En el Diccionario de la Doctrina Social de la Iglesia, Simone Tosoni destaca las dificultades que puede generar un recurso sistemático a los medios de comunicación-máquinas, creando cada vez más aislamiento.
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(comunicazione.va).- En los últimos años estamos asistiendo a la difusión de un nuevo tipo de dispositivos, que podemos definir medios-máquinas: son herramientas que, como los medios, nos permiten comunicarnos o disfrutar de contenidos, pero que, como las máquinas, por ejemplo, los electrodomésticos, realizan un trabajo para nosotros en el mundo. Es el caso, por ejemplo, de los altavoces inteligentes como Alexa, con los que podemos escuchar música pero también encender o apagar las luces en casa, o los robots sociales y los juguetes inteligentes, cuya función principales interactuar comunicativamente con sus usuarios, incluso a través del lenguaje natural.
Los medios-máquinas relanzan algunos elementos problemáticos ya señalados por el Papa Francisco para los medios digitales, por ejemplo en la Jornada Mundial de los Mensajes Sociales de 2014 y 2019, donde advierte que en las redes sociales «también es posible encerrarse en una esfera de información que corresponde solo a nuestras expectativas y nuestras ideas, o incluso a ciertos intereses políticos y económicos». Y advierte contra «un uso manipulador de los datos personales, dirigido a obtener ventajas políticas o económicas, sin el debido respeto a la persona y sus derechos».
De hecho, los medios-máquinas extienden más allá de los límites de la pantalla algunos mecanismos de funcionamiento de los medios digitales, que vienen a invertir nuestra vida cotidiana en su conjunto. De hecho, basan su funcionamiento en la elaboración de perfiles algorítmicos de los usuarios y la traducción en datos de su comportamiento. Estos perfiles permiten adaptar el comportamiento de la máquina mediana, pero también se pueden utilizar para construir objetivos de comunicación sofisticados, por ejemplo, para enviar publicidad o comunicación política, lo que hace que el riesgo de manipulación sea aún más radical.
Sin embargo, la manipulación no es el único riesgo: la exhortación apostólica postsinodal de 2019 Christus vivit, por ejemplo, nos advierte que»el funcionamiento de muchas plataformas a menudo termina favoreciendo el encuentro entre personas de ideas afines, dificultando la comparación entre las diferencias». Esto es lo que puede suceder cuando usamos un smartphone para buscar lugares o eventos en la ciudad, recibiendo propuestas seleccionadas según nuestro perfil, arriesgándonos a encerrarnos aún más en una burbuja autorreferencial. Por lo tanto, es esencial que estos aspectos problemáticos sean muy claros para quienes diseñan y comercializan estas máquinas, pero también para nosotros los usuarios cuando las usamos en nuestra vida diaria.
*Profesor de Sociología de los Procesos Culturales en la Universidad Católica del Sagrado Corazón de Milán
Escucha el podcast del Diccionario de la Doctrina Social de la Iglesia
Puedes escuchar aquí la serie de podcasts sobre la Doctrina Social de la Iglesia. El episodio es de Simone Tosoni, editora de la entrada «La integración entre medios y máquinas» del Diccionario de Doctrina Social