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Padre José Luis Quijano: La catequesis es un laboratorio de sinodalidad

¿Por qué estamos llamados a ser una Iglesia que dialoga?

      

(adn.celam.org).-      Fue la pregunta que el sacerdote argentino, José Luis Quijano, integrante del Laboratorio de Catequesis, planteó en el marco del Encuentro de las Comisiones Episcopales de Catequesis, realizado en Panamá.

      

Al respecto, señala que “la Iglesia debe ir hacia el diálogo con el mundo en que le toca vivir. La Iglesia se hace palabra; la Iglesia se hace mensaje; la Iglesia se hace coloquio. Esta vocación, que tiene su raíz en el misterio de Dios que en Jesús entra en diálogo íntimo con el hombre, toma forma precisamente a través de este diálogo y asume sus características”.

      

“Es una iniciativa libre y gratuita, se funda en el amor, no se justifica en los méritos de los interlocutores, no obliga, es para todos sin distinción, crece poco a poco. En la actualidad, este diálogo – con la sociedad, con las culturas y las ciencias, con otros creyentes es particularmente necesario como una valiosa contribución a la paz”, añadió.

                              

Sinodalidad y catequesis

En esta nueva etapa evangelizadora, la Iglesia desea que también en la catequesis “se adopte este estilo de diálogo, de modo que el rostro del Hijo se haga más fácilmente visible. Al igual que en el encuentro con la samaritana, ÉI se detiene a dialogar con cada persona para conducirla suavemente al descubrimiento del agua viva”.

      

En este sentido, la catequesis eclesial es un auténtico “laboratorio de diálogo”, porque,
en lo más profundo de cada persona, se encuentra con la vitalidad y a la vez complejidad de los deseos y búsquedas, las limitaciones e incluso los errores de la sociedad y las culturas de nuestro mundo.

      

En este caminar del Pueblo de Dios, el concepto de diálogo “aparece en reiteradas ocasiones en el Directorio para la Catequesis y tiene siempre un sentido integrador: que nadie se quede afuera, que todos puedan ser escuchados”.

      

Por ello, el Sínodo de la sinodalidad en desarrollo “es el Sínodo de la escucha y del diálogo discerniente”, por eso, “la catequesis como laboratorio de diálogo implica también este discernir comunitario en la presencia de Dios, provocando el encuentro con Él y con los hermanos”.

      

El padre Cote asegura que “la catequesis como laboratorio de diálogo es, en definitiva, laboratorio de sinodalidad. Dicho de otro modo: educa para ser una Iglesia sinodal, viviendo ya esa experiencia durante la catequesis”.

      

“Un caminar de la Iglesia donde todos son recibidos. Una tienda de puertas siempre abiertas para recibir y para salir a las periferias existenciales, al encuentro de los pobres, de los alejados, de los enfermos, de todos los descartados”, ha dicho.

                                    

Una gran mesa en común

El sacerdote también ha descrito la experiencia del Laboratorio de Catequesis del Celam, que ha definido como “una comunidad de conocimiento aprendizaje e intercambio de experiencias, que articula redes, persona: comunidades y centros de formación de distintos niveles: universitarios, nacionales diocesanos y parroquiales”.

      

“Utilizando una metáfora podemos definir el laboratorio de catequesis como una gran mesa común, donde con justicia, generosidad, todos ponen mejor de sí mismos y, a la vez, cada uno retira aquello que necesita para su misión”, apuntó.

      

Nació como “uno de los frutos de la reciente reestructuración del Celam y del camino sinodal al que nos llama hoy la Iglesia. La práctica catequística fue entrando, poco a poco, en un sistema en crisis. Esto nos lleva permanentemente a pensar y repensar el acto y el proceso catequísticos”.

      

El Laboratorio de catequesis tiene el objetivo de “apoyar y acompañar a los obispos, conferencias episcopales y diócesis, de un modo sinodal, en el ejercicio de su tarea. Tanto en la formación de catequistas como en la realización de la catequesis en distintos espacios eclesiales, sin suplir aquello es propio a cada país, diócesis, parroquia”.

      

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