«El Vaticano está pensado en grande para hacer avanzar la sinodalidad al nivel mundial. Está abriendo las inscripciones para un curso virtual sobre la sinodalidad»
«El papa Francisco encuentra bastantes resistencias tanto para su Reforma de la Curia vaticana como para el proceso hacia una Iglesia sinodal»
«La gran mayoría de los obispos y un sinnúmero de sacerdotes demuestran su falta de interés y acogida con relación a las proposiciones del papa Francisco. También muchos católicos»
«Hace 9 años, el papa Francisco fue elegido, según lo repite el mismo, con la misión de lograr una profunda reforma eclesial, mediante un volver a la persona de Jesús y a la dimensión misionera de la Iglesia»
«La sinodalidad se trata en particular de devolver a los bautizados sus derechos y su misión bautismal. Su espacio»
«Por lograr eso, el papa Francisco acaba de lanzar la invitación a un curso virtual gratuito sobre la Sinodalidad, Espera en una primera etapa lograr más de 100,000 inscritos decididos a llevar adelante una Iglesia en manos de los bautizados»
«El llamado está hecho. Encontrará acogida porque el Espíritu de la Vida y del Amor anida y actúa en todos los corazones humanos que se empeñan en construir una Civilización del compartir»
(religiondigital.org).-Con una chispa de innovación, el Vaticano está pensado en grande para hacer avanzar la sinodalidad al nivel mundial. Está abriendo las inscripciones, al nivel de todas las Iglesias católicas del planeta para un curso virtual sobre la sinodalidad. Espera tener de entrada al menos unas 100,000 personas decididas a acoger esta novedad eclesial.
De hecho, el papa Francisco encuentra bastantes resistencias tanto para su Reforma de la Curia vaticana como para el proceso hacia una Iglesia sinodal. Monseñor Oscar Maradiaga, de Honduras, del grupo de cardenales llamados por el papa para diseñar con él dicha Reforma, acaba de denunciar la “huelga de brazos caídos” de los cardenales de la misma Curia vaticana. Además, si miramos a nuestro alrededor, podemos darnos cuenta de la poca acogida para no decir el rechazo tanto a la Reforma de la Curia vaticana por sus consecuencias para toda la Iglesia, como a la puesta en marcha de la sinodalidad.
La gran mayoría de los obispos y un sinnúmero de sacerdotes demuestran su falta de interés y acogida con relación a las proposiciones del papa Francisco. También hay muchos católicos que prefieren una Iglesia que no cambia porque se han acomodado a una religiosidad superficial que satisface su tranquilidad. Todo esto nos hace ver la realidad catastrófica de la crisis que atraviesa la Iglesia católica.
Hace 60 años, el Concilio Vaticano 2° había buscado actualizar el catolicismo abriéndose a las culturas y demás religiones, discerniendo “los signos de los tiempos” para reconocer los actuales llamados de Dios, solidarizándose con los millones de oprimidos de nuestro mundo, siendo “una servidora, pobre y misionera” a la manera de su fundador Jesús de Nazaret.
El Concilio insistía en reconocer y promover la participación y el protagonismo de los seglares, valorizando su triple misión bautismal: ser “profetas, sacerdotes y reyes-pastores”. Pero los papas Juan Pablo 2° y Benedicto 16 prefirieron marginar las orientaciones del Concilio y promover una línea eclesial tradicionalista mediante la promoción de Movimientos espiritualistas, la formación en los Seminarios de sacerdotes conservadores y la nominación de obispos sumisos a las directivas papales.
En cuanto a los obispos y los sacerdotes fieles al espíritu renovador del Concilio, estos fueron marginados; los teólogos que abogaban por una teología de la liberación inspirada en el Evangelio fueron sistemáticamente condenados u hostigados; las Comunidades Eclesiales de Base que seguían la fe y la práctica de las primeras Comunidades cristianas fueron perseguidas y sus miles de mártires desconocidos… Consecuentemente, las parroquias se fueron vaciando de sus cristianos y es creciente la secularización de los jóvenes.
Hace 9 años, el papa Francisco fue elegido, según lo repite el mismo, con la misión de lograr una profunda reforma eclesial, mediante un volver a la persona de Jesús y a la dimensión misionera de la Iglesia. A eso se ha empeñado de manera sencilla y valiente. Para lograr ese doble objetivo, hace 2 meses, ha publicado una Reforma de la Curia vaticana después de 8 años de preparación y hace un año puso en marcha un proceso sinodal a nivel de toda la Iglesia.
La sinodalidad no es más que una nueva manera de ser Iglesia en la línea del Concilio, es decir, una Iglesia más conforme al mensaje y la práctica de Jesús de Nazaret, como también al testimonio ejemplar de los primeros cristianos. Se trata en particular de erradicar el clericalismo y el patriarcalismo que se empoderaron del ministerio sacerdotal ordenado y devolver a los bautizados sus derechos y su misión bautismal.
Los bautizados están invitados a ser los portavoces de la Buena Noticia de Jesús a los pobres y a los hombres y mujeres de buena voluntad, ser los constructores del Reino de Dios mediante la fraternidad universal, ser los artesanos de una Iglesia signo de esperanzapara un mundo trastornado por un sistema de gobierno y de economía que destruyen a los pobres y la naturaleza.
Por lograr eso, el papa Francisco acaba de lanzar la invitación a un curso virtual gratuito sobre la Sinodalidad, apoyándose en las Conferencias episcopales continentales y nacionales. Espera en una primera etapa lograr más de 100,000 inscritos decididos a llevar adelante una Iglesia en manos de los bautizados, signo de liberación de los pobres, testimonio colectivo del Reino de Dios y esperanza concreta para una juventud que busca en vano encontrar caminos a la altura de sus necesidades e ilusiones. El llamado está hecho. Encontrará acogida porque el Espíritu de la Vida y del Amor anida y actúa en todos los corazones humanos que se empeñan en construir una Civilización del compartir.
La inscripción puede hacerse a través de este sitio: bit.ly/registersynod