Una pregunta frecuente es: ¿vale la confesión por whatsapp o por teléfono? Un sacerdote explica las razones por las que esto no es válido.
La confesión por whatsapp o por teléfono
(desdelafe.mx).-La Iglesia Católica ha mantenido durante siglos la práctica de la Confesión sacramental como un pilar fundamental en la vida espiritual de los fieles; sin embargo, con el avance de la tecnología y la aparición de nuevas formas de comunicación, surge la pregunta: ¿La Iglesia acepta la confesión a través de medios digitales como el celular, WhatsApp u otras plataformas en línea? La respuesta es: NO. ¡Veamos por qué!
El P. Salvador Barba, ex director de Liturgia de la Arquidiócesis Primada de México, explica que esta inquietud no es nueva, pues desde hace muchos años los fieles han buscado a los sacerdotes para solicitar la Confesión a distancia (en un principio, por teléfono tradicional), ya sea porque están enfermos, porque no pueden salir de casa o por alguna otra situación particular. Esto -dice el sacerdote- se acentuó con la pandemia de Covid-19.
La confesión es un sacramento presencial
La Confesión o Reconciliación es uno de los siete sacramentos de la Iglesia Católica, y requiere la presencia física del confesor y del penitente.
Este encuentro, cara a cara, no puede ser sustituido por un medio digital. Y es que, la presencia física no es sólo una formalidad, sino una manifestación tangible de la gracia de Dios que actúa a través de la Iglesia y de sus ministros.
El padre Barba es tajante:
“No se puede administrar la Confesión por whatsapp, por la misma sacralidad que implica el gran acontecimiento de la misericordia de Dios, que da el perdón de los pecados, que toca el corazón del hombre”.
El sigilo sacramental en peligro
Uno de los principios más sagrados de la Confesión es el sigilo sacramental, que es la obligación absoluta del sacerdote de no revelar nada de lo que se haya dicho en la Confesión. Cualquier brecha en este sigilo es considerada una falta gravísima.
Durante la pandemia de Covid-19, algunos sacerdotes brindaron a los enfermos auxilio espiritual a través de medios digitales, pero no administraron el sacramento de la Confesión, porque tenían claro que, de esta forma, el Sacramento no es válido.
Y cuando los fieles insistían en querer confesar sus pecados a distancia, los sacerdotes les recordaban, no sólo que no era válido, sino que les advertían de los riesgos que existen en el entorno digital a la confidencialidad, toda vez que las plataformas son vulnerables a hackeos, grabaciones no autorizadas o incluso a fallas técnicas que podrían comprometer la seguridad de lo que se comparte.
Los signos visibles de los Sacramentos
La Iglesia Católica también enseña que los Sacramentos requieren signos visibles que acompañen la gracia que otorga Dios. En el caso de la Confesión, esto incluye la imposición de manos en la oración de absolución por parte del sacerdote, elementos que no pueden realizarse a través de una pantalla.
Al respecto, el padre Salvador Barba apunta que “los Sacramentos están enmarcados en la vida de la comunidad, e implican el encuentro personal, individual e íntimo, de Dios con el hombre, que ofrece su amor al pecador arrepentido, a través del sacerdote”.
En caso de emergencia, ¿es posible la confesión por whatsapp?
¿Y en caso de que haya una situación de gravedad, como en peligro de muerte? El padre Salvador Barba señala: “basta con una confesión interna, con un acto de contrición perfecta; es decir, un arrepentimiento, pleno, sincero, perfecto. En este caso particular no se ocupa al sacerdote.”
Finalmente, el sacerdote de la Arquidiócesis de México recuerda un meme que surgió después de la pandemia, donde una abuelita le pide a su nieto que la acompañe a Misa, y el joven responde: “No, ya la estoy viendo por televisión”. Entonces, la ancianita le dice: “Ah, entonces, cuando tengas hambre, ahí le cambias a Master Chef”.
Y es que -apunta el padre Barba- “la Eucaristía es llenarnos de Dios, no sólo verlo, buscarlo o contemplarlo, sino alimentarnos de Él”.
Cabe recordar que en 2002 la Iglesia publicó el documento La Iglesia e Internet, en el que leemos (9):
“La realidad virtual no sustituye la presencia real de Cristo en la Eucaristía, ni la realidad sacramental de los otros Sacramentos, ni tampoco el culto compartido en una comunidad humana de carne y hueso. No existen los Sacramentos en internet…”