La IA podría fortalecer los esfuerzos de evangelización digital, ayudándonos en la gestión de redes sociales y en la comunicación con los feligreses de forma más ágil y directa
Su implementación requiere de un enfoque ético riguroso alineado con la Doctrina Social de la Iglesia
El próximo 24 de octubre en el Hub de Empresas de Banco Sabadell sito en Valencia se realizará una sesión formativa para profundizar en como la IA puede facilitar la gestión en las entidades del tercer sector, si quiere asistir tanto de forma presencial como online, puede hacerlo registrándose en el siguiente enlace
(religiondigital.org/).-En un mundo cada vez más digitalizado, la Iglesia Católica, como el resto de la sociedad, enfrenta el reto de adaptarse a las nuevas tecnologías, pero en su caso sin comprometer su misión. La inteligencia artificial (IA), una de las herramientas más disruptivas de la actualidad, ofrece numerosas oportunidades para mejorar entre otros, la eficiencia en la gestión de recursos, profundizar en la relación con los feligreses o fortalecer su labor caritativa. Sin embargo, su implementación requiere de un enfoque ético riguroso alineado con la Doctrina Social de la Iglesia.
Preguntaba hace unos día a ChatGpt como podía ayudar la IA a las instituciones de la Iglesia y a entidades del Tercer Sector, puede ver la respuesta completa en el enlace.
Como resumen y focalizando únicamente en la Iglesia Católica, a continuación, extraigo lo más significativo de esta consulta.
La Iglesia puede beneficiarse de la inteligencia artificial (IA) en múltiples áreas clave, por ejemplo:
La optimización de recursos financieros, que permitiría predecir donaciones, analizar con detalle colectas, facilitar la realización de la contabilidad y por tanto ayudarnos en la corresponsabilidad y transparencia, siendo también de gran ayuda en la gestión activos, por otro lado, nos puede ayudar en la comunicación con los feligreses, automatizando y personalizando comunicaciones con menos recursos, generar recordatorios y ayudar en la gestión de los registros propios. En el ámbito de la gestión, la IA puede asistir a sacerdotes en tareas administrativas, algo muy demandado hoy en día, liberando tiempo y recursos para otras acciones propias del párroco.
Ejemplo análisis de colectas con cepillos electrónicos
Además, la IA ofrece oportunidades para la formación mediante plataformas de aprendizaje adaptativo y cursos personalizados. En cuanto a la labor social, su capacidad para distribuir recursos de forma más eficiente y medir el impacto de los proyectos puede ayudar sin dudas a potenciar la misión caritativa de la Iglesia. La IA también puede contribuir a la preservación del patrimonio religioso a través de la digitalización, clasificación y puesta en valor de los archivos históricos y en general del patrimonio.
También debe ser un desafío como sociedad que su acceso sea asequible y universal, que nadie se quede atrás de este impulso, en definitiva que su implantación vaya orientada al bien común y evite la exclusión social
Finalmente, la IA podría fortalecer los esfuerzos de evangelización digital, ayudándonos en la gestión de redes sociales y en la comunicación con los feligreses de forma más ágil y directa. Todo esto, por supuesto, debe implementarse bajo principios éticos que promuevan el bien común y la dignidad humana, asegurando que está tecnología sirva para ayudar y continuar con la misión de la Iglesia en el siglo XXI.
Añadiría, como he apuntado en otras ocasiones, que también debe ser un desafío como sociedad que su acceso sea asequible y universal, que nadie se quede atrás de este impulso, en definitiva que su implantación vaya orientada al bien común y evite la exclusión social.
