Mons. Viganó explica: será un sistema más transversal a ‘cebolla’, hará caer alguna lágrima, será sostenible y sobre todo eficaz para la misión de la Iglesia.
Ciudad del Vaticano (Zenit.org) – La reforma de los medios de comunicación del Vaticano está en marcha y concluirá en el 2018 unificando una estructura muy articulada. Si bien habrá recortes de presupuesto en la estructura que hoy cuenta con más de seiscientos trabajadores, fundamentalmente se tratará de optimizar los sistemas de comunicación y económicos, teniendo presentes los cambios que se han registrado en el mundo de hoy.
Lo indicó este miércoles el prefecto de la Secretaría de Comunicación, monseñor Edoardo Viganò, en una conferencia a los participantes en Roma del curso de la Universidad de la Santa Cruz que inició ayer y concluye mañana, sobre la comunicación de la Iglesia en un contexto digital.
Una reforma –ha explicado el prefecto– que se entiende no solo de tipo económico y con criterios de sostenibilidad. “La reforma parte de la idea que el patrimonio más importante es el de los recursos humanos” aseguró, “sin olvidar que con la reforma entra en vigor una economía de escala, que permite una reducción de los costes, y esto es importante”.
Y esto porque somos responsables de un dinero que no es personal, sino de la Santa Sede, fruto de ofrendas y donaciones, etc. “Esto requiere una responsabilidad altísima y por lo tanto cada euro gastado tiene que tener una justificación de tipo apostólica” dijo.
Se trata “no de un coordinación, ni de cambiar los nombres a los roles, sino de los procesos de comunicación y también de los medios que forman parte”. De manera que sea “lo más eficaz posible de acuerdo a la misión de la Iglesia”. Aseguró que todo esto prevé una recalificación, formación, procesos de actualización.
El prefecto de la Secretaría de Comunicación indicó que de este proceso se inicia a hablar en 1996, en comisiones, grupos de estudio, etc. Este proceso llevó a una decisión del Consejo de los 9 cardenales, una discusión sinodal relacionada con la reforma de la Curia que necesitó la decisión del Papa, para que los resultados de las comisiones e informes encuentren un proyecto de factibilidad. Así, “el Santo Padre escribió un motu proprio, o sea un acto de gobierno que entró en vigor el 29 de junio del año pasado”.
Por ejemplo es necesario saber que el consumidor de información en internet es a su vez transmisor. O sea cambió el escenario, el medio de acceder al saber, los sistemas de conocimiento. Este nuevo escenario “sin olvidar la gran tradición de la Radio Vaticano y o del Osservatore Romano, pone todo en un cuadro integrado de gestión unitaria”.
Los puntos claves, indicó el prefecto, “son nuevos procesos de producción. Hoy cada medio desarrolla su producción de manera vertical, y pensarlos en ideas transversales, un contenedor que pueda servir a todos los canales de salida, con atención a los interlocutores”.
Uno de los peligros típicos de todo el mundo católico advirtió, “es desarrollar mucho una retórica auto-consoladora, lo que no sucede en el mundo empresarial”. Y añadió: “creo que sea más importante abrir la ventana y ver si están nuestros interlocutores y si encontramos sus preguntas y darles las respuestas adecuadas”.
¿Cómo reformar realidades con grandes glorias? El método fue bautizado como ‘de la cebolla’, que está hecha de capas, estratos, y bromeó que “no se llama de la alcachofa porque la cebolla hace caer siempre alguna lágrima. En un proceso de reforma no es patológico pero sí fisiológico o natural que alguna lágrima corra”.
Señaló que el proceso parte con un motu proprio que crea en el 2015 la Secretaría de la Comunicación, a la que se fusionaron la Oficina de Prensa y el servicio internet. El Pontificio Consejo de las Comunicaciones se disolvió en la Secretaría porque se volvió el departamento teológico pastoral. La Oficina de Prensa se mantiene y será la dirección de la comunicación institucional. El servicio internet en cambio engloba a todos los ingenieros y técnicos que tiene el Centro Televisivo Vaticano y la Radio, y se vuelven la columna vertebral de la fusión tecnológica.
En el 2016 se unen la televisión y la radio lo que es fácil, pero existe la dificultad de las grandes redacciones de la radio, con mucho personal. El próximo año se fusionarán el Osservatore Romano, la Librería Editora Vaticano, el servicio fotográfico y la tipografía.
La Secretaría además ha creado el twitter Pontifex y Franciscus en Istagram. Y en 2018 será el momento de la verificación, con un consolidación económica al menos en la economía de escala.