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El debate. El mundo virtual es parte de la vida cotidiana. He aquí cómo experimentarlo

En Génova, la presentación del libro de Fabio Bolzetta «La Chiesa nel digitale». Reunión asistida tanto en número como en interés.

(weca.it).-En la Iglesia de los Santos Cosme y Damián de Génova, la más antigua de la archidiócesis, el vicario episcopal para el anuncio del Evangelio, Don Gianfranco Calabrese, inauguró el 15 de febrero el encuentro de formación promovido por la UCSI Liguria junto con la Oficina Diocesana de Comunicación Social y la Asociación de Web-Católicos Italianos (WECA). El P. Calabrese reiteró la utilidad de proponer espacios para la reflexión, encontrando apropiado el título del volumen: la Iglesia no es digital, y lo digital no es solo una herramienta, que debe gestionarse de la mejor manera posible, sino un lugar y una cultura, que influyen en la mentalidad de las personas.

Sobre el contenido del volumen destacó la sección «herramientas y propuestas», porque considera necesario inventar nuevos espacios de comunicación, experimentar con nuevas iniciativas en las comunidades. La primera sección del libro «La Iglesia en lo digital», promovido por la asociación WECA, está de hecho dedicada a «Reflexionar». Es la actitud indispensable hacia una realidad tan presente en nuestra vida cotidiana. Puede ser útil, de hecho, «aprender a usar» las diversas herramientas que la tecnología digital pone a disposición en las más diversas actividades humanas, pero es mucho más importante entender a dónde nos está llevando el mundo de la tecnología. La «transición digital» es un fenómeno ya en marcha, con profundos efectos en los individuos, en las relaciones humanas, en las relaciones sociales. Se vuelve más oportuno que nunca identificar sus diversas facetas para equiparnos para esa «ecología integral» que el Papa Francisco nos indica en Laudato si’, como una forma de lograr una «buena vida» con respeto por la persona y el medio ambiente en el que vivimos, tanto el entorno de la naturaleza como el construido por la tecnología.

Las características más llamativas del nuevo mundo digital se pueden resumir en tres aspectos: la vida es cada vez más «onlife», conectada a la red, de modo que lo real y lo virtual tienden a coincidir; los datos y los algoritmos están cada vez más estrechamente entrelazados, porque solo los algoritmos permiten moverse en la cantidad infinita de información de la «infosfera»; las técnicas de inteligencia artificial se vuelven predominantes. . Las consecuencias sobre la vida humana aún no se comprenden completamente, también porque los efectos son ambivalentes y no se refieren solo a los aspectos prácticos. La elaboración de perfiles de usuario, por ejemplo, nos permite ofrecer servicios personalizados según las necesidades del cliente, pero también se utiliza para difundir opiniones, propaganda política o comercial, de manera más efectiva. Los motores de búsqueda, necesarios para encontrar la información que nos interesa en la red, son capaces de explorar sólo una pequeña parte de lo que está presente en la red, mientras que mucho más permanece oculto.

Finalmente, la inteligencia artificial está desarrollando técnicas cada vez más sofisticadas para imitar el comportamiento humano. El mundo digital representa un gran recurso, pero nos obliga a preguntarnos en qué consiste la inteligencia, qué características tienen las emociones, qué es la comunidad y en qué se convierte. Para «hacer buen uso» del nuevo potencial digital, se necesita un compromiso educativo, no solo la formación técnica, porque están en juego cuestiones éticas y actitudes culturales. Los desafíos de lo digital deben afrontarse desarrollando el pensamiento crítico, un sentido de responsabilidad individual y social, competencia, para identificar los límites y riesgos de la aplicación de las tecnologías en diversas áreas de la vida humana y dirigir las aplicaciones digitales hacia el bien del hombre y de toda la humanidad.

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