(News.va).- Diálogos de Radio Vaticano, con el padre Sergio Moreno
La misericordia siempre ha sido una virtud importante en la historia de la filosofía moral y lo será más todavía en la era digital. El Papa Francisco ha empeñado este año de su pontificado en la promoción, exaltación y aplicación de la misericordia como virtud central sobre la que tiene que girar toda la acción pastoral. Con ello se produce un doble efecto: por un lado, la Iglesia Católica se ve obligada a reconstruir todas sus propuestas de actuación en clave de misericordia, y por otro, el resto de comunidades religiosas, culturales o socio-políticas se ven interpeladas por el horizonte de la misericordia.
A nivel eclesial nos esperan semanas llenas de documentos, textos y discursos en los que inmisericordemente nos mencionarán la misericordia. Empezando por el Antiguo Testamento, continuando por el Nuevo Testamento y terminando en el Concilio Vaticano II, nuestras comunidades presumirán de estar en sintonía con Francisco. La misericordia se convertirá en una referencia tan utilizada y gastada que al final del Año de la Misericordia tendremos que preguntarnos, ¿en qué se ha notado tanto uso del término misericordia en nuestras celebraciones y prácticas?,
¿nos hemos limitado a desarrollar todo el potencial estético litúrgico que tiene esta categoría teológica sin desarrollar su potencial ético, cultural, jurídico y político?
Ha llegado el momento de pensar la misericordia con categorías culturales nuevas, en contextos culturales complejos y ante desafíos ético-políticos nuevos. La era digital está transformando radicalmente nuestras vidas, también está transformando radicalmente nuestros discursos. Y deberíamos preguntarnos si está transformando radicalmente nuestras prácticas e incluso nuestros corazones.