El periodista Giuseppe Fiorentino recibe a InfoVaticana en la redacción de L’Osservatore Romano, el periódico de la Ciudad del Vaticano y uno de los principales organismos con conforman el Dicasterio para la Comunicación de la Santa Sede.
(infovaticana.com).-“El contexto actual de la comunicación, caracterizado por la presencia y el desarrollo de los medios digitales y por los factores de convergencia e interactividad, requiere un replanteamiento del sistema de información de la Santa Sede y una reorganización que, valorando lo realizado en la historia del ámbito de la comunicación de la Sede apostólica, proceda con firmeza hacia una integración y gestión unitaria”. Así comenzaba la Carta Apostólica en forma de Motu Proprio publicada por la Santa Sede el pasado 27 de junio de 2015 por la que el Papa Francisco establecía la “Secretaría para la Comunicación”.
El 23 de junio de 2018, el sitio web oficial de la Santa Sede publicaba la decisión del Santo Padre de que la Secretaría para la Comunicación pasaba a denominarse “Dicasterio para la comunicación”, con el objetivo de “agrupar a todas las realidades que hasta hoy se han ocupado de la comunicación bajo un nuevo dicasterio de la Curia romana para responder mejor las exigencias de la misión de la Iglesia”.
Organismos que forman el Dicasterio
Dentro de este Dicasterio se agrupan las siguientes realidades: El Consejo pontificio para las comunicaciones sociales; la Oficina de prensa de la Santa Sede; el Servicio Internet del Vaticano; Radio Vaticano; Centro televisivo Vaticano; L’Osservatore Romano; Tipografía vaticana; Servicio fotográfico y la Librería Editora Vaticana.
Además, la Santa Sede cuenta con dos páginas web: www.vatican.va y la Agencia Fides, que depende de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, además de la cuenta de Twitter del Sumo Pontífice: @pontifex.
Hoy nos adentramos en la redacción del periódico de la Ciudad del Vaticano. El periodista y subdirector del mismo, Giuseppe Fiorentino, recibe a InfoVaticana en las instalaciones de uno de los principales organismos que conforman el Dicasterio para la Comunicación de la Santa Sede.
L’Osservatore Romano es una de las realidades más antiguas de la Comunicación de la Santa Sede, donde trabajan un total de sesenta empleados. El primer ejemplar se publicó en 1861 y hoy en día de edita en seis idiomas semanalmente (inglés, español, francés, portugués, polaco e indiano) y en italiano diariamente.
Según explica Fiorentino, el periódico “es una pequeña realidad dentro del Dicasterio, donde se está llevando a cabo una reforma para que exista una sinergia, una colaboración, para hablar con una sola voz en el interior del mundo de la comunicación”.
“Creo que somos el único periódico del mundo que ofrece la edición cotidiana en PDF de manera gratuita, no es un periódico que se rige por criterios económicos”, explica el periodista.
Está compuesto de ocho páginas -a veces doce- en un formato grande. Las primeras se dedican a la política internacional, para tener una visión más amplia. “Tendemos a dar noticias que otros periódicos no dan. A pesar de que está escrito en italiano, es el único periódico que no habla de manera preeminente sobre la política italiana”.
Las páginas siguientes se dedican a la cultura y las últimas a información religiosa internacional y a la actividad del Papa. El nuevo director (Andrea Monda) ha querido recuperar la sección “Crónica romana”. Según explica Fiorentino, “esta sección dejó de publicarse y ahora el nuevo director ha querido recuperarla para tener un acercamiento mayor a la ciudad”.
Respecto al número de ejemplares vendidos, el subdirector del periódico señala que “es difícil cuantificar el número de ejemplares. Por ejemplo, la edición española es muy difusa, se venden en torno a doscientas mil copias semanales y del cotidiano unas doce mil copias”.
“Es el único periódico de la Santa Sede, aunque no es oficial, podemos decir que es ‘semi-oficial’, en el sentido que la parte que es oficial al 100% es la parte dedicada a la actividad del Papa. Depende de económicamente de la Santa Sede y claramente es una voz de la Santa Sede pero no es oficial, hay firmas de periodistas que exponen sus opiniones y aunque obviamente no tendrán posiciones contrarias a la Santa Sede, no podemos decir que es oficial en su totalidad”.