Reflexiones vivas - Documentos - El sentido profundo del juego y la fiesta IV - Las fiestas iluminan el sentido de la vida
Formación en valores y desarrollo de la personalidad
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EL SENTIDO PROFUNDO DEL JUEGO Y LA FIESTA IV
Alfonso López Quintás
Cuando el hombre y las realidades que lo rodean hacen juego y se encuentran y enriquecen mutuamente, surge la fiesta. Toda fiesta –familiar, social, religiosa…- se basa en la transfiguración que produce el encuentro. El encuentro transfigura el espacio físico y lo convierte en espacio lúdico. Transfigura el tiempo que es mera sucesión de instantes monótonos y lo trueca en ámbito de creatividad. Estás oyendo una obra musical y lo único que prende tu atención es el tempo, el impulso interior que enhebra las notas, los acordes, los temas, y los ensambla en una red de formas expresivas. El tiempo del reloj va discurriendo entretanto, pero soterradamente, sin hacerse notar, porque es sobrepasado y sobrevolado por el tiempo creativo, propio de la música.
Una fiesta -al igual que una ceremonia importante: un acto de proclamación o consagración...- constituye un foco luminoso que arroja su luz sobre el conjunto de la vida, pero esta irradiación no tiene un carácter artificial, como si la fiesta proyectase sobre la vida de quienes la celebran un aura de sentido que en ella no existe germinalmente. Este sentido ya existe, está brotando en ella a modo de resplandor en cada instante. Sólo falta tematizarlo, darle cuerpo y volumen para que aparezca incluso de modo visible y plástico. Esta labor tematizadora es difícil y fecunda. Difícil, porque nos exige tener intuición suficiente para captar el sentido de la relación del hombre con las entidades de su entorno y capacidad para plasmar en acciones concretas la luminosidad que brota en tales relaciones de encuentro. Es fecunda, porque muestra de forma luminosa los valores más hondos de la vida de un pueblo. El calendario -con sus fiestas, sus solemnidades de carácter cívico y religioso, sus actos académicos, sus festejos populares, usos y ritos…- condensa y refleja la rica tradición de un país. De ahí que un hombre, al abrirse a la vida en el seno de un pueblo -que configura un determinado calendario y es nutrido, a la vez, por él-, queda envuelto nutriciamente por el tejido de relaciones que constituye, al hilo del tiempo, la vida de una comunidad humana. El sentido que irradian tales interrelaciones queda plasmado espléndidamente en esos acontecimientos singulares que son las fiestas... (descargar artículo completo) |