recursos pastorales

TUTORIAL 200. Nuevas herramientas y lenguajes para la catequesis. Una reflexión pastoral

(weca.it).-Los datos del ISTAT sobre el acceso y uso de Internet divididos por grupos de edad (véase el cuadro 1), y otras estadísticas similares sobre la «dieta mediática» de las generaciones más jóvenes muestran una tendencia consolidada hacia el uso de herramientas de comunicación y lenguajes cuyas características están fuertemente influenciadas por el estilo de las «redes sociales», que constituyen el principal entorno en el que los jóvenes pasan una parte sustancial de su tiempo libre. La conexión se lleva a cabo principalmente en dispositivos móviles, principalmente teléfonos inteligentes, con un predominio de contenido visual e interactivo, con el uso de un estilo narrativo altamente personalizado. Por lo tanto, se insta a los agentes pastorales y catequistas a cambiar la metodología catequética tradicional e identificar nuevos enfoques, o revisar métodos más tradicionales, utilizando tecnologías digitales para comunicarse con los niños.

Hay que evitar dos riesgos: el de la experimentación a toda costa, motivado por la ansiedad de querer parecer actual, o por el miedo a parecer «anticuado», y el de creer que un dominio técnico de las herramientas es suficiente para «hacer catequesis a la altura de los tiempos». Ambas actitudes descuidan prestar atención a las cuestiones importantes, que deben estar por encima del uso de las tecnologías.

Aquí hay algunas preguntas:

  • Si la catequesis es la transmisión de los contenidos de la fe, ¿qué contenidos pueden ser representados en el entorno digital, y cuáles no? ¿Y cómo es posible expresar correctamente los contenidos evitando que prevalezcan las sugerencias del instrumento digital, distorsionando el mensaje?
  • Si la catequesis no puede separarse del testimonio de vida, ¿cómo podemos «encontrarnos» con los jóvenes que pasan su tiempo hiperconectados? ¿Cómo llamar su atención? ¿Cómo llegar a sus corazones?
  • Si la catequesis es un asunto comunitario y necesariamente tiene un espíritu misionero, ¿es posible, y cómo, transformar las comunidades en línea en verdaderas comunidades de vida? En el mundo de las redes sociales, caracterizado por grupos «cerrados» en torno a intereses específicos, ¿cuál es la forma de superar las barreras: pasar de puntillas por los diferentes grupos, o crear nuevos tipos de grupos, y si es así, con qué características?
  • Si la catequesis ha de conducir a una experiencia personal de fe, ¿cuáles pueden ser los caminos significativos para caminar junto a una generación de jóvenes cada vez más impregnada de una cultura digital? Y si el entorno digital modifica, como afirman muchos estudiosos, las modalidades cognitivas, volitivas y afectivas de las personas, cambiando profundamente la visión de la persona humana y de sus relaciones, ¿cuáles pueden ser las formas de «inculturar» el Evangelio: afrontar las cuestiones planteadas por el cambio digital, demasiado a menudo dominado por una visión tecnocéntrica y tecnocrática, o proponer con originalidad de manera nueva los temas que ponen en el centro a la persona y sus necesidades fundamentales? ¿Como la necesidad de amar y ser amado, de conocer el sentido de la vida, de realizar la propia felicidad, de tener la esperanza de no estar destinado a la nada eterna?

Pueden parecer cuestiones teóricas, motivadas por la búsqueda de una especie de «perfeccionismo» catequético. Pero preguntémonos si, ante el enorme cambio que las tecnologías digitales están provocando a nivel personal y social, podemos contentarnos con algunas iniciativas limitadas, sin reflexionar seriamente sobre la necesidad de pensar en un «proyecto» catequético, actualizando el documento de la Iglesia italiana, que en 1970 sentó las bases de la renovación catequética postconciliar.

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