El director del ‘l’Osservatore Romano’ y el secretario general y portavoz de la CEE participan en una mesa redonda en el marco de los 2000 números de ‘Catalunya Cristiana’
Explica que hace la Iglesia
“Por favor, adapten al siglo XXI!” – pidió el portavoz de la CEE-. Tamayo insistió en la necesidad de aplicar unos medios que busquen la “comunión social”, unos “medios que sean medios, y no fines en sí mismos”. En este sentido, recalcó la necesidad de romper con la “comunicación de partido” y alejarse de “las trincheras”. Caminar hacia una comunicación que informe sobre la “vitalidad cristiana que hay en el mundo” y apueste por la comunión de todos.
Tanto el profesor De Vian como Tamayo, recalcaron la necesidad de que la comunicación se dirija a las mayorías. Segun dijeron se tiene que comunicar la Iglesia a través de las historias que explican lo que hace. De este modo, tal como exponía Tamayo, habrá unos medios de información para todos, fuera de la política.
En relación a la comunicación institucional, aseguraron que “el mejor comunicador institucional es aquel que desaparece para que brille la institución que representa, es decir la comunidad que hace Iglesia”.
Tecnología en el ojo crítico
Respecto al papel de las nuevas tecnologías en la comunicación del siglo XXI, el portavoz de la CEE advirtió que estas no hagan perder la dimensión antropológica. “La comunicación eclesial ha perdido la palabra social”, dijo. Animó a todos los profesionales de la comunicación religiosa, presentes, a “rescatar la humanidad en el mundo de las tecnologías” y “reflejar la comunidad cristiana para que sepamos unos de otros”. “La comunicación no es una cuestión técnica de ingeniería, debe ser humana porque si no acaba siendo propiedad del poder”, añadió.
Este sentido social de la comunicación, lo defendió también el director del l’Osservatore Romano, Giovanni Maria Vian. Según argumentó, “aquellos que trabajan para comunicar deben mantener siempre el ojo crítico”. “Hay una crisis económica tan grande que hace que los periodistas se vendan al poder”, dijo. Subrayó que se debe transmitir la información, desde los nuevos recursos, pero sin perder el distintivo más humano. “Tenemos que ser críticos y no perder de vista que está en juego la imagen de la Iglesia”, dijo. Sobre todo, pidió una manera de mirar más allá del medio. Una “mirada internacional”, de puertas a fuera y mentalidad abierta.