¿Los robots pueden llegar a sustituirnos? ¿A qué retos nos enfrentamos tanto los profesionales como las empresas con estas tendencias tecnológicas?
(es.aleteia.org).-El objetivo de la robótica y de la inteligencia artificial será sustituir a las personas en las tareas más rutinarias y peligrosas, o para funciones en las que están mejor preparados que nosotros, como el análisis de ingentes volúmenes de información. La trasformación digital es la revolución industrial de nuestros días, la revolución 4.0.
Esta trasformación digital supone una reinvención de las empresas, de las instituciones públicas y de la sociedad en general, gracias a un uso más eficiente e inteligente de la tecnología digital. En un periodo como el que estamos viviendo, de continuo cambio, las empresas y organizaciones de todo tipo deben estar preparadas para superar los retos que conlleva esta nueva revolución y aprovechar sus oportunidades para favorecer la creación de una sociedad digital.
Actualmente, hay ya una demanda real de la sociedad, que cada vez es más digital, está más informada, es mucho más exigente y necesita respuestas personalizadas en tiempo real. Así, por ejemplo, gracias al Internet de las cosas, uno de los exponentes de esta revolución digital, disfrutaremos de notables mejoras en nuestra calidad de vida cotidiana: en seguridad, monitorización de servicios de salud o asistencia sanitaria a distancia, actividades de ocio o turismo, o en la prestación de los servicios públicos posibilitando la optimización de la gestión del tráfico y del transporte público, del alumbrado, el mobiliario urbano, la gestión de residuos, etc.
Ante este cambio en continua aceleración, hay dos posibles actitudes: considerarlo como una amenaza o como una oportunidad
La presencia de estas tecnologías se extiende ya a muchas áreas. En las ciudades, ya podemos identificar las mejores rutas o zonas de aparcamiento y empezamos a ver automóviles autónomos. Por otra parte, la inteligencia artificial está ayudando a resolver grandes retos, como el tratamiento y la prevención de enfermedades o la personalización de la educación. Y hay máquinas que han conseguido elaborar por sí mismas poemas, pinturas, películas o composiciones musicales.
En la actualidad, ya estamos viendo que las denominadas “tecnologías cognitivas” (aquellas que son capaces de aprender por sí mismas) están tomando un gran impulso, donde los sistemas tradicionales de computación no se programan, sino que entienden el lenguaje natural, analizan datos no estructurados en tiempo real y aprenden.
¿Los robots pueden llegar a sustituirnos? ¿A qué retos nos enfrentamos tanto los profesionales como las empresas con estas tendencias tecnológicas?
La inteligencia artificial nos ayudará a ser mejores en nuestra profesión, ayudando por ejemplo a los médicos a encontrar opciones de tratamientos de cáncer más personalizadas, y a los ingenieros a mejorar la eficiencia de instalaciones o a crear vehículos cognitivos capaces de actuar en caso de accidente. Ante un entorno de cambio continuo y cada vez más rápido, hay dos posibles actitudes: considerarlo como una amenaza o como una oportunidad.
La creatividad y la inteligencia emocional son cualidades humanas.
Por otra parte, según estos estudios, los puestos de trabajo con menor probabilidad de automatización corresponden a profesiones que requieren la comprensión intuitiva de los seres humanos, tales como las relacionadas con la terapia ocupacional, los tratamientos de salud mental, la enseñanza, etc.
Profundizando aún más en cualidades inherentes del ser humano, y que difícilmente pueden ser aprendidas por las máquinas, es preciso destacar la creatividad y la inteligencia emocional. Estas facultades hoy en día son muy valoradas en la gestión del talento y se seguirán valorando y potenciando en el futuro siendo por ello importante apostar por la formación y la educación, con el fin de que las personas no queden rezagadas por el cambio tecnológico y puedan optar a los nuevos puestos de trabajo derivados de la revolución digital.
Lo que nos asegurará que todo esto sea un bien para la humanidad es la visión humanística por la cual la persona tiene que estar en el centro de todo desarrollo social o económico. Si todo esto es para el bien de las personas, será una camino positivo de desarrollo donde todos se beneficiarán. Si la finalidad fuese otra, todo esto podría un día volverse contra el mismo ser humano que hoy lo está ideando.