No es malo caminar con los dos pies, saber lo moderno y también cuidar lo tradicional. Siempre en el lugar donde estés tener las dos cosas presentes, tener presente tus raíces, de donde vienes y no olvidarlo«.
(blogs.periodistadigital.com).-Dar a conocer lo que pasa en los diferentes lugares es una forma de poner rostro a problemáticas concretas, presentes en lugares que muchas veces son vistos desde lo que nos dicen quienes no hablan desde allí. Uno de esos lugares es la Amazonía, donde las voces del territorio siempre han sido poco escuchadas, pues a muchos no les importa lo que dicen sus pueblos originarios, a quienes se les intenta callar de cualquier forma.
En ese sentido, podemos decir que poco a poco van apareciendo iniciativas que ayudan a cambiar la realidad. En la Amazonía ecuatoriana ha surgido un grupo llamado lanceros digitales, formado por jóvenes que participaron el pasado noviembre de la Segunda Marcha histórica de los amazónicos ecuatorianos, que se realizó desde la comunidad de Unión Base hasta la ciudad de Puyo, una caminata de 15 días. Son miembros de varias nacionalidades indígenas, que comenzaron a juntarse para dar a conocer los acontecimientos, los motivos por los que estaban haciendo esa caminata. Ellos informan a través de las redes sociales, con artículos y notas desde diferentes puntos de la Amazonía ecuatoriana, como Sucumbíos, Napo, Pastaza, Morona-Santiago y Zamora.
Una de sus miembros es Slendy Grefa, de la nación quechua amazónica. Ella señala que una de las situaciones que más preocupan, y que son ocultadas por los grandes medios, “son las persecuciones políticas hacia nuestros dirigentes, hacia los defensores de la naturaleza, de nuestra Pacha Mama, han sido criminalizados, perseguidos, asesinados, eso no se da a conocer en los grandes medios”. Junto con eso, también reconoce que “las organizaciones son amenazadas también, expulsadas de los territorios por las grandes empresas petroleras”, situaciones que los lanceros están dando a conocer.
En referencia al gobierno ecuatoriano, la joven indígena denuncia que “no respeta la vivencia de las culturas, no respeta lo que nosotros consideramos parte de la familia, porque la familia no está sólo formada de papá, mamá, hijos, dentro de nuestra cosmovisión. La familia está considerada como el árbol, el río, las piedras, los animales, nuestra familia es eso y la Pacha Mama es quien nos da de comer. Desde el gobierno no hay un debido respeto hacia los pueblos indígenas”.
Existen organizaciones y colectivos que, según Slendy Grefa, están ayudando a los pueblos indígenas, sobre todo “para que jóvenes nos impulsemos a defender nuestros territorios”. La joven indígena nombra a la Red Eclesial Panamazónica – REPAM, Pan para el Mundo y la Iglesia católica, quienes “han estado ayudando para fortalecer esto para que no nos dejemos manipular”.
Desde la REPAM, su coordinadora de comunicación Daniela Andrade, reconoce que “este tipo de actividades ayudan a conocer y aprender más con la comunicación amazónica, que tiene sus especificidades y sus formas de ser desde el espacio en el que está comunicando”. Desde esa perspectiva, señala que “a partir de eso, hemos trabajado con las organizaciones indígenas y con algunas experiencias de comunicación específicas para poder generar y construir narrativas propias desde los pueblos, desde los territorios, desde los sentimientos, desde los espíritus, desde las problemáticas existentes”.
En relación al Sínodo de la Panamazonía, Slendy Grefa, destaca que “es muy importante, porque ciertas personas no están vinculadas a esta forma de vivencia de los pueblos y nacionalidades indígenas”. En ese sentido, ella cree que “dar a conocer esto nos permite también visibilizar un poquito más de lo que a veces se esconde”.
Este tipo de iniciativas, como son los lanceros digitales, también pueden ayudar dentro del proceso de escucha que el Papa Francisco quiere llevar a cabo entre los pueblos de la Amazonía de cara al Sínodo. Desde esa perspectiva, la joven indígena reconoce que “el Papa Francisco es un buen aliado para las nacionalidades indígenas. Desde un cierto punto él vivió, compartió todo eso con los pueblos e invita a la sociedad a formar parte de esto, de que el calentamiento global está avanzando, a tomar conciencia y fortalecer esta convivencia con la naturaleza, lo que ayuda a que las culturas sigan viviendo”.
La degradación del medio ambiente y las consecuencias del calentamiento global en la Amazonía ecuatoriana repercute «visiblemente en que ya no se puede cultivar, sembrar, lo que ha afectado a los pueblos y nacionalidades, pues no se puede vivir con eso” algo que Slendy Grefa afirma desde su convivencia con los waoranis.
Para la joven indígena es una preocupación el hecho de que “los jóvenes hemos ido perdiendo nuestra identidad cultural y nuestra lengua en especial. Nos olvidamos de que tenemos nuestras raíces, que pertenecemos a un pueblo originario y nos dejamos llevar por la tecnología. No es malo caminar con los dos pies, saber lo moderno y también cuidar lo tradicional. Siempre en el lugar donde estés tener las dos cosas presentes, tener presente tus raíces, de donde vienes y no olvidarlo«.
Junto con eso, la joven indígena insiste en la necesidad de «volver a conversar con nuestros abuelos, porque nuestros abuelos tienen una gran riqueza de sabiduría, ellos guardan, pero nadie les pregunta, nadie trata de leer esa información que los abuelitos tienen. He estado practicando eso, mis abuelos saben mucho de plantas medicinales, saben como curar. Los jóvenes debemos aprender eso, porque nuestros abuelos se nos van, regresan a la Pacha Mama, dan vida y de alguna forma se les llama a los jóvenes en ese sentido”.