La Fabbrica di San Pietro del Vaticano recibe un desafío del Papa Francisco: utilizar la tecnología moderna para preservar la Basílica de San Pedro de una «manera adecuada y constructiva».
(vaticannews.va).-El papa Francisco se reunió el lunes con una institución centenaria del Vaticano que se encarga del mantenimiento y la preservación de la Basílica de San Pedro: la Fabbrica di San Pietro.
Creatividad y responsabilidad
El Papa desafió a los miembros de la Fabbrica a utilizar las últimas tecnologías para ayudar en su ministerio apostólico. Advirtió, sin embargo, que deben usarse de una «manera adecuada y constructiva, ya que ciertamente tienen potencial, pero también son ambivalentes». De lo contrario, «es como si el marco se volviera más importante que la imagen».
Esta regla es esencial en el cuidado y conservación de la Basílica de San Pedro para garantizar que sea un «lugar vivo de fe e historia», dijo el papa Francisco. Para los millones de personas que vienen de todo el mundo a la Basílica, dice que debe ser un lugar donde todos se sientan bienvenidos: «los que tienen fe y los que buscan la fe».
El corazón de la Basílica de San Pedro
La tumba del apóstol Pedro se encuentra en el corazón de la Basílica. El Papa instó a la Fabbrica di San Pietro a llevar a cabo su trabajo de restauración de una manera que respete el carácter sagrado de la Basílica. Debe imitar la misión del primer Papa, acompañando a los peregrinos y apoyando su viaje.
Para ello, el Papa Francisco ofrece tres criterios: adoptar una actitud de oración, la mirada de fe y el tacto del peregrino. La primera requiere que la institución utilice la tecnología para evocar la participación interactiva de los visitantes, manteniendo al mismo tiempo la reverencia por el espacio. El segundo criterio es que su trabajo no se centre en promover un acercamiento turístico a la Basílica, sino en «invertir en nuevos medios para contar la fe de la Iglesia y la cultura que ha formado». La tercera consiste en poner el arte escultórico, pictórico y arquitectónico «al servicio del pueblo de Dios».
Una misión oculta
Más allá del trabajo físico en la Basílica, el Papa también centró su atención en «otra obra de arte» que tiene lugar en este espacio sagrado. Reflexionó sobre el papel de los confesores, expresando su deseo de que siempre haya confesores disponibles para quienes visitan San Pedro. «En este mundo tan artístico y bello», dijo el Papa Francisco, «está también el arte de la comunicación personal», que incluye que los confesores «deben perdonar todo». No importa quiénes sean o de qué religión, el Papa instó: «Que nadie se vaya sin una bendición».
Una institución centenaria
Fundada el 18 de abril de 1506 por el papa Julio II, la Fabbrica di San Pietro se encarga de «todo lo que concierne a la basílica papal de San Pedro, que conserva la memoria del martirio y la tumba del Apóstol», como señaló el papa Francisco en Praedicate Evangelium.