(www.weforum.org) – En América Latina la brecha de educación es predominante, ya que la mayoría de los niños latinoamericanos no recibe una educación pertinente y de alta calidad. Jordi Botifoll, presidente de Cisco Latin America, propone lo siguiente.
Vivimos en la era de la digitalización. Las tabletas digitales están reemplazando a los libros, recibimos las noticias a través de alimentación de RSS en vez de periódicos, los “álbumes” se lanzan como archivos MP3 y dentro de poco los vehículos andarán por sí solos.
Sin embargo, al mismo tiempo, mucha gente no tiene suficiente comida para alimentarse, ni atención médica de confianza, ni una educación adecuada.
De hecho, los estudios demuestran que más de 250 millones de niños de entre aproximadamente 9 y 11 años no saben leer, escribir ni hacer cálculos matemáticos básicos.
En América Latina la brecha de educación es predominante, ya que la mayoría de los niños latinoamericanos no recibe una educación pertinente y de alta calidad.
Según Worldfund, aproximadamente 22,2 millones de niños y adolescentes en América Latina no van a la escuela o corren el riesgo de dejar la escuela cada año. El resultado es que demasiados jóvenes latinoamericanos que ingresan en el mercado de trabajo carecen de las habilidades necesarias para encontrar un trabajo digno y participar en una economía cada vez más competitiva, enriquecida por información y globalizada.
El activo competitivo más importante que tiene América Latina es su juventud. El uso de la tecnología para digitalizar la educación a lo largo de la región llevará a más innovación, inclusión social, creación de empleos y competitividad nacional.
Según analistas industriales, ya hay 150.000 puestos de empleo en información y tecnología (TIC) pero faltan trabajadores cualificados para ocuparlos. A su vez, la automatización está reemplazando rápidamente a los empleos que requieren trabajo manual no especializado.
Para tener éxito, los latinoamericanos tienen que aprender nuevas habilidades y competencias como el pensamiento crítico.
Aprender a hablar inglés es otra habilidad que los latinoamericanos deberían dominar, sin embargo, el país tiene una falta de profesores de inglés cualificados, y ni qué decir de profesores que pueden transmitir las habilidades técnicas que más se necesitan en esta nueva economía digital.
La solución: digitalizar la educación.
Según School Connectivity for the 21st Century, Internet ofrece una oportunidad única para solucionar retos en las clases y mejorar la educación.
Digitalizar la educación tiene el poder de transmitirle a los alumnos las habilidades que necesitan para generar una fuerza de trabajo más preparada, crear empleos, y, por último, conseguir que las empresas latinoamericanas sean más competitivas en un mercado global.
Sin embargo, América Latina carece de la infraestructura de conectividad que hay en otras regiones. Según el Informe Global de Tecnología de la Información 2015, en una comparación entre 143 países sobre el uso e impacto de las tecnologías de comunicación e información, el país latinoamericano que se posicionó más alto fue Chile, en 38º lugar.
Ricardo Santos, líder de Educación Digital de Cisco América Latina ve cómo la educación digitalizada puede hacer una gran diferencia en esta región: “Sin la infraestructura técnica, uno limita el conocimiento que puede haber en su ciudad o en su barrio. La conectividad digital permite que uno busque información nueva, soluciones nuevas para resolver problemas. Los estudiantes latinoamericanos pueden tener acceso a los mejores profesores y a bases de datos en el mundo. Sin fronteras. Sin límites”.
Imaginen:
● Una clase en un pueblo rural en Uruguay donde los profesores alrededor del mundo aparecen en pantallas para enseñar un inglés perfecto.
● Un ex miembro de una pandilla en México que aprende habilidades informáticas y abre una empresa de consultoría lucrativa.
● Una mujer en Costa Rica que por fin puede empezar a alimentar a su familia porque el mercado para su pequeño negocio de artesanías se expandió rápidamente a través de una página web.
Todo esto está ocurriendo. Y el acceso a Internet hace que sea posible.
Cambiando cómo aprenden los alumnos latinoamericanos.
Hace poco Cisco anunció una alianza con CAF – Banco de Desarrollo de América Latina y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) de las Naciones Unidas, con el objetivo de conectar las clases a Internet para mejorar la calidad de la educación en América Latina.
El Plan Ceibal, una iniciativa uruguaya para digitalizar la educación en Uruguay, está avanzando bien en este tema.
Antes del programa, el 43% de las escuelas primarias en el país no tenían computadora. Si la tenían, era más probable que existiera en una escuela privada adinerada. Las escuelas públicas de bajos ingresos tenían un promedio de una PC por cada 78 alumnos.
A través del Plan Ceibal, Uruguay se convirtió en uno de los primeros países del mundo en ofrecerle una laptop a cada alumno de primaria. Pero una laptop no sirve de mucho sin conexión a Internet.
El programa del Plan Ceibal también lleva profesores de inglés especialistas a la clase vía vídeo. Ahora casi 80,000 alumnos en Uruguay están aprendiendo inglés a través de este sistema de videoconferencia. Hay otras iniciativas parecidas llevándose a cabo a lo largo de toda América Latina.
El Teacher’s College de la Secretaría de Educación en São Paulo, Brasil, es otro gran ejemplo de cómo la digitalización ha transformado el proceso de capacitación de profesores.
A través de la conectividad, video y colaboración en una infraestructura de red, más de 270,000 profesores de escuelas públicas recibieron capacitación, lo que contribuyó con mejoras significativas en la calidad de la educación en el estado.
Las habilidades necesarias para los empleos del futuro.
Pero alguien tiene que construir y mantener esta nueva red. A través de Cisco Networking Academy, más de 5.5 millones de estudiantes han participado en cursos TIC y se convirtieron en motores de cambio en la economía global.
Academy también le ha dado a un millón de estudiantes de más de 30 países las habilidades que necesitan para ocupar posiciones de trabajo en demanda. Los estudiantes de Academy no solo aprenden a construir, operar, gestionar y solucionar redes, sino que también aprenden sobre temas del momento como seguridad cibernética e Internet de las Cosas (IoT por sus siglas en inglés).
Algunos están aprendiendo a comercializar y cobrar por sus servicios, para que cuando se gradúen puedan entrar directamente al mercado laboral y ser exitosos.
El currículo de Academy, gratis para universidades, facultades y secundarias, ha evolucionado en los últimos 19 años, a medida que organizaciones de investigaciones como el Grupo Gartner ayudan a identificar las habilidades más necesarias y vendibles, así como también el futuro del mercado laboral.
Academy está funcionando. El 95% de los alumnos que completaron los cursos CCNA, CCNP o cursos más altos del Academy consiguió empleo o pasó a educación superior. El 78% obtuvo oportunidad laboral y el 54% consiguió un nuevo empleo gracias a las habilidades adquiridas durante el programa.
¿Cómo es el éxito?
Podemos preguntarle a Daniel, de la Ciudad de México, que empezó a consumir drogas a los 14 años y salió de la escuela. Se enteró del Cisco Networking Academy a través de una clínica de rehabilitación juvenil, donde 300 pacientes y sus familiares completaron el programa entre el 2008 y 2015.
Con sus nuevas habilidades, Daniel pudo abrir un taller de reparación de computadoras y volvió a la escuela para estudiar matemáticas e ingeniería.
O Luis, al que echaron de la escuela tras meterse en una pandilla. Trabajaba en un empleo de salario mínimo en un parque local cuando se enteró de un programa local que une el trabajo del curso de Cisco Networking Academy a la capacitación empresarial.
Esta alianza entre Cisco, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID por sus siglas en inglés), World Learning, y la Secretaría de Educación Pública mexicana le brinda apoyo a jóvenes en riesgo ya que aumenta el número de trabajadores cualificados en el norte de México.
Tras graduarse del programa, Luis abrió una empresa de soporte de redes. Expandió su empresa y contrató a otros alumnos del mismo programa. Él y sus empleados están ganando bastante más que un salario mínimo. Y no se meten en problemas.
Chicos como Luis y Daniel representan el futuro de América Latina. A medida que la conectividad a Internet y la educación digitalizada se vuelvan más fuertes, el futuro será más brillante no solo para los jóvenes, sino también para todas las personas de esta gran región.