Formación

Entrevista: Los padres en internet deben ser educadores

(www.welivesecurity.com) En noviembre de 2016 fui invitado a una entevista con Craig Williams, dueño de una compañía llamada Gigabyte IT, en Saint FM. Es una estación de radio comunitaria en la Isla Santa Elena, ubicada en el océano Atlántico, donde Napoleón Bonaparte pasó los últimos seis años de su vida y que solo recientemente comenzó a beneficiarse de los teléfonos móviles. Craig llegó a mí por un artículo en el contribuí con consejos de seguridad en Internet para padres y niños hace un tiempo. Y por el milagro de la tecnología de Internet pude participar de la entrevista mientras estaba en Shropshire, Inglaterra, preparándome para un evento musical.

Ser padres e Internet

Aunque les aconsejo a todos los que estén interesados en la seguridad de Internet que lean ese artículo, donde muchas personas aportaron sus consejos, me gustaría mencionar que mi argumento principal es que los padres deben considerarse educadores y reconocer que nunca es demasiado pronto para ayudar a sus hijos a desarrollar un pensamiento racional y crítico sobre lo que ven en Internet, y aprender a confiar en su propio juicio.

LOS PADRES DEBEN CONSIDERARSE EDUCADORES

De todas formas, en este artículo quisiera compartir las preguntas que me hizo Craig con la transcripción (ligeramente modificada) de mis respuestas. Creo que la tercera pregunta es particularmente interesante: muy pocas veces tenemos la oportunidad de conversar con gente que se encuentra en un estado de transición entre el teléfono fijo y el smartphone.

¿Qué consejo le darías a un padre para que su hijo esté seguro online?

Si tu hijo sabe más que tú acerca de la tecnología, eso no significa que también sepa más sobre seguridad personal. Los niños y los adolescentes suelen ser bastante indiferentes acerca de los riesgos de la tecnología, ya que crecieron con ella. Sin embargo, no tienen la experiencia de vida que tú tienes. Hasta los adultos más expertos en tecnología suelen ser bastante ingenuos sobre lo que leen online, ya sea para caer en las estafas o para propagar engaños. A menudo oímos que los ancianos son las personas que corren el mayor riesgo en Internet, pero de hecho, a veces son más capaces de extrapolar su experiencia del mundo previo a la Internet al mundo online.

Como padre, parte de tu responsabilidad es aprender lo suficiente sobre temas de seguridad para poder educar a tu hijo. En el siglo XXI, esto también incluye la ciberseguridad. Es cierto que la mayoría de la gente quiere proteger a sus hijos desde el principio, pero es igual de importante enseñarles a protegerse para los momentos en que los padres no estén presentes. Y nunca es demasiado pronto para iniciar el proceso.

Por supuesto, la edad en la que los niños se exponen por primera vez al mundo online ha disminuido mucho en los últimos años. Pero también es una buena idea inculcarles un sentido de precaución antes de que tengan la edad suficiente para pensar que saben más que tú.

Mientras tanto, no tengas miedo de tomar el control restringiéndoles el acceso. Aunque ahora es mucho más difícil hacerlo de manera generalizada por la gran cantidad de dispositivos, aún es posible en una PC familiar compartida, por ejemplo. Pero siempre debes explicarles por qué lo estás haciendo: después de todo, no son ellos en los que no confías, sino las personas con malas intenciones que rondan por allí.

Como experto profesional en seguridad, ¿qué consejo les darías a los niños sobre la presencia online?

Las personas con las que se reúnen y hablan online no siempre son quienes dicen ser: es muy fácil pretender ser alguien que no eres. En los medios sociales, por ejemplo, a menudo no hay controles de identidad: muchas veces basta con que la persona se registre usando información falsa.

Pocos días después de esta entrevista, mi amigo y colega Urban Schrott me señaló un artículo en The Irish Sun donde se afirmaba que la aplicación móvil “Tinder for teens” no tenía ningún control para validar la identidad ni la edad de los nuevos suscriptores. Urban comentó que “cualquier aplicación, por más que solo sea un juego, destinada a niños menores de edad y que permita la interacción directa con otros usuarios, atraerá automáticamente la atención de los depredadores online, los abusadores de la privacidad y los acosadores cibernéticos”.

También a veces es fácil para los delincuentes tomar el control de una cuenta que pertenece legítimamente a otra persona y hacerse pasar por el otro. Los servicios deberían proteger la información de sus usuarios, pero aunque así sea, no siempre lo hacen de manera efectiva.

No es ningún consuelo que te hagan daño y que la culpa sea de Facebook o Twitter o WhatsApp, en lugar de tuya. El daño ya está hecho.

Nunca debes asumir que todo lo que lees en Internet es cierto, incluso aunque esté escrito o sea transmitido por alguien en quien confías. Mucha gente comparte las cosas que lee sin verificar los hechos, porque lo que lee coincide con sus propias opiniones y expectativas.

Seguramente expresaría todo esto con palabras más simples si estuviera hablando con gente muy joven. Y de la misma manera, cuando solía conversar con los adolescentes de la escuela secundaria que estaban trabajando para sus exámenes de GCSE* en Tecnología de la Información, lo hacía con terminología más técnica, incluso aunque no tuvieran el mismo entendimiento que un graduado en Ciencias de la Computación.

En la isla Santa Elena, que tiene una población de alrededor de 4.000 personas, donde el acceso móvil recién comenzó a estar disponible a principios de este año, ¿qué crees que se debe implementar para proteger a los niños contra la captación de menores online y el acoso cibernético?

Cuatro mil personas es un número suficientemente grande para que se lleven a cabo acciones desagradables y abusivas sin el conocimiento de las autoridades y otros adultos responsables. Mi primer teléfono móvil ni siquiera era capaz de enviar y recibir textos, pero supongo que en esta isla la gente saltó directamente a la era del smartphone, es decir que cuenta con conectividad a Internet además de llamadas telefónicas y mensajería por SMS.

Los niños en el Reino Unido tienen un teléfono propio a una edad muy temprana en la actualidad, pero tal vez la presión de los pares todavía no sea un problema en Santa Elena. De ser así, tal vez tendrán tiempo para pensar cómo lidiar con los inconvenientes que surgen con la telefonía juvenil. Por otro lado, los riesgos ahora son mucho más amplios que el robo y el bullying por mensajes de texto, porque las funcionalidades de Internet disponibles en los smartphones y las tabletas son casi equivalentes a las disponibles en computadoras de escritorio y portátiles, hasta donde lo permita el ancho de banda.**

Sugiero que la isla Santa Elena se asegure de crear una fuente de información confiable sobre temas como el acoso cibernético, la captación de menores online, las comunicaciones encubiertas entre los pedófilos, y las buenas prácticas de seguridad de los servicios de Internet y los dispositivos. Toda esa información debe estar disponible para los padres, los maestros, y las agencias de aplicación de la ley, de modo que pueda ser transmitida de manera adecuada a las víctimas potenciales.

Conclusión

Quiero destacar que este último punto es tan cierto para la isla Santa Elena como para todas las demás partes del mundo. Ninguno de los comentarios que hice aquí son exclusivos para la isla. Sin embargo, tal vez la comunidad de Santa Elena puede aprender algo de los errores que hemos cometido en otras partes del mundo donde la tecnología ha progresado más y con mayor rapidez. Ciertamente hay que felicitar a Craig por darse cuenta de la necesidad de planificar a futuro, cuando el resto del mundo online en muchos aspectos todavía no ha llegado a penetrar en su comunidad. Espero que mis ideas hayan sido de ayuda.

*En las escuelas de Santa Elena se enseña según el English National Curriculum, adaptado para uso local.

**Según Wikipedia, la isla actualmente depende de un único, saturado y caro enlace por satélite para la banda ancha.

Autor: David Harley

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