Pastoral de la comunicación

Jubileo de la comunicación, semillas de esperanza para hacer brotar la verdad

El primero de los grandes eventos organizados para el Año Santo fue presentado en la Oficina de Prensa del Vaticano. En el encuentro estuvieron presentes el Prefecto del Dicasterio para la Comunicación Ruffini, el Secretario Monseñor Ruiz y el Pro-Prefecto del Dicasterio para la Evangelización Fisichella: «Comunicar la esperanza es un gran desafío, pero haciéndolo siempre prevalecerá el bien»

Las celebraciones en honor a San Francisco de Sales, patrón de los periodistas, dan inicio al Jubileo del Mundo de la Comunicación, el primero de los grandes eventos organizados para el Año Santo. Esta mañana en la Oficina de Prensa del Vaticano, en presencia del proprefecto de la Sección para las cuestiones fundamentales de la evangelización en el mundo del Dicasterio para la Evangelización, monseñor Rino Fisichella, el prefecto del Dicasterio para la Comunicación, Paolo Ruffini, y el secretario, monseñor Lucio Adrián Ruiz, se han presentado las diversas actividades que animarán estas jornadas. En la Sala de Prensa también estuvieron presentes la Premio Nobel de la Paz, la periodista Maria Ressa, y el escritor Colum McCann, invitados mañana a un encuentro cultural en el Aula Pablo VI.

Punto de encuentro: Oficina de Prensa Vaticana: Jubileo de la Comunicación

Punto de encuentro: Oficina de Prensa Vaticana: Jubileo de la Comunicación

El desafío de la esperanza

«Este Jubileo de la Comunicación es una experiencia humana universal: si vives una experiencia en primera persona, también eres capaz de contarla a los demás de la mejor manera posible. Este es el propósito: los comunicadores son los principales responsables de tener que compartir positividad, belleza y espiritualidad con los demás. De esta forma podrán, a lo largo de un año, poder dar una cuenta coherente». Habla monseñor Fisichella, para quien comunicar esperanza representa un gran desafío: «Ni siquiera los artistas han sido capaces de poner rostro a la esperanza. La única representación que tenemos de ella es un signo cristiano, el ancla. Esa ancla proviene de un pasaje del Nuevo Testamento, pero se refleja en las catacumbas: ese es el signo de la esperanza frente a la muerte. Comunicar que a pesar de la violencia y la muerte, a pesar del mal que nos rodea cada día, tenemos la certeza de una esperanza que no defrauda, significa que el bien siempre prevalecerá».

La historia

«Quizás necesitemos volver a las raíces de nuestra vocación, de nuestra misión, de nuestra pasión por esta profesión de periodistas y comunicadores – comenta, en cambio, Ruffini – No hemos terminado en un callejón sin salida, pero probablemente nos hemos perdido un poco en un laberinto en el que todos nos comunicamos, pero no nos entendemos. Este evento puede ser un momento de renacimiento, para los periodistas, pero no solo». Sobre todo en una época en la que vivimos en un mundo en el que «todo el mundo es comunicador, en el que la comunicación está dentro de un paradigma tecnológico que quizás necesite ser repensado para devolverle la belleza del compartir. Es el momento de replantear algunas cosas, estamos a tiempo de volver a encontrar el camino de la comunicación». Para la Prefecto del Dicasterio para la Comunicación «estamos tejidos de historias: las historias que nos contaban nuestros padres cuando éramos niños; las historias de nuestro país; las historias de nuestra familia; las historias por las que hemos pasado. Contar historias que impriman dinamismos de bien ayuda a cambiar las cosas. Por eso también hemos creado el hashtag #hopetelling: conectemos una red que cuente la esperanza y veamos qué pasa».

Un mundo de verdad

El Jubileo, por tanto, como momento para comunicar la esperanza, para que no se convierta en «algo reservado a cada uno de nosotros; más bien, es algo que recibimos para dar a los demás. Para que el mundo entero, como dice el Papa, pueda comprender esta esperanza que viene de Dios. Salir al encuentro de los demás con una verdad comunicable y sembrar esperanza». Monseñor Ruiz subraya lo importante que es «tomar estos granos de esperanza que están en la realidad para que se conviertan en los puntos que tejen la historia. Si todos, desde la pequeña realidad cotidiana hasta la macro realidad del mundo, pudiéramos mirar la verdad y la esperanza, las relaciones serían absolutamente diferentes. Este es un poco el llamado del Papa Francisco y el sentido del Jubileo de la Comunicación: poder sembrar esperanza para crear un mundo que nos lleve adelante en la verdad».

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