(Aleteia).- En muchos lugares, la Eucaristía -la hostia consagrada- se expone para su adoración, y puede ser fotografiada o grabada, siempre que se haga con prudencia y respeto y con un buen fin.
En una capilla donde está expuesto el Santísimo, es necesaria una cierta reverencia, tanto por la presencia especial de Cristo como por la posible de otras personas que están orando.
Quien va a registrar una imagen puede preguntarse: ¿para qué hago esta foto o video?. La respuesta, según la propia conciencia, le dirá a la persona si fotografiar o no el Santísimo.
La Iglesia no lo prohíbe. Por eso existen postales, calendarios, carteles, folletos, transmisiones televisivas en directo de la misa, etcétera, donde se ve el cuerpo de Cristo expuesto en alguna custodia. Pero lo que aparece en una foto o video de este tipo es la materia eucarística del pan, no se ve a Jesús.