La web parece estar desafiando todo el sentido económico que conocemos. Si el acceso a la mayoría de los sitios web es gratuito, ¿qué consiguen a cambio todas las empresas que gastan fortunas en sus sitios web?
En este nuevo negocio de la información la moneda de cambio, no es tanto el dinero físico como los datos y características del usuario potencial del entorno web.
Así vemos como nuestra privacidad se diluye, se trafica con ella, en favor de los intereses económicos de las grandes empresas virtuales.
Ete documental de la BBC nos aproxima al afán de los anunciantes por descubrir lo que tecleamos en Google y lo que estarían dispuestos a pagar por influir en el resultado de lo que vemos cuando pulsamos ‘Buscar’.
Sin embargo, Google está dirigiéndose hacia el desarrollo de redes sociales como Facebook que requieren de claves de acceso.
¿Se convertirán estas redes invisibles en una web paralela?