LAS SINRAZONES DEL ABORTO III
Vanos intentos de justificación
Alfonso López Quintás
Miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas
“Desde hace años, todos los días vivo angustiado pensando que,
de forma fría y sistemática, en mi país miles de niños mueren abortados”.
Julián Marías
Los partidarios del aborto no quieren ser tachados de arbitrarios y se esfuerzan por mostrar que la despenalización de las prácticas abortivas está basada en diversas razones. Un análisis mínimamente riguroso de las mismas advierte que no están a la altura de la gravedad del tema tratado. No responden a un estudio serio de la realidad, sino a un afán estratégico de presentar como “razonable” un procedimiento violento que suprime de raíz una vida humana en desarrollo.
Los seres humanos solemos buscar con afán una justificación racional a todo cuanto hacemos, por injustificable que parezca en principio, a fin de no sentirnos demasiado envilecidos a nuestros propios ojos. Es comprensible esta tendencia, pero, cuando se trata de cuestiones muy graves, no tenemos derecho a permitirnos forma alguna de consuelo que no vaya avalado por un criterio realista. Es la realidad, en definitiva, quien nos da o nos quita la razón.
Actualmente disponemos de medios suficientes para llevar a cabo un estudio realista de lo que significa el aborto, con independencia de toda ideología partidista.
-> La Biología determina con precisión cuándo empieza el proceso de la vida humana, proceso que sin ruptura cualitativa lleva a la plenitud de la vida personal.
-> La Metodología Filosófica nos enseña a descubrir los recursos que suelen movilizarse para manipular la opinión pública. Entre tales recursos estratégicos figura actualmente el “planteamiento sentimental”. No se plantea el tema del aborto en toda su envergadura y de modo radical. Se intenta conmover la fibra sentimental de las gentes, subrayando el carácter penoso que reviste el embarazo en ciertas condiciones. Se ocultan cuidadosamente los diversos modos posibles de resolver estas situaciones conflictivas, y se sugiere la conveniencia de recurrir a la salida más drástica y contundente –el aborto-, sin prestar atención a las secuelas de diverso orden que puede sufrir la persona a quien presuntamente se quiere ayudar...
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