(revistaecclesia.com).-No solo el arzobispo de Valladolid, el cardenal Ricardo Blázquez, se ha convertido en youtuber a las puertas de cumplir 78 años (el primero de sus vídeos, del 16 de marzo, tuvo 6.000 visitas en 36 horas), sino que son muchos los párrocos de Valladolid que han hecho de la necesidad, virtud y se han lanzado a evangelizar en las redes sociales. Algunos como Álvaro de la Riva, vicario parroquial en Medina del Campo y párroco de Pozal de Gallinas, La Zarza, Bocigas y Puras, era ya un avezado tuitero, pero desde que el coronavirus obliga a permanecer recluidos por prudencia en los hogares, comparte también por Youtube su Eucaristía diaria. Luis Miguel Rojo, delegado de Cáritas diocesana y responsable de la unidad pastoral del Dulce Nombre de María y La Milagrosa, menos aficionado a las redes hasta el momento, ofrece también y en el mismo canal sus palabras de aliento, de fe y de invitación a la solidaridad.
Las redes sociales —y si no que se lo digan a las cofradías, que merecen un capítulo aparte por el enorme esfuerzo que están haciendo para que los vallisoletanos vivan entre sus paredes domésticas lo que acostumbraban a celebrar en la calle— son una valiosa herramienta para, como dice Ricardo Blázquez, “hacer que nuestras casas se conviertan en pequeñas iglesias”.
Juan Carlos Plaza, párroco de Íscar, mantiene más activo que nunca el blog de su parroquia con vídeos de la Eucaristía dominical, oraciones, información diocesana, etc., mientras que Javier Martínez Sastre, de la parroquia de La Magdalena de la capital, envía a sus feligreses por WhatsApp (texto y audios) los evangelios, comentarios a los mismos, recursos catequéticos y orientaciones para rezar en familia.
Uno de los veteranos en esto de la comunicación audiovisual diocesana es José Luis Rubio Willen, párroco de El Carpio, Bobadilla, Brahojos de Medina y Cervillego de la Cruz, que desde el minuto cero y gracias a su canal Cuatro Ermitas, no solo ofrece a los fieles sus Eucaristías del sábado (19h) y del domingo (13h), sino que pone a su disposición todo tipo de materiales audiovisuales para orar e, incluso, para poder disfrutar de las imágenes de sus templos en tiempos de pandemia.
Sería imposible resumir todas las propuestas diocesanas que en este sentido, y ante el llamamiento a la “imaginación pastoral en tiempos de coronavirus” formulado por Ricardo Blázquez y Luis Argüello, obispo auxiliar, están haciendo los sacerdotes: ahí están el contacto casi diario vía mail de José Ramón Peláez con sus feligreses de Olmedo y de Javier Carlos Gómez con los de San Miguel y San Nicolás. O los esfuerzos de Guillermo Camino en Zaratán: La parroquia de San Pedro ha complementado estos días su blog con un canal de Youtube. Las catequesis vía WhatsApp de los siempre activos Pavonianos de La Cistérniga, o las emisiones en directo de la eucaristía diaria de las 10 de la mañana en Facebook (parroquiadesanagustin-padresagustinos) de los Agustinos son solo otros botones de muestra. A todos ellos, y es bueno recordarlos, hay la labor de los más analógicos: Su trabajo al otro lado de la línea telefónica con las personas que están solas, o sus rezos en silencio, tampoco tiene precio.
Sin duda, una de las iniciativas más novedosas es la del párroco de Serrada y la Seca, Jesús García Gañán, que ha propuesto a sus fieles y a sus seguidores internautas en general, que conviertan su domicilio en lugar de oración: que preparen en un rincón dedicado al rezo (con una imagen del Señor o de la Virgen), que lo fotografíen y se lo hagan llegar a su número personal “para difundirlo y estar más unidos en la oración”.
A todos ellos se suman las propuestas celebrativas y de oración que hacen los medios de comunicación, cada vez más numerosas y con mayor número de feligreses, así como las de la web de la archidiócesis de Valladolid, donde hoy, como cada día del año, está a disposición de todos la homilía diaria del padre Juan Molina.
Y es que #YoMeQuedoEnCasa, pero también #SemanaSantaEnCasa
