monseñor Miguel Cabrejos Vidarte y el Secretario de Acción Pastoral, Mauricio López Oropeza en una entrevista con Bernardo Barranco del programa Sacro y profano.
(vaticannews.va).-“La Asamblea Eclesial es una experiencia inédita para la Iglesia continental que toma como punto de referencia la teología del pueblo de Dios, es decir, la participación de todos”, lo dijo Monseñor Miguel Cabrejos Vidarte, Presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), en una entrevista concedida al programa “Sacro y profano”, del canal Once de México. Según informó la Oficina de Comunicaciones del CELAM, se trata del primer programa de dos emisiones especiales en las que estará como invitado, junto al Secretario de Acción Pastoral, Mauricio López Oropeza, para profundizar en los avances de la próxima Asamblea Eclesial y las expectativas sobre los procesos pastorales que espera generar en todo el continente a partir de la experiencia de la sinodalidad.
Monseñor Cabrejos: la escucha el principio que orienta la acción
En su intervención Monseñor Miguel Cabrejos habló de los antecedentes de la Asamblea Eclesial y la propuesta del Papa Francisco de continuar con la implementación de la propuesta pastoral de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe efectuada en Aparecida hace 14 años; antes de pensar en una sexta conferencia exclusiva para los Obispos del continente.
De ahí, la propuesta de realizar una Asamblea Eclesial, una experiencia inédita para la Iglesia continental que toma como punto de referencia la teología del pueblo de Dios, es decir, la participación de todos. Una construcción colectiva que analiza la realidad, plantea los desafíos y ofrece caminos para iniciar un nuevo itinerario en donde la gente opina, discute, propone y actúa porque se reconoce como un miembro valioso y determinante para la Iglesia.
Así el principio fundamental que orienta todas estas acciones es la escucha, porque valora los aportes del otro y facilita la aplicación de los principios del Concilio Vaticano II. Experiencia que hacia el futuro puede convertirse en una metodología susceptible de ser replicada en la Iglesia universal a partir de lo vivido en América Latina y el Caribe.
Mauricio López: un proceso en el que caminamos juntos
Por su parte, Mauricio López hizo énfasis en que la Asamblea Eclesial no es un evento, sino un proceso en el que caminamos juntos y juntas, acogiendo la invitación del Papa Francisco de invertir la pirámide y seguir la vivencia del Sínodo Especial para la Amazonía y los grandes aprendizajes que generó.
Esto implica no excluir a nadie, más bien invita a dirigirse a quienes nunca fueron consultados o valorados en su opinión, considerando la diversidad de carismas y la igualdad de compromisos que tenemos como creyentes. Ideales que en la organización de la Asamblea Eclesial se aterrizaron en una serie de fases que permitieron definir los contenidos, elaborar los documentos para provocar la reflexión, concebir actividades para propiciar la participación, animar la escucha y el intercambio de saberes con la esperanza de que cada uno se apropie de las temáticas y los aportes se sientan desde cada realidad.
De esta forma la Asamblea Eclesial ya empieza a transformar la realidad de la Iglesia en tanto interpela a todos para reflexionar, hablar y proponer con un ritmo innovador que no busca fragmentar sino abrir nuevos caminos para que la iglesia siga su proceso de acercarse decididamente a la realidad de los creyentes.