«No me importa que se rían de mí, pero sí que mientan sobre mis hermanas». La religiosa Xiskya Valladares denuncia en las redes sociales un fotomontaje de un grupo de monjas muy sonrientes haciéndose un selfie ante el David desnudo de Miguel Ángel que se ha vuelto viral. La realidad fue muy distinta a lo que esta retocada imagen quiere hacer creer.
(ABC.es).- Las religiosas celebraban sus bodas de oro y plata de vida religiosa en Roma, en la clausura del año de la vida religiosa en enero de 2016, y decidieron inmortalizar aquel feliz momento. «Nos estábamos haciendo la foto en la Plaza de San Pedro», no en la Galería de la Academia de Florencia, aclara la religiosa de Pureza de María. Un fotógrafo que pasaba por ahí «descaradamente apuntó hacia nosotras». Al verle, esta religiosa le hizo señas para que no tomara la imagen pero «era demasiado tarde, ya la había hecho».
La original, de Carlos Adama
«Se ve que no me vio, porque ayer estuve hablando con él por Twitter y no parece que hiciera la foto por malicia», apunta la religiosa que en aquel momento, hace un año, le vio alejarse con una sonrisa.
Carlos Adama, el fotógrafo que captó la imagen, se quejaba en una publicación en Facebook y en Instagram el pasado 25 de mayo de que «al parecer alguien tomó mi foto de las monjas del año pasado, sacó la marca de agua, la editó y la publicó como suya sin crédito y ahora se está volviendo viral».
Adama, que les ha ofrecido a las monjas todos sus derechos de autor para gestionar la foto original, aclara que nadie le dijo que no la hiciera. «Me pareció una escena cándida y la hice», explica. Probablemente no llegó a ver a Xiskya haciéndole señas mientras se alejaba del lugar.
«El montaje lo hizo Lucian Dobârtà y lo colgó en Facebook. Carlos le pidió que lo retirara en cuanto lo vio y así lo hizo, pero ya la habían copiado otras personas y de hecho ya 335 sitios distintos de Internet contienen el montaje, ha circulado por Whatsapp… ha sido tremendo», subraya con enojo Xiskya.
«Como somos religiosas, el éxito estaba asegurado. Parece que no tenemos derecho a ser normales, ni a hacernos selfies ni a quejarnospor el robo y el montaje», se queja la religiosa.
«Parece que todo vale»
En cuanto Xiskya conoció la existencia del fake, empezó a pedir que se retirara la foto. «La gente la quitaba al enterarse de que era un montaje, pero Paco León, en vez de quitarla, la está poniendo por todos lados y ni siquiera ha tenido la decencia de responder a todos los mensajes que le he enviado», denuncia. A su juicio, con la difusión de esta «broma bastante machista», solo se busca «likes» con los que aumentar el egocentrismo.
«Si nos modernizamos, dicen que ya nos hemos vuelto mundanas. Si no, dicen que estamos en las cavernas. El caso es que hagamos lo que hagamos, está siempre mal visto y siempre se nos va a ridiculizar»
Xiskya Valladares
La falta de sensibilidad de personas como el actor Paco León impulsó a la religiosa a emprender esta campaña de denuncia para que la gente tome conciencia con el hastag #asilarednomola. «No es solo por nosotras, que también porque hay hermanas mayores, sino por todas las religiosas», asegura.
«Si nos modernizamos, dicen que ya nos hemos vuelto mundanas. Si no, dicen que estamos en las cavernas. El caso es que hagamos lo que hagamos, está siempre mal visto y siempre se nos va a ridiculizar», subraya convencida de que si le ocurre a otro colectivo, «seguro que hubiese llegado a mucha más gente».
«Con nosotras parece que todo vale», apuntilla la monja, que es filóloga y periodista, doctora en Comunicación y co-fundadora de la asociación para la evangelización en Internet, iMisión. Este tipo de fotomontajes no es libertad de expresión, sostiene, sino «inmadurez y mentira», y pide a los usuarios que no sean cómplices en difundirlos.
«Ni el derecho al olvido, ni a la propia imagen, ni siquiera los derechos de autor detienen un foto-montaje viral que se ríe de nuestra imagen», se lamenta esta religiosa que ve con pesar que las redes no contemplen estos delitos. «Solo nos queda acudir a un juzgado y no lo vamos a hacer, no hay tiempo ni dinero para ello», dice la creadora del hastag #asilarednomolaque incluso se plantea cerrar sus cuentas en redes sociales. «Como digo en el hastag, así la red no mola, es tierra hostil».