Los medios impresos deben usar la tecnología como catalizadora de cambios que los lleve a recuperar lectores, anunciantes y su acostumbrada generación de valor.
(vanguardia.com -).- Los diarios impresos han sido, desde sus inicios, uno de los principales medios de comunicación, y durante décadas han dejado plasmada con sus imprentas momentos históricos mundiales, hitos del desarrollo de la humanidad.
Hablar de periódicos es sinónimo de papel, la materia prima que, tradicionalmente, se ha usado para llevar la noticia a los lectores, aquellos que fielmente se informaron con las noticias que ahí se imprimieron. Pero son esos mismos lectores los que, hoy por hoy, han ido desapareciendo, en medio de una revolución digital.
Hoy, los medios impresos se encuentran en el momento clave para tomar decisiones estratégicas, dentro de las que se debería adoptar la tecnología como herramienta catalizadora de cambios que los lleve a recuperar sus lectores, anunciantes y su acostumbrada generación de valor.
El origen de “crisis”
Los periódicos impresos en los países desarrollados fueron los primeros en sentir cómo los medios digitales, literalmente, les arrebataban a sus anunciantes y lectores. Según Business Insider, en el año 2009, se evidenció una tendencia a “la muerte” de los periódicos: 105 periódicos habían cerrado, 10.000 trabajadores fueron despedidos y 23 de los 25 periódicos más importantes de Estados Unidos reportaban un descenso en su circulación de hasta el 20%.
La facilidad de acceso a la tecnología y la disminución de las barreras de entrada dieron paso a la llegada de nuevos competidores, permitiendo que la tarea de informar dejara de ser exclusiva de la prensa, la radio y la TV. Gracias a las nuevas tecnologías, no se necesita tener un gran capital o inversionistas para crear un medio de comunicación digital.
La llegada de Facebook y Google, siendo estos los que durante los últimos 10 años han construido una gigante infraestructura tecnológica digital, literalmente, ha atraído a los anunciantes a invertir en los nuevos modelos de publicidad digital.
Elemento de cambio
La primera palabra que impacta a los medios impresos en una era digital es la inmediatez. Vivimos en un mundo conectado, en donde el gran porcentaje de la población lleva consigo un dispositivo (celular o tableta), lo que le permite hacer una noticia y compartirla de manera inmediata. Se logra entonces un hito digital que rompe la forma en que nos informamos, por consiguiente, los lectores ya no requieren comprar un viejo periódico para informarse de algo que han leído una y otra vez en fuentes digitales.
El segundo elemento que impacta a los medios impresos en una era digital es la pérdida de anunciantes, debido a la aparición de competidores digitales que, con un portafolio de servicios a muy bajo costo, ofrecen mejores campañas en diferentes plataformas digitales y sociales. Dentro de las ventajas de la publicidad digital tenemos, primero, que es más barata; segundo, que se puede segmentar, lo que permite saber a quiénes se les va a llegar, y tercero, que es medible: la publicidad digital le ofrece al anunciante herramientas que posibilitan medir la efectividad del anuncio.
Tercero: los medios impresos deben combinar sus publicaciones en las diferentes plataformas, entendiendo que cada público tiene unas necesidades de información diferentes: el lector de un móvil busca información inmediata, lo que pasa en el momento; los lectores de tabletas buscan información detallada de la noticia, y el impreso termina siendo el análisis de lo que acontece.
Medios impresos, en disrupción tecnológica
Internet es la plataforma a la que, de manera errada, se le atribuye el supuesto “declive” de los medios impresos. Sin embargo, todo depende de la óptica con que se le mire. Desde el punto de vista optimista, Internet es la plataforma que, gracias a su facilidad de acceso, combinada con su facilidad de adquisición, hizo que se abriera una baraja de posibilidades para hacer periodismo y permitió la generación de un nuevo modelo de negocio publicitario.
Gracias a Internet, y a las aplicaciones que se soportan en esta, la inmediatez asume protagonismo a la hora de comunicar la noticia. Por ejemplo, basta con que un suceso ocurra, para que cientos o miles de personas ya lo estén publicando en las redes sociales, creando un nuevo modo de informar, en donde la noticia se origina y, al mismo tiempo, la comunidad se convierte en protagonista, generando interacción y retroalimentación de la misma.
En el periodismo tradicional, el periodista se preocupa por escribir su nota, imprimirla, publicarla y fin de la historia. Ese era el corto ciclo de vida de la noticia. No existía interacción alguna con los lectores. Hoy, el periodismo digital le ha puesto nuevos elementos al ciclo de vida la noticia. “En el pasado, los periodistas publicaban sus artículos y se olvidaban de ellos. Ahora, el flujo bidireccional de la información y la reacción que su contenido tiene en las redes sociales han cambiado eso para siempre”, afirma Marshall en entrevista, dando aparición a un elemento clave que no existía en el periodismo tradicional: la bidireccionalidad de la información.
En conclusión, los medios impresos tradicionales deben enfocar sus esfuerzos en digitalizar sus contenidos y entender que cada lector, en diferente medio, tiene una necesidad de información distinta, es decir, el lector del dispositivo móvil busca inmediatez, lo que está pasando ahora; el lector de la tableta y el computador busca contenidos enriquecidos con elementos multimedia (fotos y videos), y el lector del impreso quiere un análisis de lo que ya leyó en sus dispositivos portátiles.
Llevar los contenidos a los diferentes medios digitales en combinación con el impreso no es suficiente. Tener contenidos de alta calidad que motiven al lector a pagar es la única forma en que se puede garantizar la generación de valor. Cobrar por algo que el lector ha visto gratis en otros medios no llevará a nada, los contenidos exclusivos deben ser la nueva ventaja competitiva de lo que antes eran los periódicos impresos.