Hemos escrito en varias ocasiones el gran ‘peso’ que lleva cargando Twitter desde hace años. Se trata del acoso y del discurso de odio en la red social. La compañía ha lanzado diversas herramientas y nuevas funciones que buscan disminuir los casos de este tipo en la plataforma. Y hoy en día, el asunto se está volviendo mucho más grave que una simple queja por parte de los usuarios. Las personas se están retirando de Twitter, dice Wired.
La semana pasada, la compañía suspendió por un tiempo algunas funciones de la cuenta de la actriz Rose McGowan, que estaba comentando sobre el caso de supuestos abusos sexuales por parte de Harvey Weinstein, un reconocido productor de Hollywood. Como forma de protesta, cientos de mujeres en el mundo boicotearon Twitter por 24 horas, con el #WomenBoycottTwitter.
El pasado viernes, el CEO de Twitter, Jack Dorsey anunció nuevos planes para ser más agresivos frente al abuso. La compañía presentó nuevas reglas para suspender comentarios sexuales, desnudos no consensuales, símbolos de odio, grupos violentos y tuits que glorifiquen la violencia. Así lo anunció Dorsey a través de un hilo de tuits.
El comité que se encarga de estos asuntos, llamado Trust and Safety Council, se reunió ayer y comunicó un plan detallado sobre las nuevas reglas que Twitter planea implementar en las próximas semanas.
Twitter no ha logrado sus objetivos
Los nuevos planes tienen con objetivo expandir las funciones de prevención más allá de solo pornografía o grupos específicos como los Nazis. Se va a permitir a las víctimas reportar situaciones como propuestas sexuales no deseadas o desnudos no consensuales, bajo otras nuevas categorías. La compañía también planea esconder los símbolos de odio con una advertencia de ‘imagen sensible’, aunque aun no se ha definido qué califica como símbolo de odio.
Estas nuevas estrategias serán comunicadas más adelante en forma de funciones específicas dentro de las opciones de reportes de la red social. Muchos usuarios en Twitter le han respondido a Dorsey con sugerencias que ellos consideran necesarias para que este tipo de acciones de verdad hagan la diferencia. Ya hemos pasado por varios lanzamientos de nuevas herramientas y el problema no parece haberse aminorado significativamente.
Hace unas semanas, la compañía publicó su reporte anual de transparencia en el que se reveló que solo una pequeña parte de los reportes que recibe se traducen en acciones contra las cuentas atacantes. Y eso que el informe solo contó las quejas del gobierno, y no las del público en general.