Autor: Padre Antonio Spadaro, SJ
Traducción de: Carlos Romero
Papa Francisco abrió su cuenta de Instagram el 13 de marzo del 2013
Papa Francisco «desembarca» en Instagram el sábado 19 de marzo de 2016. En realidad, hay que entender rápido una cosa: Papa Francisco ya está en Instagram. En el sentido de que está allí desde cuando se acercó por primera vez a la loggia de la bendición (el balcón central de la Basílica de San Pedro), después de su elección. De hecho, debemos comprender que no estamos en las redes sociales solo cuando abrimos una cuenta personal (o institucional), sino desde cuando los otros hablan de nosotros y comparten nuestras palabras o nuestra presencia en sus redes sociales.
Desde cuando Papa Francisco se asomó desde el balcón de las bendiciones fueron tomadas fotos con celulares y Tablet que luego terminaron en las redes sociales y, también, en Instagram. Actualmente tenemos muchas cuentas que llevan su nombre y que postean fotos y breves videos que lo tienen como protagonista. Pero la presencia más relevante es la de quien se debe a los tantos que postean y comparten imágenes en sus cuentas personales.
Cada foto puede ser distinguida por un hashtag, es decir, por una palabra que identifica el contenido, precedido por el carácter #. Y así, muchos postean imágenes con hashtags, incluso plurilingües, como #PopeFrancis, #PapaFrancesco #PapaFrancisco #PapstFranziskus #PapeFrancois #ПапаФранциск #PapaFranciscus #PapiezFranciszek #FranciskusPåve #PapaFrancesc #PausFranciscus #교황프란치스코 #PausFransiskus. Basta con hacer una búsqueda por un hashtag, uno o todos, para ver cómo el Papa está hace tiempo presente en Instagram. Y podemos agregar una cosa: incluso las imágenes tomadas por los fieles narran a este Papa en toda su fuerza pastoral y simbólica. Las imágenes lo retratan mejor, incluso. A veces no son las que los fieles pueden preferir, «limpias» y nítidas, sino «sucias», tal vez desenfocadas ymovidas. El Papa del pueblo es presentado por el pueblo que captura no solo los gestos, sino también el contexto de los gestos desde allí dentro. Y de este modo, el Papa ya está en Instagram desde el inicio, más allá de toda oficialidad.
La lógica pastoral del selfie en Instagram
Pero hay un momento especial de esta presencia: cuando Papa Francisco ha acogido a un grupo de scout, niños y niñas, llegados a Plaza San Pedro desde el oratorio de San Fiorenzo de Fiorenzuola d’Arda (en Piacenza) el 28 de agosto del 2013. Uno de ellos sacó de su bolsillo un teléfono móvil y ha tomado una selfie, es decir, un autorretrato con el objetivo frontal. Se fotografío a sí mismo, a sus amigos y al Papa en medio de ellos, y lo ha cargado en Instagram.
Se trata de una de esas fotos «sucias» y no nítidas de las que hablaba antes. Desde ese momento la red social se ha poblado de jóvenes que hacen selfies con el Papa. Si los políticos y diplomáticos hacen fotos protocolares o de los así llamados besamanos, los jóvenes hacen las selfies. Y el Papa acepta esta dinámica comunicativa. ¿Por qué? Porque es pastoral, adaptada a quien encuentra. El Papa ama hacer que sus interlocutores no sean pasivos receptores de un evento, sino que estén dentro del evento comunicativo. Con una foto normal el Papa es protagonista y tú lo documentas. Con una selfie tú estás con el Papa protagonista de ese evento. Esto no disminuye su autoridad, sino que, al contrario, la cercanía que crea la aumenta.
Por eso, más que «comunicar», Papa Francisco crea «eventos comunicativos», en los cuales se siente llamado a participar activamente. En este sentido, se está ante una reconfiguración del lenguaje que pone acentos diferentes y prioridades nuevas.
¿Por qué las fotos?
Porque la foto habla. No digo que solamente tiene valor simbólico, sino que es, sobre todo, objeto del compartir. Compartir una foto propia es un gesto que permite compartir un trozo de la vida vivida. Y hoy no hay necesidad de una máquina fotográfica. Todos los smartphones, ya sean iPhone, Android o Windows Phone u otro, están dotados de un objetivo de una cierta calidad. Tener un smartphone en el bolsillo significa también tener siempre a la mano una máquina fotográfica. Esta evolución tecnológica está dando vida a una verdadera revolución de la experiencia humana de la fotografía que consiste en el hecho de que hoy se puede fotografiar en cualquier instante de la vida. Y el gesto de fotografiar se ha transformado – a veces de manera algo incómoda – parte de la experiencia de una audiencia o un evento papal de cualquier género.
La «máquina fotográfica» está obsoleta como objeto o, mejor, está reservada a los cultores del click. Se van multiplicando los profesionales, especialmente los reporteros, que practican la así llamada «phonegrafía». La característica de esta práctica fotográfica consiste en el hecho de que la captura es solamente el primer momento. Lo sigue un segundo momento: la post-producción, es decir, la elaboración de la foto gracias a las numerosas aplicaciones que permiten la modificación, incluso aplicando filtros. Esto último es un gesto que permite elaborar una imagen y adecuarla a la propia visión. El tercer momento consiste en el compartir: cada foto elaborada puede ser compartida en las redes sociales. Por lo tanto: captura, elaboración y compartir. Papa Francisco entra en esta dinámica ordinaria de la comunicación en los tiempos de las redes sociales.
En los últimos años han nacido también redes sociales específicas para compartir fotos. La más conocida es Instagram. Han nacido otros, también, cada una con su peculiaridad, como Streamzoo, Pixlr-o-matic, Hipster, PicYou, y otras.
La fotografia es un gesto democrático
La fotografía se ha convertido en un gesto «democrático» y, unido al de la captura, ha transformado la fotografía de «memoria» en «experiencia». Se toman fotos para «ver» mejor lo que se ve y para compartir las experiencias que se están viviendo en el momento con los amigos. Las «instantáneas» se convierten en pedazos de una narración «lifestreaming». El compartir en directo de las fotografías crea un flujo de imágenes que no está pensado para ser archivado, indexado, memorizado. Las fotos se superponen, se sustituyen, mientras son posteadas de forma sucesiva. Más que creación de memoria, se trata de plasmar la experiencia y compartirla. Aquí encontramos una verdadera marca del pontificado: el realismo de la experiencia y la fuerza y el calor del compartir.
La presencia del Papa en Instagram estaba ya garantizada por la cuenta oficialNews.va. Ahora su presencia personal ofrece otro nivel, más alto y visible, de «identidad» que permitirá extender la «plaza» física y la digital.
¿Cómo cambiará el modo de decir la fe en el tiempo de las instantáneas simbólicas y compartidas?
Esta es una pregunta más amplia y general vinculada con la presencia del Papa en Instagram: ¿Cómo cambiará el modo de decir la fe en el tiempo de las instantáneas simbólicas y compartidas? No lo sabemos, pero ciertamente lo estamos viviendo: la fe se expresa y se comparte, también gracias a las fotos. Por esto Papa Francisco «desembarca» en Instagram. Porque en este flujo de imágenes puede discernir un «desiderium naturale videndi Deum». Hay varios experimentos relacionados con ello con nombres interesantes, como por ejemplo, «Framing God in all things» o «Picturing God».
Pero no solo eso: #theology se ha convertido también en un hashtag bastante usado en Instagram. La potencialidad de la expresión simbólica ciertamente tendrá un impacto también en nuestra capacidad de decir la fe en la cultura digital.
Es un camino interesante por recorrer también para grupos y comunidades:¿qué imágenes hay para decir la fe? ¿Qué hashtags, es decir, palabras clave, se pueden usar? La Iglesia tiene una larga tradición de catequesis visual en tiempos en los que la alfabetización era limitada. Y esta tradición puede decir mucho al hombre de hoy en la búsqueda de imágenes para expresar el propio deseo de una vida plena, así como también de trascendencia.
Autor: Padre Antonio Spadaro, SJ
Texto original publicado en: http://www.cyberteologia.it/2016/03/perche-papa-francesco-sbarca-su-instagram/
Traducción al español: Carlos Romero
