(romereports.com).-Una de las instituciones vaticanas más discretas pero más importantes es la Tipografía, es decir, la imprenta.
Su origen se remonta al año 1587 y su tarea es la de imprimir los textos papales, los documentos de las congregaciones vaticanas e incluso las invitaciones de los eventos papales para los peregrinos.
Se trata de una labor delicada y única cuyo coordinador explica así.
GUIDO BENFANTE
Coordinador Tipografia Vaticana
“La imprenta Vaticana es la más antigua de todos los medios que hoy en día están agrupados en el Dicasterio para la Comunicación. Usamos todavía la cola, el hilo, la piel, la piel de oveja y el pergamino. Es un trabajo muy bonito”.
Este es el toque final a los volúmenes que salen de la imprenta Vaticana pero antes, todo el diseño se realiza digitalmente. Para eso, en la Tipografía trabajan diseñadores gráficos que se encargan de la maquetación de cada libro o texto, desde ajustar el cuerpo de las letras hasta incluir el sello oficial del Vaticano.
GUIDO BENFANTE
Coordinador Tipografia Vaticana
“Los textos nos llegan en un documento word o PDF con indicaciones para ajustar el formato del libro, o nos los envían en PDF y los imprimimos directamente. Una vez impreso, se encuaderna industrial o artesanalmente y así tenemos el libro”.
Cada uno de estos procesos requiere de un equipo y una técnica diferente dependiendo del tipo de texto que sea. Por ejemplo, el tratamiento es distinto si el volumen es en blanco y negro o en color.
GUIDO BENFANTE
Coordinador Tipografia Vaticana
“Tenemos máquinas offset de 2 y 4 colores y tenemos en otras instalaciones una máquina offset de 5 colores. También están las rotativas del Osservatore Romano que imprimen las 6 ediciones del periódico y funcionan de lunes a sábado. Además del diario, se imprimen las 5 ediciones semanales en 5 idiomas: italiano, español, inglés, portugués y francés. También hay una edición mensual en polaco”.
El periódico del Vaticano se imprime cada tarde y el manipulado se lleva a cabo por otro equipo que intenta hacerlo llegar cuanto antes a los quioscos.
Los tickets en color para los eventos del Papa se imprimen en la misma sala con una impresora más pequeña.
En la puerta de al lado se trabaja con las revistas y los libros con un papel distinto. Se realizan las pruebas de color y las páginas se revisan con cuidado antes de que se presione el botón que convertirá lo virtual en real, es decir, en papel.
El siguiente paso es el corte y empaginado. Las impresiones se cortan en cuantas partes sea necesario. Si no tienen muchas páginas, se grapan. Si se trata de libros más grandes, se llevan a encuadernar.
Pero la imprenta Vaticana es mucho más que trabajo mecánico.
GUIDO BENFANTE
Coordinador Tipografia Vaticana
“En la primera planta tenemos los edificios de la dirección técnica y comercial. También está el retoque digital, la impresora digital y el buque insignia de la imprenta que es la encuadernación artesanal donde hacemos todo a mano, productos que van directamente para el Santo Padre, como carpetas para acuerdos con otros Estados, o el anuario pontificio”.
Antes de llegar a este nivel de producción, la imprenta Vaticana ha vivido muchos cambios. La primera imprenta Vaticana estaba dividida en dos partes. La segunda imprimía hasta en 23 alfabetos diferentes.
GUIDO BENFANTE
Coordinador Tipografia Vaticana
“Fue creada otra imprenta durante el pontificado de Urbano VIII en 1626. Esta otra tipografía nació como una imprenta políglota para la Sacra Congregación de Propaganda Fide. Se utilizaba para imprimir el material que empleaban los misioneros en las misiones”.
Durante dos siglos, la imprenta original continuó imprimiendo libros religiosos, diccionarios y libros de gramática hasta que León XII y León XIII la reconvirtieron a partir de 1825. En 1908, comenzó la construcción de las instalaciones actuales, lo que propició la unificación de las dos imprentas.
En 1937, los salesianos de Don Bosco comenzaron a ocuparse de la imprenta y lo hicieron durante unos 80 años. En 1991, con Juan Pablo II vivió la última modernización hasta la fecha, que ha pasado a formar parte del Dicasterio para la Comunicación del Vaticano.
La imprenta continúa trabajando para la Santa Sede, al servicio del Papa y de la Secretaría de Estado. En este lugar garantizan que todos los documentos oficiales, libros y tickets estén disponibles para los fieles de todo el mundo, sin importar cuán lejos estén de la Ciudad Eterna.