CULTURA DIGITAL

Viganò en Chile: El fenómeno Francisco en las redes sociales y la reforma de los medios

Francisco en las redes sociales

Entrevista a Mon. Dario Viganò, Prefecto de la Secretaría para la Comunicación sobre Papa Francisco y las redes sociales, y la nueva estructura de los medios vaticanos.

El prefecto de Comunicaciones del Vaticano lidera desde hace dos años la reforma del aparato comunicacional del Papa Francisco, que apunta a una convergencia digital. El sacerdote milanés mira con cautela las redes sociales, porque participar en ellas -dice- “sólo tiene riesgos”, pero sentencia que los medios de comunicación tradicionales ya no existen más como se conocieron y los insta a buscar un modelo de integración con las nuevas plataformas. De paso, hemos podido analizar el fenómeno de la “no intermediación” y de esta época postmedial.


Periódico Encuentro (Santiago, Chile).-  En su escritorio Francisco revisa uno a uno los mensajes y con su propio puño marca con un lápiz una “F”. La “F” es el signo de aprobación para que esos 140 caracteres vayan a los más de 30 millones de personas que -en seis idiomas- lo siguen por el mundo. Es el fenómeno del Papa Francisco en internet, superado únicamente por Barack Obama entre los líderes mundiales (que suma más de 80 millones). Sólo en la cuenta en español de Twitter el Pontífice alcanza los 13 millones de seguidores, apenas por debajo del cantante Alejandro Sanz. Su éxito comunicacional no termina ahí.

En su Instagram en inglés ya cuenta con casi 4 millones de seguidores. Detrás de este fenómeno está un sacerdote italiano de 54 años, que lidera el equipo que se ocupa de las redes sociales del Papa Francisco en la ciudad del Vaticano. Es monseñor Dario Viganò, prefecto de la Secretaría para la Comunicación de la Santa Sede, quien reconoce que “ha sido tanta la cercanía y empatía del Papa Francisco, que esto se ha manifestado de forma superior a las lógicas que son propias de las redes”. A pesar del impacto, Viganò mira con cautela el fenómeno, porque advierte que las redes sociales son un escenario “que no tiene reglas y sólo riesgos”. Por eso aún no están en Facebook, la red social más masiva en la actualidad, aunque Viganò revela que están dialogando con ellos para abrir cuentas en Europa. “No somos reticentes a Facebook, pero queremos hacerlo partir cuando tengamos todo claro y bajo control”, declara. Las aprensiones del prefecto sobre las redes sociales se explican porque cree que “se han convertido en el lugar para desacreditar a otros, en una caja de resonancia del chisme, del ataque al enemigo”.

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– Las redes sociales son un fenómeno de audiencia, es allí donde se está dando el debate de la opinión pública. Pero la iglesia tiene un discurso que no es popular: eutanasia, aborto, abuso sexual, matrimonio igualitario.

Hay una actitud que no es ni apocalíptica ni integrada, diría Umberto Eco. No hay que pensar ni que las redes sociales son el demonio ni son la solución. En ellas, por lo general, el nivel de discurso es siempre un tanto superficial. Podemos hablar del tiempo, de la moda, pero con las visiones de los temas de política y fe se desencadena un debate áspero. No creo que las redes sociales sean el lugar para abordar temáticas que son muy importantes.

– ¿Pero cuál es la experiencia que han tenido con la cuenta del Papa?

Él ha puesto temas… Hay muchos que reaccionan sobre los tuits del Papa. Hay algunos que son positivos y otros negativos, pero esto es parte del riesgo de quien se expone en el mundo. Si estoy en la iglesia o en la sacristía no corro ningún riesgo. Si corro puedo caerme, pero -como dice el Papa Francisco- es mejor una iglesia accidentada que una iglesia museo.

LA REFORMA DE LAS COMUNICACIONES

Es primera vez que Viganò visita Chile y no fue el sismo 6.9 Richter lo que más lo impactó en su estada, sino los más de mil campesinos a caballo que protagonizaron la fiesta del Cuasimodo en Colina, donde acompañó al arzobispo Ricardo Ezzati.

Fue uno de los invitados internacionales del IV Seminario de Comunicaciones de Iglesia, que se desarrolló el 24 y 25 de abril pasado en la Casa Central de la UC. La razón de su presencia es que Viganò desde 2015 lleva adelante la reforma del “aparato comunicacional” de la Santa Sede, que componen nueve entidades, entre ellas la Radio Vaticano, el diario L’Osservatore Romano y el Centro de TV.

Para el prelado con esta reforma “nace un nuevo sistema de comunicación. No se pone la radio al lado del diario sino que nace una nueva producción multimedia de las comunicaciones”. Enfatiza que es una verdadera reestructuración que crea un nuevo ente, que no es la suma de instituciones. “Las antiguas instituciones dejan de existir”, sentencia. El desafío es concretarla sin tener que despedir a los 700 funcionarios que allí trabajan y siguiendo las directrices del Papa: el nuevo contexto digital y la necesidad de tener un sistema de comunicación más eficaz.

Viganò define tres aspectos clave: una dirección editorial con una perspectiva única, transformar los costos económicos en inversión, y el apostólico: invertir en el idioma chino y, por cierto, en el árabe. En lo editorial, creó un equipo central generador de contenidos para las plataformas digitales en seis idiomas: italiano, español, inglés, alemán, portugués y francés. “Después vendrán otras lenguas”, promete el sacerdote. Resalta que cada página web le otorgará a las noticias la importancia que tienen según su cultura y no será una simple traducción.

 – ¿Y cómo se explica la transformación de la radio Vaticano?

Se explica muy fácilmente: nosotros llamamos radio Vaticano a 39 portales web. Desde el año 2000 que la radio no es más que una pequeña radio en Roma. Y frente a las exigencias y planteamientos de las conferencias episcopales nosotros tratamos de reunir a esos 39 portales. También unificar criterios en la producción de audio. Cada portal necesita responder a nuestras exigencias, que son las de Roma, como también a las de las conferencias episcopales locales. Hay que encontrar un equilibrio entre las exigencias, de la sede central y las necesidades de las iglesias locales.

EL FUTURO DE LOS MEDIOS TRADICIONALES

 – El Papa habla de la importancia del rol de los medios como constructores de la sociedad. Pero las redes sociales han llevado a los medios de comunicación tradicionales a una crisis.

Hoy vivimos en una época que más de algún sociólogo llama postmedial. Esto no significa que los medios se hayan terminado, sino que el perfil tradicional no existe más. Hoy el smartphone es todo: TV, radio, diario. Yo no pienso más en televisión. Los medios no los tengo más al frente sino adentro del aparato. Pero el problema es antropológico, de humanidad medial. Por ejemplo, mientras por un lado yo defiendo mi privacidad, por el otro la regalo cuando tengo la necesidad de un servicio como wifi. Defiendo mi privacidad, pero pago todo con mi tarjeta de crédito y conocen todos mis gustos Para Viganò el problema no está entre los medios tradicionales y las redes sociales y tampoco cree que estén en contraposición. “Estamos avanzando hacia una convergencia digital y tenemos que buscar un modelo de integración”, señala. “No tengo dudas -advierte- de que la inversión publicitaria irá cada vez más hacia lo digital y las redes sociales y no a los medios tradicionales. La TV tradicional se ha terminado”. – ¿Y los diarios…? Los diarios se han terminado. Los diarios gratuitos son interesantes, porque son el último bastión de la publicidad. –

– A eso iba mi pregunta. ¿Qué va a pasar en el escenario de que los medios tradicionales no sean constructores de la sociedad?

Esto pone un problema que se llama la “no intermediación”, mientras yo antes tenía una relación con la medicina, el arte o la economía, intermediada por el periodista que trabaja para un diario. Yo compraba uno u otro diario por las ideas que más o menos compartía, y me acercaba a través de una mediación. Hoy con el desarrollo de las redes y sobre todo del blog, tengo un acceso directo a los diferentes temas. Pero hay un problema, porque en este contacto directo quien escribe no tiene toda la competencia y algún problema puede surgir. Estos son todos temas que no sabemos cómo se resolverán con la “no intermediación”.

-¿Cómo ve el tema en cinco años y la eventual pérdida de audiencia de la Iglesia?

Nosotros como Iglesia podemos poner nuestra confianza en algún tipo de intermediación: conferencias episcopales, parroquias, catequistas, de manera que la “no intermediación” puede ser suplida por estas organizaciones intermedias. Son figuras a las que el mundo católico les reconoce alguna autoridad.

– Llamó mucho la atención la valentía de que el Papa fuera a Egipto después del atentado a los católicos. ¿Cómo valora el viaje?

Es un viaje simbólico, muy importante, porque se abre la posibilidad de crear puentes comunes en contra del mal, porque en este momento toda esta locura de atentados no puede pertenecer a un credo religioso ni siquiera al mundo islámico. El mundo musulmán necesita que no se lo confunda con el terrorismo, debe ser conocido en su dimensión religiosa más profunda.

A propósito de la situación mundial, el Papa ha sido muy duro con Trump especialmente por la construcción del muro…

No, no, el Papa dijo antes de que fuera elegido Trump que quien construye muros no es cristiano. Satanás separa a los que unen. Que meses después Trump haya sido elegido presidente es otro discurso. El Papa ha dicho que no es cristiano quien no trabaja para la humanidad.

Tampoco es cristiano alguien que puede llevar al mundo a un exterminio, a propósito de los bombardeos a Siria…

Es una situación internacional muy seria, delicada, porque con todos estos focos falta poco para que estalle algo irreparable.

 

Fuente: Periódico Encuentro

Por: Sebastián Campaña Espejo

Fotos: Nibaldo Pérez

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