(catholic-link.com).-Se trata de una paranoia o en verdad las redes sociales no favorecen los contenidos conservadores? No es una pregunta inocua. Donald Trump, presidente de Estados Unidos, organizó a inicios de julio en la Casa Blanca una reunión o «cumbre» para denunciar la «deshonestidad» de las redes sociales, que según él son culpables de complot con la izquierda. Una de las invitadas que dio su testimonio fue Lila Rose que habló de las prácticas discriminatorias de Twitter, Pinterest y Youtube.
«Un gran tema hoy en la White House Social Media Summit será la tremenda deshonestidad, parcialidad, discriminación (…) que practican algunas compañías», escribió Trump en su cuenta de Twitter. También ha insinuado que las compañías podrían estar actuando de forma ilegal y que deberían ser demandadas por las autoridades reguladoras de Estados Unidos.
1. No estamos locos, hay más ejemplos
Dejando a un lado lo controversial de la figura del presidente Trump, veamos que esta afirmación no se trata de algo nuevo, se han registrado «sucesos» de este tipo en redes sociales en varias ocasiones. En abril del 2018 el CEO y fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, compareció ante el Senado de Estados Unidos y se disculpó por el «error» de bloquear contenido católico. La noticia completa la puedes leer aquí.
Las cosas se siguen complicando. Zuckerberg, confirmó públicamente que Facebook prohibió las publicidades pro-vida durante el referéndum sobre el aborto en Irlanda en 2018, una votación que llevó a la legalización del aborto en el país tradicionalmente católico. La noticia también la puedes leer en este enlace.
Esta vez el turno le llegó al YouTuber Matt Fradd quien había sido invitado por un grupo de empleados de Google Inc para dar una charla sobre las ventajas de luchar contra la pornografía, charla sin contenido religioso. «Talks at Google» es un espacio que permite que sus empleados propongan estas conferencias a sus compañeros.
La charla se canceló a última hora, según cuenta Matt en un video. Al llegar le comunicaron que no se podría realizar el evento porque un grupo de empleados se había quejado. En el comunicado oficial se hacía referencia a una conversación en Twitter de un año atrás, que según algunos habría sido hiriente con la comunidad LGTBI, violando así los lineamientos generales de Google.
En este artículo no pretendemos levantar el dedo y acusar a las grandes empresas de tecnología simplemente o a los incidentes en redes sociales, se trata de reflexionar y aprender a discernir lo que se encuentra detrás de acciones como estas y buscar no victimizarnos sino por el contrario, tener en claro lo que necesita una sociedad para poder apuntar a la búsqueda del bien, de la verdad y del verdadero sentido de la libertad.
2. Libertad de expresión
Poder expresar lo que uno piensa es fundamental en las sociedades. La libertad de expresión se reconoce como un derecho humano en virtud del artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. La libertad de expresión comprende la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas sin consideración de fronteras y por cualquier medio de transmisión.
Para poder vivir esta libertad es importante que todos juguemos con las mismas reglas. Los católicos no queremos buscar prerrogativas, pero si queremos pedir que los medios de comunicación y las redes sociales sean neutrales para poder exponer las ideas con tranquilidad y que la luz de Cristo llegue realmente a muchas personas. Vale la pena que estemos atentos a cómo sigue desarrollándose este tema, no solo para nosotros sino para todos sin sesgo.
3. Tolerancia
Tal como Matt Fradd, lo explica, hoy en día existe una gran confusión cuando se habla de tolerancia. Se confunde tolerancia con aceptación. Tolerar significa respetar las opiniones de los demás, aunque estas no coincidan con las propias. El tolerar incluye no estar de acuerdo y respetar esta forma de pensar distinta. Hoy en día por pensar distinto, en automático uno se convierte en intolerante. Más aún si este pensamiento choca con las afirmaciones de la ideología de género o del pensamiento relativo.
4. Las reglas para el bien común
Una sociedad necesita reglas y normas de comportamiento para poder convivir en armonía. Históricamente estas normas tienen que ver con el respeto y la búsqueda del bien común. Salvaguardar el cuidado de sus habitantes y garantizar su libre desarrollo. Para esto es necesario respetar las individualidades, el libre pensamiento y la libertad de culto. Todo esto dentro de un contexto que no atente contra los demás.
Hoy pareciera que, al confundir tolerancia con aceptación, cualquier comentario puede ser sacado de contexto y señalado de ir en contra de la libertad o considerarlo una ofensa. No estar de acuerdo no puede ser considerado una ofensa, ni por pensar distinto han de prohibirse u ocultarse este tipo de opiniones. Las reglas para el bien común necesitan ser claras y no escudarse en ambigüedades o falsas afirmaciones.
5. Religión, libertad de pensamiento y felicidad
El año pasado fue especialmente relevante la charla que les dirigió Bishop Barron en el mismo espacio que este año le negaron a Matt Fradd. El tema fue «Religión y la apertura de pensamiento» (Religion and the opening up of the mind). En esta charla el arzobispo Barron deja claro que el dinamismo natural de la mente humana es saber y querer saber cada vez más. La mente mientras más sabe, más quiere saber. Afirmación de relevante importancia especialmente para las personas de las empresas high tech como Google.