Las cifras y los datos son impresionantes. Y eso que no tocaron la explosión digital motivada por la pandemia del coronavirus
(es.aleteia.org).-Cada año la organización We Are Social, en colaboración con Hootsuite, presentan un detallado y exhaustivo Informe sobre el comportamiento digital de los habitantes del planeta. Las cifras y los datos son impresionantes. Y eso que no tocaron la explosión digital motivada por la pandemia del coronavirus.
Frente a ello, apenas si se empiezan a ver las consecuencias entre la gente de esta sociedad-red, como le llamó Manuel Castells; de esta civilización de “memoria de pez”, como le ha denominado Bruno Patino, la sociedad digital que hoy está más conectada (más on line) que nunca.
El informe “Digital 2020” constata el crecimiento de usuarios y conexiones de Internet: siete por ciento con respecto a 2019. En la actualidad, 4.500 millones de personas usan Internet, y de ese número tan grueso, 3.800 millones de seres humanos son usuarios de redes sociales.
En resumen, casi 60 por ciento de la población del mundo – 7.750 millones de seres humanos – se encuentra hoy conectada.
We are Social constata en su informe que los usuarios de Internet crecen siete veces más cada año con respecto al crecimiento de la población mundial. Y el tiempo que dedicamos en promedio a la web asciende a seis horas con 43 minutos cada día; 2.348 horas al año.
El mejor amigo de este crecimiento exponencial es el teléfono inteligente, y la plataforma más usada es, sin duda alguna, Facebook, seguida de Youtube, Whatsapp e Instagram. “Millones de personas, entre las que me incluyo, ya son incapaces de desconectarse, de dejar de lado la pantalla 24 horas. Nos hemos vuelto dependientes e incluso adictos”, explica Bruno Patino en una entrevista del periódico español El País.
Juventud que vela
Un viejo dicho francés es el siguiente: “Juventud que vela, vejez que duerme, están a un paso de la muerte”. A reserva de considerar esto como parte del refranero popular, lo cierto es que el estar conectados 24/7 ha hecho que miles, millones de jóvenes padezcan de insomnio (tradicionalmente relacionado con los adultos mayores).
Cuando uno revisa la investigación italiana «Adolescentes y estilos de vida», llevada a cabo por el Laboratorio Adolescencia e Instituto de Investigación IARD (presidido por Carlo Buzzi, profesor de Sociología de la Universidad de Trento), con la colaboración de la Asociación Cultural Pediatras (ACP) y el Observatorio Permanente Jóvenes y Alcohol, presentada en Milán, puede darse cuenta el por qué.
Aproximadamente 60 por ciento de los casos el primer smartphone se regala entre los diez y once años de edad. Sin embargo, 28 por ciento lo recibe antes de cumplir diez años. En el grupo de edad entre diez y doce años, 54 por ciento empieza a tener una vida social con la apertura de una cuenta en las redes sociales. Si bien esto es en Italia, vale para todo Occidente.
El estudio muestra que solamente siete de cada cien jóvenes duerme al menos nueve horas cada noche, mientras que veinte de cada cien dijeron dormir menos de siete horas; además, 72 por ciento de las mujeres y 58 por ciento de los hombres adolescentes tienen problemas para dormir o están instalados en el insomnio.
Esto se asocia a que el Smartphone es “el compañero de cama” de los adolescentes y de muchos adultos jóvenes (y no tanto). La mayoría no lo apaga nunca, y como no pueden conciliar el sueño 44 por ciento de las mujeres y 36 por ciento de los hombres vuelven al Smartphone, a navegar por Internet o por las redes sociales. Y muchos confiesan que no duermen por la llamada “ansiedad de los likes”.
Toda una conjura contra la salud mental de los jóvenes, que va creciendo a pasos de gigante: siete veces más por año que el crecimiento de la población mundial. A propósito, solo diez de cada cien adolescentes que no pueden quedarse dormidos abren un libro y leen una pocas líneas, quizá tres o cuatro páginas para poder dormir.