Centenares de miles de personas asistieron a una gran misa celebrada por el papa Francisco en en último día de su visita a Polonia, donde incluyó alusiones cibernéticas e instó a la congregación a «tener fe en una nueva humanidad».
(BBC Mundo).- Centenares de miles de personas asistieron a una enorme misa celebrada por el papa Francisco, el último día de su visita de cinco días a Polonia.
En la denominada congregación del Día Mundial de la Juventud, el pontífice instó a los jóvenes a estar abiertos a la esperanza y colocar la oración al centro de sus vidas.
Francisco habló en términos con los que los jóvenes pudieran identificarse, haciendo frecuente alusión a la terminología cibernética.
El evento asumió una atmósfera de carnaval con los peregrinos bailando, cantando y ondeando banderas.
La visita marca el 1.050 aniversario de la adopción del cristianismo en Polonia.
Algunos informes dicen que hasta tres millones de feligreses, en su mayoría jóvenes, asistieron a la misa, celebrada en un campo amplio llamado Campus Misericordiae, cerca de la sureña ciudad de Cracovia.
La policía se abstuvo de dar una cifra estimada de la multitud.
Cientos de miles empezaron a llegar el sábado, muchos con carpas, bolsas de dormir y sombrillas.
El papa Francisco instó a los feligreses a «tener fe en una nueva humanidad»que rechazara el odio y rehusara utilizar las fronteras como obstáculos.
Dios «nos exige verdadero valor, el valor para ser más poderosos que la maldad, amando a todos, aún a nuestros enemigos», declaró.
Utilizando metáforas del mundo tecnológico, describió la negatividad como un «virus que infecta y bloquea todo», y exhortó a los jóvenes a colocar la oración y el evangelio en el centro de sus vidas.
«Confiad en la memoria de Dios: su memoria no es un disco duro que salva y archiva todos nuestros datos pero es una corazón lleno de tierna compasión, una que encuentra alegría borrando en nosotros todo rastro de maldad», dijo.
«Intentemos ahora también nosotros a imitar la fiel memoria de Dios y apreciar las buenas cosas que hemos recibido en estos días».
El Papa atrajo grandes muchedumbres durante su gira de cinco días.
Pero se considera que el momento culminante fue su visita al campo de concentración nazi de Auschwitz, donde caminó solo y ofreció una oración privada.