El documento, publicado el 31 de enero por el Instituto Pastoral Católico Coreano de la conferencia nacional de obispos, se basa en una encuesta destinada a comprender los cambios y percepciones entre los católicos después de la pandemia de COVID-19.
(es.zenit.org/).-Expertos católicos en Corea del Sur están instando a la Iglesia Católica en el país a considerar la posibilidad de adoptar un modelo de iglesia híbrida que utilice servicios tanto en línea como presenciales, dada la situación post-COVID, según lo expresado en un Documento Pastoral de la Iglesia Católica en Corea. El documento, publicado el 31 de enero por el Instituto Pastoral Católico Coreano de la conferencia nacional de obispos, se basa en una encuesta destinada a comprender los cambios y percepciones entre los católicos después de la pandemia de COVID-19. «El sistema actual de parroquias y comunidades de fe, que se basa en la centralidad del espacio, ha sido sacudido por el COVID-19», señaló el padre Kim Hye-jong en el documento. El padre Kim destacó que la pandemia ha revelado un problema preocupante: la percepción de que hay muchas cosas en la vida que pueden reemplazar la Misa dominical o las actividades devocionales. Varios expertos colaboraron en la redacción del documento pastoral, cada uno contribuyendo con secciones sobre religión, liturgia, teología y cuidado pastoral. Kim sugirió que, además de la liturgia presencial, la educación y el cuidado de la fe no presenciales deberían ser complementarios, no sustitutos. El padre franciscano Park Moon-soo, quien trabaja en el Instituto de Investigación Pastoral de la Diócesis de Uijeongbu, destacó que, dados el envejecimiento y la disminución de la movilidad de los participantes activos actuales, las reuniones presenciales no son la solución. Park llamó a adoptar un enfoque híbrido de servicios litúrgicos y devocionales, reconociendo que el envejecimiento y la movilidad decreciente de los creyentes harán que las reuniones presenciales sean menos efectivas. El padre Park también criticó el papel pasivo desempeñado por las instituciones religiosas durante la pandemia de COVID-19 en la respuesta a las políticas y en la contención de la propagación de la infección. Por su parte, el padre Hee Wan Jung, director del Instituto Católico de Cultura y Teología, señaló que «la religión se ha reducido a un elemento cultural en el proceso de secularización». Afirmó que «la fe ha pasado a un segundo plano frente a la vida económica, la salud y diversos problemas existenciales para las personas de fe». En cuanto a la situación pandémica, Corea del Sur registró alrededor de 30,6 millones de casos de COVID-19 y 34.093 muertes debido al virus, según datos de CNN. A nivel mundial, se reportaron un total de 674,3 millones de casos de infección por COVID-19 y 6,8 millones de muertes, según datos de CNN.