Lanzada en noviembre de 2022 en Instagram por una pareja de católicos, la plataforma Mon expérience de Dieu (Mi experiencia de Dios cuenta) ya con más de 32 000 suscriptores. ¿La clave de su éxito? Vídeos cortos y enérgicos en los que los cristianos dan testimonio de su fe.
(es.la-croix.com).-Las cifras hablan por sí solas. Más de 32 000 seguidores en Instagram, casi 10 000 en TikTok, 5000 en YouTube y más de 3000 en Facebook. En menos de dos años de existencia, la plataforma Mon expérience de Dieu (Mi Experiencia de Dios) ya se ha hecho un hueco en el panorama de las redes sociales cristianas. Incluso sus fundadores, Clémence y Jean-Paul Nguyen, están sorprendidos de su crecimiento. Fue en noviembre de 2022 cuando esta pareja católica de Angers -él responsable de comunicación, ella animadora en la pastoral escolar- lanzó su proyecto.
«Mostrar un poco de belleza en las redes sociales»
¿El concepto? La publicación en una cuenta de Instagram de vídeos de menos de dos minutos en los que católicos, y algunos protestantes, comparten su fe ante la cámara. Hablan de un momento en el que sintieron especialmente la presencia de Dios, o de una prueba que superaron gracias a su fe.
«Hay algo intemporal en el formato testimonial. Cualquiera puede sentirse conmovido en algún momento por la singularidad de una historia o porque le lleva a recordar sus propias experiencias», explica Jean-Paul Nguyen. Los comentarios bajo los cientos de vídeos ya publicados dan fe de ello. «Cada palabra me habla», dicen. O «yo conocí a Dios de la misma manera».
Pero, ¿cómo surgió esta idea? «En primer lugar, de nuestro deseo de ponernos al servicio de nuestra fe y de mi constatación de que, en los institutos, son los testimonios y los encuentros los que más interesan a los jóvenes», explica Clémence. «También pensamos que sería útil mostrar un poco de belleza en las redes sociales, que a menudo se consideran negativas».
Testimonios de influencers católicos
«Nos pareció que los católicos estaban sedientos de testimonios», prosigue Jean-Paul. «Los protestantes y los musulmanes lo han hecho muy bien, así que pensamos en un formato adaptado a las redes sociales».
Además de los cristianos anónimos, que constituyen la inmensa mayoría de los vídeos, han dado su testimonio algunos conocidos influencers católicos, como el fraile dominico Paul-Adrien d’Hardemare y Victor, alias «le catho de service». De este modo, Mi experiencia de Dios ha conseguido aumentar su audiencia y atraer otros testimonios.
Quienes deseen hablar de su fe deben ponerse primero en contacto con el equipo de la plataforma a través de su página web. «Entonces les damos una guía técnica: nada de ruido de fondo, una imagen clara, un formato vertical y un vídeo de menos de dos minutos», explica Jean-Paul. «Muchos de ellos ni siquiera mencionan el tema de su testimonio cuando se ponen en contacto con nosotros», añade Clémence. «Ver los vídeos suele ser todo un descubrimiento».
Aun así, algunas personas no están acostumbradas a este ejercicio. «Para ellos, podemos organizar una reunión telefónica para ayudarles a identificar lo que realmente quieren compartir», explica Jean-Paul.
«Dios es el único denominador en cada historia»
Gracias a su formato, algunos testimonios acumulan más de 700 000 visualizaciones en Instagram o TikTok. «Este formato es adecuado para estas redes», explica Jean-Paul, «pero queremos diversificarnos, sobre todo con los podcasts, así que estamos desarrollando formatos más largos para este público».
A pesar de su éxito, los fundadores de la plataforma no quieren perder de vista lo que para ellos es esencial. «Aunque cada testigo esté solo ante la cámara, lo que cuenta es el peso de todos los testimonios. Dios es el único denominador de cada historia», afirma Jean-Paul.
El proyecto también ha repercutido en el compromiso de la pareja con la Iglesia. «Somos», explica Clémence, «los primeros beneficiarios de los testimonios que recibimos, y vivimos este beneficio al servicio de nuestra fe».
