Nuevos Miembros de la RIIAL en la nueva etapa
Cuando la RIIAL nació a mediados de los Ochenta, sus miembros eran personas ligadas a la tecnología y capaces de orientar a los Obispos, sacerdotes e instituciones de la Iglesia que no conocían la informática y abrían sus puertas a esta nueva tecnología. Ya con la difusión de internet, la RIIAL tuvo que redefinirse a sí misma acompañando a la Iglesia en su tarea evangelizadora con los nuevos medios.
Actualmente, gracias a la revolución de las nuevas tecnologías de la comunicación y la convergencia digital, que han invadido casi todas las esferas de la experiencia humana, la RIIAL tuvo que reinventarse y dar un sentido a su identidad, misión y objetivos. La última evaluación y “redefinición” de sí misma tuvo lugar en Santiago de Chile, en el 2013.
Antes de diseñar una nueva fase de revitalización de la RIIAL, nos hemos preguntado ¿quiénes deberían ser los miembros de la RIIAL? y se ha realizado un sondeo a 37 miembros de la red; los resultados ofrecen una fotografía clara de cómo la RIIAL se ha modificado desde origen y cuál es la situación actual.
Para bien, o para mal, la RIIAL actualmente es auto-concebida como una estructura ancorada en la estructura jerárquica de los DECOS de la Iglesia, a través de sus encargados de las Conferencias Episcopales y responsables diocesanos.
Por una lado existe la consciencia de que esta “red” tiene que abrirse a nuevos miembros que oxigenen esta estructura “dejando de pescar en el acuario y navegar mar adentro”. La identidad de los nuevos miembros requiere que sean apóstoles, promotores de la comunión eclesial, y que pertenezcan a un proyecto digital de evangelización; pero que estén relacionados de alguna manera con las DECOS a nivel diocesano o de conferencia episcopal. Desde este punto de vista – por ejemplo – se convocará a la Vida Consagrada que al momento está casi ausente de la RIIAL.
Si bien es necesario mantener vivo el contacto con los proyectos y entidades de la Red que son parte de la estructura jerárquica de la Iglesia, por otro lado, – como ya mencionamos – existe una postura mayoritaria que mira a la RIIAL como una estructura paralela al servicio “técnico” de los encargados de las DECOS nacionales y regionales.
Desde la Coordinación general de la RIIAL antiguamente, se interactuó directamente con diócesis, comunidades religiosas, entidades educativas, etc. y esa dimensión se ha debilitado en los últimos años, pues no se animó (ni financió) proyectos a estos niveles.
SUGERENCIA: En esta rigidez “jeracológica” actual, ha salido a flote una sugerencia que sería la de establecer distintos niveles de pertenencia a la RIIAL: continental, nacionales y regionales; pero sobre todo creando también Grupos de Interés que faciliten el trabajo.
Un ejemplo de esta posibilidad es el SEDAC que a nivel Centroamericano y Caribeño ya ha emprendido varios proyectos con una identidad regional, al servicio de toda la Iglesia.
En este sentido será necesario clarificar los perfiles que se han ido perdiendo en nuestra red: miembros, técnicos, referentes, etc.; revitalizando y ampliando la estructura transversal de la RIIAL que al ser una red debe actuar con capilaridad, dinamismo y flexibilidad.
En esta nueva fase, las nuevas líneas de acción y proyectos globales tendrán que tener en cuenta esta “fotografía-RIIAL” que ha emergido desde los mismos miembros.
P. Ariel Beramendi
Febrero 2016