En la primera jornada de la Asamblea Extraordinaria del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (CELAM), Monseñor Lucio Ruiz, Secretario del Dicasterio para la Comunicación de la Santa Sede, hizo un análisis detallado sobre los avances de la reforma de la comunicación en la Iglesia
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(vaticannews.va).- Con la ponencia “La comunicación en el Vaticano, la revolución del Papa Francisco”, Monseñor Lucio Ruiz, Secretario del Dicasterio para la Comunicación de la Santa Sede, profundizó en la Asamblea Extraordinaria del CELAM, acerca de la reforma de la comunicación en la Iglesia.
El prelado argentino puso en el horizonte la importancia de las tecnologías de la información y comunicación para inculturar el Evangelio. “Pensar en la reforma de la Comunicación es simplemente contextualizar, en su ámbito natural, el Evangelio con la Cultura. Se trata solamente de observar la cultura contemporánea, estar ‘en concordancia’ con el hombre contemporáneo, y querer transmitir el Mensaje del Señor con su lenguaje en sus lugares”, subrayó.
Erradicar la praxis instrumental
Monseñor Lucio Ruiz – se lee en una nota de ADN CELAM – afirmó que el “problema de cómo evangelizar es siempre actual, porque las maneras de evangelizar cambian según las diversas circunstancias de tiempo, lugar, cultura”.
Por eso, plantea casi un desafío “a nuestra capacidad de descubrir y adaptar.A nosotros, Pastores de la Iglesia, incumbe especialmente el deber de descubrir con audacia y prudencia, conservando la fidelidad al contenido, las formas más adecuadas y eficaces de comunicar el mensaje evangélico a los hombres de nuestro tiempo”.
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La reforma, añadió el prelado argentino, “está pensada en términos de una nueva concepción de la Misión de la Comunicación, es decir, como parte integrante de la Misión de la Iglesia”, por ende, “el gran reto de la reforma para la comunicación reside en el hecho de erradicar la percepción y la praxis instrumental”.
El objetivo es lograr “una visión teológica de la comunicación, en la misma Misión de la Iglesia, que nace para anunciar el mensaje fino a los extremos confines. Es este el gran reto, porque mientras la visión sea simplemente tecnológico/práctico, es decir, la comunicación como la fotocopiadora grande y distribuida, para hacer y distribuir, mis trabajos y pensamientos nunca entrarán en los procesos ni de evangelización ni de gobierno”.