(adn.celam.org).-Del 25 al 27 de febrero de 2025, la ciudad de Lima se convirtió en el epicentro del diálogo interdisciplinario con el IV Congreso Latinoamericano sobre “Inteligencia Artificial y Abusos Sexuales: Un nuevo desafío para la prevención”.
Este encuentro reunió a expertos en tecnología, religiosos, académicos y representantes de derechos humanos, quienes abordaron los riesgos y oportunidades que presenta la inteligencia artificial (IA) en la protección de niños, niñas y adolescentes.
El congreso acentuó por su carácter innovador, al contar por primera vez con la Expo Buenas Prácticas, un espacio que resaltó iniciativas internacionales y proyectos exitosos enfocados en la prevención de abusos en el entorno digital. Además, se promovieron redes de cooperación comprometidas con la construcción de entornos más seguros y protectores.
La conciencia ética
Monseñor Carlos Enrique García Camader, presidente de la Conferencia Episcopal Peruana (CEP), agradeció la oportunidad de participar en un encuentro de esta magnitud y ofreció un discurso, en el que alertó sobre una verdad: “Todos somos víctimas, pero también podemos ser victimarios”, señaló, instando a los asistentes a no observar el problema desde un balcón, sino a implicarse activamente en la búsqueda de soluciones.
El obispo alentó a abordar el tema con esperanza, recordando que el Papa Francisco ha señalado este año como el Año de la Esperanza. Instó a los presentes a mirar la realidad con esperanza, no desde el juicio implacable, sino con la convicción de transformar el sufrimiento en caminos de sanación.
El obispo advirtió sobre el impacto de la digitalización en las relaciones humanas, mencionando cómo la comunicación virtual puede generar distanciamiento emocional: “Uno puede pelear por el celular sin necesidad de encontrarse cara a cara (…) Simplemente te bloquean”, ilustró Mons. García, a tiempo de reflexionar sobre la falta de confrontación real en las relaciones digitales.
Una ética centrada en la dignidad humana
En su intervención, Mons. García Camader alertó sobre los riesgos inherentes al uso de la IA, refiriéndose a la propagación de imágenes de explotación y abuso sexual en línea, así como en la generación de pornografía infantil y fraudes informativos: “La inteligencia artificial se ha convertido en una herramienta central en la propagación de imágenes de explotación y abuso sexual en línea (…). Representa un alto riesgo para las personas en fragilidad, especialmente niños y niñas”, advirtió.
La autoridad eclesial, también reconoció el potencial positivo de la Inteligencia Artificial para detectar material de abuso sexual infantil y comportamientos sospechosos en las redes sociales, resaltando la necesidad de un uso ético y responsable de esta tecnología. Mons. García pidió ética en el uso de la IA, señalando que está en juego la dignidad humana, los derechos fundamentales y el bien común.
Recordó el mensaje del Papa Francisco sobre la centralidad de la persona humana en la toma de decisiones tecnológicas: “Debe haber un equilibrio entre el progreso tecnológico y la vivencia de los valores humanos y cristianos”, afirmó, a propósito de una inteligencia espiritual que guíe el uso ético de la tecnología.
La Iglesia trabaja en la protección de los menores
Mons. Carlos García aseguró el compromiso de la Iglesia con la protección de las personas más vulnerables, especialmente niños, niñas y adolescentes, desde una perspectiva de fe y ética cristiana: “La Iglesia asume la tarea de proteger a las personas desde el Evangelio (…), con una verdadera inteligencia, no artificial, sino espiritual y un trabajo cuidadoso de sinodalidad”.
La autoridad eclesial señaló la necesidad de trabajar juntos en un esfuerzo sinodal, fortaleciendo una red de colaboración y apoyo mutuo, “echando las redes para que la pesca sea abundante”, afirmó, utilizando la imagen evangélica para motivar la unidad y el trabajo en equipo en la misión de proteger a los más vulnerables.
El discurso de Mons. Carlos Enrique García Camader es una invitación a la reflexión ética y a la acción en la era de la inteligencia artificial. Al señalar que este congreso “no es para los de afuera, sino para mirar hacia adentro”, invitó a todos los participantes a examinar sus propias responsabilidades y a asumir un compromiso activo en la construcción de una sociedad más sana, fructífera y creativa.