Más de una semana de encuentros, eventos y conciertos inspirados en el mensaje del Papa Francisco para la jornada de las comunicaciones sociales, que tendrá lugar en la capital sabina del 21 al 29 de mayo. Monseñor Pompili, obispo de Rieti: se utilizarán diferentes lenguajes para comprender mejor la realidad
(vaticannews.va/it).-Está inspirado en el mensaje del Papa Francisco para la 56ª Jornada Mundial de las Comunicaciones «Escuchando con el oído del corazón» la fiesta de Rieti organizada por los Paulinos y la diócesis de la capital sabina. Más de una semana de actos, que comenzará mañana y se extenderá hasta el 29 de mayo. Encuentros, presentaciones de libros, talleres, excursiones, pero también espectáculos y conciertos en nombre del diálogo y de una mayor comprensión de la realidad. Maestro de la casa Monseñor Domenico Pompili, obispo de la ciudad.
Su Excelencia, ¿cuáles serán los eventos y temas de este año?
El festival de la comunicación llega este año a su decimoséptima edición. Es una iniciativa de los paulinos, quienes luego eligen una Iglesia local en el bello país para buscar junto a la comunidad cristiana vivir un momento de reflexión y toma de conciencia en torno a los grandes temas que tienen que ver con los nuevos medios y los tradicionales. El punto de referencia, que actúa como inspiración básica, es por supuesto el mensaje del Papa para la Jornada Mundial de las Comunicaciones. El tema de este año, por tanto, es «Escuchar con los oídos del corazón», que es una auténtica provocación por parte del Papa Francisco y que pone de manifiesto que no basta con escuchar, como es costumbre hoy a través de las redes sociales, hacer un trabajo de «espionaje» y «vigilancia» del posible cliente. Hoy en realidad escuchamos mucho, pero siempre escuchamos con fines comerciales, mientras que la escucha que nos hace crecer es la desinteresada, la que no apunta a ningún fin. El atractivo es garantizar que, a pesar de todas las nuevas actuaciones digitales, exista la capacidad de escuchar al otro, de permitirte conocerlo de verdad. Es un momento más que el Papa Francisco ofrece a la Iglesia, y no sólo, para volver a los sentidos fundamentales de comunicar. El año pasado fue «ir a ver», este año fue «escuchar».
¿Cómo se declinará esta dinámica de escucha y la consecuente de diálogo en el festival?
Intentamos utilizar lenguajes diversificados, no sólo el del encuentro con una narración frontal, aunque habrá varios. Por ejemplo, la tarde del sábado 21 habrá un grupo de jóvenes pertenecientes al centro Sant’Eusanio de Rieti que propondrán el espectáculo «Laudando: música y palabras del mundo del autismo», que es una forma de dar voz y dar espacio a otro tipo de escucha que no sea un componente importante de nuestra comunidad. El domingo se podrá “escuchar” caminando hacia Fonte Colombo, que es el lugar de la regla franciscana, privilegiando así esa experiencia de caminar a pie que produce mayor atención a lo que nos rodea que el simple viaje, definitivamente una mayor escucha. Hay una velada astronómica en el Hortus Simplicium que es una bella realidad contigua al conjunto catedralicio, en cuyo jardín medieval, observando las estrellas, se realizará este momento nocturno que es también una forma de escuchar, en este caso, al estrellado. bóveda Me parece que los lenguajes son diferentes, los acontecimientos son múltiples, pero todo ello precisamente para ir en el sentido de mirar la realidad con una mirada larga e inocente, intentando penetrarla más profundamente de lo que se suele hacer.
Otro aspecto, se puede ver en el programa del festival, es también el de la naturaleza y la relación con el medio ambiente, inspirado en Laudato si ‘…
Está también este componente, que siempre forma parte de esa experiencia de escucha, y que concierne a la tierra que se empareja con la escucha de los últimos, en la visión del Papa Francisco. Una gran operación aparentemente pasiva, pero sumamente proactiva, es traer a nuestro horizonte mental tanto los temas ecológicos que se han vuelto tan urgentes -más aún en este momento de guerra donde parecerían desclasificados a temas no prioritarios- y cuestiones conexas, a las que se consideran desperdicios de la humanidad, que deben ser escuchadas atentamente para poder llegar a ellas adecuadamente. Entonces seguramente este tema que es el trasfondo de Laudato si’ también está presente y no por casualidad, porque en este territorio tan dañado por el terremoto hace algunos años surgieron iniciativas de la iglesia de Rieti y Carlo Petrini: las comunidades «Laudato si’ «, que tienen precisamente como objetivo crear una mayor conciencia gracias a las personas que activa y creativamente toman acción en estos temas.
Como lo que está pasando ahora mismo, me refiero claramente a la guerra en Ucrania. ¿Afectó el festival de este año?
El clima que respiramos es el de una guerra que, sorprendentemente, literalmente nos hizo dar un brinco porque ya veníamos pasando graves dificultades por el Covid y, en nuestro caso, incluso antes del terremoto. Sin embargo, la comunicación tiene un impacto profundo en cualquier experiencia, por lo que nunca como en este momento la historia de la guerra puede ser un caso de estudio de hasta qué punto la manipulación de la verdad siempre puede estar al acecho y de cómo es necesario equiparse para escuchar en de una manera diferente, para evitar cuidadosamente las noticias falsas que se han convertido en una gran parte de la comunicación social y corren el riesgo de afectar negativamente el ecosistema de los medios. La guerra entra directamente en uno de los encuentros, me viene a la mente el de la profesora Chiara Giaccardi con Davide Puente, hablando de comunicación, pero está presente en todo el recorrido de nuestro festival.