Francisco encuentra a consagrados y consagradas, laicos y laicas unidos por el carisma de San José de Calasanz, fundador de las Escuelas Pías y de la Orden de los Escolapios, en el 75 aniversario de la creación, y les invita a mantener su talento en el «cuidado del crecimiento integral de la persona», en un mundo que empuja a los jóvenes a la fragmentación de sentimientos y conocimientos y al individualismo. El Papa les pide también que insistan en las relaciones «normales» y no «virtuales»
(vaticannews.va).-Mantened, en vuestras opciones, la misma «valiente docilidad a la Providencia» de vuestro fundador, san José de Calasanz, «la misma apertura y la misma disponibilidad» en «aventurarse, para responder a las necesidades de los pobres, por caminos distintos de los ya recorridos en el pasado». Y mantener el «talento carismático» de las Escuelas Pías para «cuidar el crecimiento integral de la persona», en un mundo que empuja cada vez más a los jóvenes a la «fragmentariedad en los sentimientos y en el conocimiento» y al individualismo en las relaciones. Esta es la invitación que el Papa Francisco dirige a los miembros de la Familia Calasancia, consagrados, consagradas, laicos y laicas, recibidos esta mañana en el Aula del Consistorio, con motivo del 75 aniversario de su nacimiento. En cuatro continentes, la Familia está unida, recuerda el Papa, «en el carisma educativo del Patrono universal de todas las escuelas populares cristianas del mundo, san José de Calasanz», y pronto celebrará, en 2025, el centenario de la muerte de dos de los fundadores, san Faustino Míguez y la beata Celestina Donati.
No planes predefinidos, sino necesidades
Así nacieron, recuerda, las Escuelas Pías, no gracias a «un plan predefinido y garantizado, sino a la valentía de un buen sacerdote que se dejó implicar en las necesidades del prójimo, allí donde el Señor se las ponía delante». A sus hijos espirituales, el Papa Francisco les pide a continuación, citando su exhortación apostólica Evangelii gaudium, que «mantengan, en sus opciones, la misma apertura y disponibilidad, sin calcular demasiado, superando miedos y vacilaciones, sobre todo ante las muchas y nuevas pobrezas de nuestros días.
No tengáis miedo de aventuraros, para responder a las necesidades de los pobres, por caminos distintos de los recorridos en el pasado, aun a costa de revisar esquemas y redimensionar expectativas. En este abandono confiado están vuestras raíces, y permaneciendo fieles a ellas mantendréis vivo vuestro carisma.
El cuidado del crecimiento integral de la persona
Sobre el segundo aspecto, «el cuidado del crecimiento integral de la persona», el Papa reitera que «la gran novedad de las Escuelas Pías fue enseñar a los jóvenes pobres, junto a las verdades de la fe, también las materias de educación general, integrando la formación espiritual e intelectual para preparar adultos maduros y capaces». Una opción profética en aquellos tiempos, comenta, «plenamente válida también ahora». Se trata, como repite a menudo Francisco, «de hacer unidad, en la persona, entre las “tres inteligencias”: la de la mente, la del corazón y la de las manos, de modo que se piense lo que se siente y se hace, se sienta lo que se piensa y se hace, y se haga lo que se siente y se piensa».
Hoy es muy urgente ayudar a los niños a hacer este tipo de síntesis, a «hacer unidad» en sí mismos y con los demás, en un mundo que, en cambio, les empuja cada vez más en la dirección de la fragmentación en sentimientos y conocimientos y del individualismo en las relaciones. El estilo educativo integral es un «talento carismático» muy importante que Dios os ha confiado, para que lo pongáis en práctica en la medida de vuestras posibilidades por el bien de todos.
Relaciones normales, no con el teléfono
Desde este punto de vista, el Papa Francisco pide «insistir en las relaciones ‘normales’, mirándose a los ojos y no las relaciones virtuales a través del teléfono móvil». Cuenta de un obispo que le relataba un almuerzo en un restaurante un domingo con sus primos: «En la mesa de al lado había una familia: papá, mamá, hijo e hija, los cuatro con los teléfonos móviles, no hablaban entre ellos. El obispo, muy imprudente, se levantó, se acercó y les dijo: ‘Miren, qué bonita familia, pero ¿por qué hablan con el teléfono? ¿Por qué no hablan entre ustedes, que es mucho más bonito?’. Lo oyeron, lo ‘mandaron al diablo’ y siguieron hablando así. Es terrible esto, una falta de humanidad».
Talento carismático
«Las tres inteligencias», insiste el Papa. «Es importante que los jóvenes hagan esta unidad en sí mismos, con los demás y con el mundo».
El estilo educativo integral es un «talento carismático» muy importante que Dios les ha confiado, para que lo pongan en práctica lo mejor posible para el bien de todos.
La importancia de caminar juntos
El Pontífice concluye subrayando la importancia de caminar juntos de la Familia Calasanziana. «Hombres y mujeres, consagrados, consagradas y laicos», en escucha del Espíritu. Han sentido la necesidad de «hacer familia», de unir sus esfuerzos y compartir sus experiencias «en una red de caridad, para el servicio de los hermanos. Es el estilo de Jesús, y también es el estilo de la Iglesia».
La Familia Calasanziana, unida desde 1949
Ayer, 27 de noviembre de 2024, se celebró el 75º aniversario de la constitución de la Familia Calasanziana, propuesta en 1949 por el entonces padre general de la Orden de las Escuelas Pías (Padres Escolapios), padre Vincent Tomek de Sant’Antonio, como una comunión en el espíritu y en la misión de San José de Calasanzio para los religiosos y las religiosas de las diversas Congregaciones que forman parte de ella, junto con los Padres Escolapios. Se trata de las Hijas de María, Religiosas de las Escuelas Pías (MM. Escolapias); el Instituto de las Escuelas de Caridad (PP. Cavanis); el Instituto Calasanzio, Hijas de la Divina Pastorella (RR. Calasanzianas); la Sociedad del Santo Nombre de Dios (Hermanas Cavanis); el Instituto de las Escuelas Cristianas en Voorselar; la Compañía de María, Instituto Provolo; las Pobres Hijas de San José de Calasanzio (Hermanas Calasanzianas); el Instituto de los Trabajadores Cristianos de San José de Calasanzio (PP. Kalasantiner); la Congregación del Sagrado Corazón de Jesús (Religiosos de Timon-David). Finalmente, los laicos y las laicas de la Fraternidad de las Escuelas Pías.Valiente docilidad a la Providencia
Francisco recordó que san José de Calasanz recibió de Dios la inspiración «de dedicar su vida a la educación de la juventud, especialmente de los jóvenes y de los pobres, como su “ángel custodio”», por utilizar la expresión con la que a él mismo le gustaba definir la misión del «maestro». Y subrayó «dos aspectos de vuestros orígenes que considero importantes para vosotros y para vuestro futuro»: la docilidad valiente a la Providencia y el cuidado del crecimiento integral de la persona. Hablando del primer aspecto, el Pontífice aclara que San José ‘de familia acomodada, probablemente destinado a una carrera eclesiástica’ no dudó en trastocar ‘los planes y perspectivas de su vida para dedicarse a los niños de la calle que encontraba en la ciudad’.